Ayer me paré a comer un bocata en El Campanario. ¡Pobre de mí! Como se me ocurrió...
Después de estar más de 45 minutos en la cola, me endiñaron un bocata con dos trozos de lomo y uno de tomate más frio que el culo de un pingüino. Me costó 7 € el menú, bocata, patatas fritas y cerveza. Es inconcebible que tras ese mostrador solo hubieran tres chicas atendiendo a más de cuatrocientas personas.
Como para pedir el libro de reclamaciones!! Todavía estaría allí.
Luego, tras comentarlo en Nivalis, me recomendaron bajar a Pradollano y comer allí. Verdaderamente vale la pena. En el Bistro, un menú de dos platos, pan, vino y postre, 7,80€.
Ni punto de comparación.
La cuestión está en conocer el lugar. Ya, sabiendo, la próxima vez bajaré al Bistro o similar a comer. Perderé la mitad de tiempo y comeré muchisimo mejor.
Este año se lo han ahorrado todo. En el aparcamiento solo había una cajera y no daban el tiket del esquiador, ese que pagas al principio.
Espero que la cosa mejore, si no, creo que se van a quedar solos. El pirineo no queda tan lejos.