Simplemente uno que lo ha leido, no como tu
Y por supuesto que lo interpreto. Todo lo que se lee se interpreta, pues faltaba más, que uno leyera sin interpretar.
Gracias a mis buenos profesores del Instituto Padre Suárez de Granada, que me iniciaron en la lectura, desde entonces no he parado.
No he parado de leer ni de esquiar, cosa que os recomiendo.
Me acuerdo en las clases de literatura, donde tuve a D. Emilio Orozco (q.e.p.d.) en una época en que los catedráticos de Universidad tenían que dar clases a los borricos de los institutos, en cuyas clases no explicaba literatura, nos mandaba a leer libros y luego los comentábamos.
Recuerdo que a mi el primero que me mandó leer fue esa poesía de Machado, Caminante no hay camino, se hace camino al andar....
Te mandaba leer un libro y luego te preguntaba a ver si lo habías leído.
En esa época tenía 12 años...
Y tambien tuve en literatura a D. José Martín Recuerda, ilustre motrileño. Fué el que me enseñó a leer a Federico García Lorca, que por cierto, fué alumno de tan prestigioso Instituto, al igual que yo y otros muchos.
Recuerdo, que como era un hombre de teatro, leíamos el teatro en claes, leyendo comedias.Cada uno leía un papelo. Tengo en mi memoria ahora mismo, la de la Zapatera Prodigiosa, que mucho despué leí que realmente existió y era una señora muy fea que vivía en la calle Navas.
Y a D. Antonio dominguez, de lo poquito bueno que ha venido de la Sevilla de los Vándalos hacia granada. Un monstruo. Te hablaba de cualquier tema sin papeles, como si estuviera pasando en ese momento.
Luego he leído con sumo placer sus 500 años de Historia de España, que os recomiendo. Dice que es el resumen de sus clases en el Instituto.
Por cierto que de él, y de la lectura de este libro he adoptado la denominación de Vándalos del Oeste para los políticos que le ponen el pie en el cuello a los granadinos.
Según el profesor Dominguez Ortíz hay ecidencias de que los vikingos naver¡garon Guadalquivir arriba.
Y teníamos una profesora de lengua griega que me enseñó a amar a los clásicos y a un cura de religión, al que le sacábamos la lista del Index Liber Prohibitorum de la Iglesia y luego pedíamos los libros incluídos en esa lista en la biblioteca, donde un bibliotecario liberal nos los prestaba.
Así leí a Baudelaire, Voltaire y Stendhal, entre otros muchos.
Y el cura y la profesora eran vascos y hablaban euskera por los pasillos, y todo el mundo los respetaba y admiraba porque eran magníficos profesores.
He sido una persona muy afortunada en mi educación primaria y no pretendo daros lecciones, en absoluto.
Tampoco quiero ser humilde, que para eso ya está al Papa.Me siento contento y orgulloso de la cultura que me han impartido en tan prestigiosa institución y por eso quiero hacer exhibición de ella.
No es mérito mío. Mis profesores, unos ya fallecidos y otros ya muy mayores me hicieron amar a los libros, y desde mi infancia no me han abandonado.
Me importa sencillamente un rábano como quiera ser cada uno y todavía me importa mucho menos lo que penseis de mi o me digas.Tampoco pretendo daros clases de nada. No tengo vocación pedagógica.
Me encantaría Pepe Pótamo, que en vez de insultar abriéramos un debate sobre literatura, sobre historia, sobre muchas cosas en la vida.
Porque en una cosa si que estoy de acuerdo contigo: aún me queda mucho que aprender.
Y ahora que la nieve se ha acabado, leed un poquito, hombre, que eso no hace mal a nadie, y lo mismo vuestras respuesta a mis post tienen algo de más miga, porque mira que sois aburridos....
Un cordial saludo