La estación de esqui de Sierra Nevada siempre ha estado haciendo gestiones y gastando subvenciones para tener un trampolin de saltos de 🎿 , pero por unas cosas o por otras, no ha tenido relevancia en las disciplinas nórdicas, a pesar de tener excelentes corredores de fondo
Pero aquí me refiero a otro tipo de trampolin: el utilizado por los políticos para conseguir ambiciones y reconocimientos ajenos a los de la estación de esquí
La Sultana ya ha dado el salto a la Sala de Caballeros Veinticuatro, Jerónimo se convirtió en empresario modelo de Andalucia a pesar de no haber tenido una empresa en su vida y la Ratita, si no lo remedia, va a dar un salto nada más y nada menos que hasta Albolote
Se van y aquí sigue todo igual, y en el caso del verano, peor
Bonal, hoy Tocina, sigue con su autobús de subida y bajada diario que deja la estación de esquí incomunicada
No se ha aumentado ni un milímetro el dominio esquiable y donde antes esquiaban tres mil, hoy esquian treinta mil
Y la urbanización está incluso peor que cuando Jerónimo Páez decidió cederla al Ayuntamiento sin tener en cuenta que era privada y no sólo de Cetursa
Se siguen despilfarrando millones en remontes que en realidad nada aportan, cambiando lo viejo por lo nuevo, mientras algo queda por camino....La historia del ahora renovado Al Andalus es significativa del quid pro quo de tanta estupidez
Se encargan costosas asesorías a empresas de por ahí, que nada aportan y que sólo sirven para darle la razón al que paga
El problema de la estación de esquí, a mi modo de ver es conceptual
Si lo que se quiere hacer es que sea competitiva, hay que aumentar el dominio esquiable
Si lo que se quiere es desestacionalizarla, lo que hay que hacer es abrir la carretera, obra única de ingeniería en Europa, para que la gente disfrute de forma racional y sostenible de las altas cumbres y de sus escasas zonas húmedas
Si lo que se quiere es que se convierta en un sitio habitable, resuelvan el problema de la conexión entre Granada y Pradollano
La ley, decia el jurista alemán Kelsen no es más que la voluntad del político, y nuestros políticos han demostrado para lo que quieren la Sierra, para su medro y ambición personal, porque da miedo pensar que crean que cambiando cuatro remontes se arregla el problema......
Es que nos tienen que mandar para arriba a esta panda de saltarines que no hacen más que engañar a la gente y que carecen no solo de los más elementales principios de eficacia y eficiencia que debe regir la gestión de lo público, sino de la más mínima visión de futuro sobre algo único que tiene Granada para no seguir siendo la hermana pobre de Málaga y Sevilla
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Saludos