Para que no nos aburramos este verano, posteo estos pensamientos, que me parecieron divertidos (son diferentes a los posteados en el mail de "aunque se enfaden las mujeres"

, y que haran pasar un buen rato a los de mi generación:
La Generación 67 -77
El objeto de esta misiva es la de reivindicar a una generación, la mía, la
de todos aquellos que nacimos entre 1968 y 1977 (año arriba, año abajo),
la de los que estamos currando de algo que nuestros padres ni podían
soñar, la que vemos que el piso que compraron nuestros padres ahora vale
20 o 30 veces más, la de los que estaremos pagando nuestra vivienda hasta
los 50 años.
Nosotros no estuvimos en la Guerra Civil, ni en mayo del 68, ni corrimos
delante de los grises, no votamos la Constitución y nuestra memoria
histórica comienza con el Mundial de España 82 y el Naranjito. Aunque
nacimos en una dictadura, siempre hemos tenido una
conciencia democrática y la serie Cuéntame nos parece que es una mierda y
que hace apología del franquismo. Por no vivir activamente la Transición
se nos dice que no tenemos ideales y sabemos de política más que nuestros
padres y de lo que nunca sabrán nuestros
hermanos pequeños y descendientes.
Somos la última generación que hemos aprendido a jugar en la calle a las
chapas, la peonza, las canicas, la comba, la goma o el rescate y, a la
vez, somos la primera que hemos jugado a videojuegos, hemos ido a parques
de atracciones o visto dibujos animados en color.
Los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos, pero oíamos (y
seguimos
oyendo) que lo hemos tenido todo, a pesar de que los que vinieron después
de nosotros sí lo tienen realmente y nadie se lo dice.
Se nos ha etiquetado de generación X y tuvimos que tragarnos bodrios como
Historias del Kronen o Reality Bites y creer que éramos nosotros
reflejados (si te gustaron en su momento, vuélvelas a ver, verás que
chasco). Lloramos con la muerte de Chanquete, con la puta madre de Marco
que no aparecía y con las putadas de la Señorita Rottenmayer; nuestra
primera canción del verano fue "Los Pajaritos" (1981) y nuestra primera
tele fue en blanco y negro.
Somos una generación que hemos visto a Maradona hacer campaña contra la
droga, que nos reímos de un anuncio que decía que si el Madrid era otra
vez campeón de Europa, que durante un tiempo tuvimos al baloncesto como el
primero de los deportes.
Hemos vestido vaqueros de campana, de pitillo, de pata de elefante y con
la costura torcida; nuestro primer chándal era azul marino con franjas
blancas en la manga y nuestras primeras zapatillas de marca las tuvimos
pasados los 10 años.
Entramos al colegio cuando aún existía Castilla la Vieja, cuando el 1 de
noviembre era el día de Todos los Santos y no Halloween, cuando todavía se
podía repetir curso y el profesor te podía soltar una ostia; fuimos a la
universidad con unas notas de corte del copón y con una masificación
acojonante, pidiendo prórrogas en la mili y objetando. Somos los primeros
en incorporarnos a trabajar a través de una ETT (gracias PSOE) y a los que
no les cuesta un duro echarnos del curro (gracias PP).
Siempre nos recuerdan acontecimientos de antes que naciéramos, como si no
hubiéramos vivido nada histórico. Nosotros hemos aprendido lo que era el
terrorismo contando chistes de Irene Villa, vimos caer el muro de Berlín y
a Boris Yelsin borracho tocarle el culo a una secretaria; los de nuestra
generación fueron a la guerra (Bosnia, etc.) cosa que nuestros padres no
hicieron; gritamos OTAN no bases fuera, sin saber muy bien qué significaba
y nos enteramos de golpe un 11 de septiembre.
Aprendimos a programar el video antes que nadie, jugamos con el Spectrum,
odiamos a Bill Gates, vimos a Perico Delgado anunciar los primeros móviles
y creímos que Internet sería un mundo libre.
Somos la generación de Espinete, Don Pimpón y Chema, el panadero
farlopero.
Quién diría entonces que años más tarde, con España integrada en la UE,
aquella niña morena habría de enseñarnos sus verguenzas (Ruth Gabriel).
Los del incomparable "Planeador abajo" de Mazinger Z, los de Ulises 31 y
Comando G (que nunca acabó de gustar a nadie)
Somos la generación que fuimos al cine a ver las películas de Parchís, y
que durante años creímos que el de rojo (como quien dice el de en medio de
los Chichos ) era Enrique Búmbury.
Los que crecieron escuchando a Europe y a ese grupete de imitadores que
les salió, unos tal Bon Jovi. Los de la explosión del Challenger, la
cantada de Arkonada, Los mundos de Yupi y las pesetas rubias
Nos emocionamos con Superman, ET o En busca del Arca Perdida.
Comiamos Phosquitos y los Tigretones eran lo mejor, aunque aquello que
empezaba (algo llamado Bollycao) no estaba del todo mal.
Somos la generación que vio a nuestros padres renegar de Felipe González,
del España mañana será republica y el OTAN No al OTAN Sí, los GAL y los
contratos basura.
Somos la generación del Tocata, La Bola de Cristal (solo no puedes, con
amigos sí), el Follow Me, El hipnótico "Planeta Imaginario", Los Toreros
Muertos, La Orquesta Mondragón, el abrazafarolas del Butano y el Misissipi
de Pepe Navarro con su inimitable Pepelu.
La generación de la quinta del buitre, de Hugo Sánchez, de Biriukov, Del
Corral, Corbalán, Romay y que nos traumatizamos con las muertes de
Fernando Martín y Petrovic (¿quién coño juega hoy en el Madrid de
baloncesto?).
El 600 era el utilitario normal, el 124 un coche familiar y el 131 una
berlina de lujo.
El 23F nos pareció un buen día porque no hubo clase y ponían películas por
la tele.
Nuestro grito de guerra fue "Tigres, Leones, todos quieren ser los
campeones" y descubrimos a las mujeres gracias a los tirantes de una tal
Miriam Diaz Aroca.
La generación a la que le entra la risa floja cada vez que tratan de
vendernos que España es favorita para un mundial.
La última generación de las litronas y los porros, y qué coño, la última
generación cuerda que ha habido.