En las fotos de hoy podéis ver como es la vida en la Visera cuando Cetursa cierra la pista a los abrazantes.
Al no estar los arrestados, por el pánico que les dan las bañeras gigantes, los esquiadores entran a probar. Tardan una eternidad en bajar, pero les encanta.
Este es mi plan.
Pero en Cetursa no entienden. Un corrupto solo entiende de pasta.
No se, si esto sigue así, entre los arrestados y Cetursa me van a cabrear.
Pero bueno.
Una de las cosas que más me preocupan de los dadores de clase es su ceguera mental. A parte de no saber que es esquiar. Y su incapacidad para evolucionar.
Este bloqueo mental pudiera estar incluido en el contrato de trabajo que haga con la escuela abrazante o Malaescuela.
Una vez que sus corruptos jefes,(empresarios depredadores, tipo mi enemigo numero dos.) Montan el chiringuito de las clases con un puñado de abrazantes, y entregan al alumno en perfecto estado para su instrucción al Dador, no antes de vaciar su cartera.
A partir de ese momento la estafa esta servida, a la vista, y no pasa nada.
Realmente no pasa nada, consiguen de forma correcta que el alumno se mantenga encima de los esquís con una ligera cuña.
Hasta aquí vale, pero el siguiente paso es el que echa a perder totalmente al alumno. Empiezan con el slalom gigante. (mínimo esfuerzo para el dador)
Ahora el problema es nuestro, ¿como se protege uno de una bala perdida que no sabe frenar?.
Lo peor, es que después de pagarles la clase, el alumno no tiene derecho a nada más que aprender a ser un abrazante ejemplar, un ser sin capacidad de raciocinio con inmensas ganas de matar esquiadores.
(esa es la impresión que dan al alcanzar la alta velocidad de curvatura, fijaos en sus caras desencajadas, parecen locos)
He mandado sondas de exploración a diversas escuelas, como ya sabéis, intentando la reparación mental del Dador de clase por medio del alumno. Ha sido imposible.
La utilización de diversas tácticas conductistas, estrategias de estímulos, y maniobras de gran habilidad, pero no conseguían resultados positivos. Siempre se obtenía la misma respuesta. Un ataque total y devastador al alumno. Comunicándole que el que manda y él, y el que sabe es él.
Nada, ni suplicando, es imposible conseguir recuperar al dador. Pero se puede calmar su ansiedad si seguís el manual.
Oh señor profesor. Oh gran dador de clase. Oh supremo ser de las nieves, que todo lo sabe. Ilumine a este insignificante alumno en el arte de derrapar con los esquís, ilumínenos en la clavada de bastón. Oh supremo ser que nació de pie encima de unos esquís.
Esto también se ha intentado, pero no se consigue nada, los dadores de clase no saben solo obedecen ordenes del imperio del caos.
Por tanto, lo normal es que intentéis enseñarles vosotros. Como jugando, para que no se alteren emocionalmente.
Entonces os intentará convencer con su lógica caótica, diciendo que estáis equivocados, utilizando palabras contundentes.
No son necesarios estos giros rápidos y cortos en el esquí por que se cansa uno mucho. Y esto es para disfrutar.
Clavar bastón: No es necesario, os dirá. En competición se utilizan para atizarle a las balizas, o es que no lo veis.
Contrarrotar: No, que la columna vertebral es muy delicada y se puede dañar.
Esta es la historia, aunque ahora en primavera somos más libres los esquiadores ya que el abrazante esta bastante inepto en sus funciones por la nieve.
Paz y prosperidad.