Mi hijo que hará 5 años en abril empezó a esquiar en el mes de
noviembre.
La experiencia ha sido estupenda, no ha subido tantas veces a esquiar como pueda parecer, creo que han sido 7 veces en todo el invierno y ahora ya comienza a bajar pistas rojas con paciencia y calma, pero las baja.
Me he dado cuenta que el truco ha estado en que siempre hiciera una o dos horas con un profesor particular antes de empezar a esquiar en el día. Así evitábamos en la mala dinámica de ser yo quien le tuviera que recordar como ponerse los esquis, las botas, etc.. etc... con resultados nefastos.
A un profesor no le rechistan, no le contestan, no se enfadan con él y encima lo respetan. De manera que una vez ha pasado esa hora con el profesor, solo tiene ganas de enseñarte lo que ha aprendido, así que es entonces cuando yo casi disfruto más que él.
He de decir que el único día que la experiencia fue negativa fue un día que estaba tan colapsada la estación de esqui que no pudo dar clases por no haber ningun profesor disponible. El resultado: de morros todo el día y enfadándose hasta cuando tocaba ir a comer.
Claro que mi hijo empezó a esquiar con un año más, 4,5 y eso se nota. No sé como hubiera evolucionado con un año menos pero supongo que el cansancio afecta de mayor manera. Nosotros con su hermano pequeño que ahora tiene 2 años (por cierto tambien lo llamamos luisete) pensamos esperarnos hasta que tenga 4 o 5 años para que aprenda, no antes.
Por cierto a ver si así tambien su madre se anima porque desde hace diez años que dejó de esquiar aún no he conseguido que se decida.
