<HTML>Bueno Pepe, reconozco que mi carácter ácrata se partió de risa cuando ví la cara de asco-yo no he sido,de mis convecinos del Nevada Center enfundados en sus lujosos Descentes-Bogner.
Además este no era un urinario, como el elevado a la categoría de arte por el ilustre hijo de un notario francés (tal que la Monna Lisa o la Venus de Milo), sino un retrete entero, limpio y además con su mochila, como corresponde a un retrete montañero (¿ecologista tal vez?)
Coño pensé, además de a Mendoza-un genio de las finanzas comunitarias de N.Center- tenemos al genio del arte actual entre nosotros...
Bromas aparte los retretes merecen nuestra consideración y respeto, ya que además de colaborar en nuestra higiene íntima han servido de fuente y medio de inspiración de obras de arte e ingeniería.
Así Dalí decía que las genialidades más importantes se le ocurrían en la micción de las 5 de la mañana.
También tengo un íntimo amigo ingeniero de caminos que ha diseñado importantes obras de ingeniería sentado en el trono con la revista Travaux en las manos (me imagino que con las 2 manos sosteniendo la revista, ya que la ingeniería da para pocas alegrías)
Mi amigo Macaco, alto cargo del Ayuntamiento de Barcelona tiene (o tenía) el título de premio extraordinario en la licenciatura de derecho colgado en el retrete, no sé si para hecerle "pedorretas" (cosa propia del lugar) o para licenciosas prácticas onanísticas.
En fin y para terminar, se dice que la Reina de Ingleterra siempre lleva en sus viajes su té favorito, su almohada....y la tapa del retrete
Así que ¡vivan los retretes!
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