Querido Fernando, puedo decirte que lo que no sobra en Andalucía, y menos en la Oriental , al antiguo Reino de Granada, la nuestra, no la de Sevilla, es Agua, y el agua es la vida.
Tampoco sobran inversiones ni en infraestructuras ni en industrias.
Tampoco sobra una creación de riqueza para luego poder repartirla mejor, y así salir de la ancestral posición en los últimos lugares de la renta per cápita que tiene Granada.
Sería curioso comprobar cómo desde la entrada en vigor de la Constitución y del "autogobierno" (tómense las comillas en su sentido real) andaluz, la Granada de nuestros develos ha recibido más inversiones, más fondos y más recursos, y ha progresado como otras provincias hermanas (de cuyo desarrollo yo me alegro infinitamente).
Cuando desde el Veleta contemplamos ese paisaje único del Mediterráneo con el mar y las costas de Salobreña, Calahonda y Castell de Ferro, se ve un inmenso mar de plástico.
De eso no se dice nada. Porque claro, eso no es Parque Nacional.
Pero a ver quien se atreve a decir y a tocar los intereeses de los agricultores.La aglomeración de plásticos, productros fitosanitarios y la degración de los acuíferos se silencian, no sólo por los polñiticos, sino incluso por los agresivos ecologistas, que en esas zonas, son tiernos corderitos (me supongo que hasta que no descubran semillaas transgénicas).
Y no digamos nuestros políticos. Orgullosos, y con razón, de esa fértil vega que va a dar de comer, verduras frescas a 450 millones de europeos.
Sin embargo, en Granada, en S. Nevada, una pilona de un telesilla estorba, y unas hectáreas más dedicadas al esquí son un delito de lesa naturaleza.
Almería, tradicionalmente más pobre que Granada, ha sabido sacrificar algo, en pro de un desarrollo que les hace ser una de las provincias más ricas de España. Y cuando una provincia es más rica, sus ciudadanos viven mejor, eso es incuestionable.
Como decía el aragonés Joaquín Copsta (y los aragoneses saben mucho de agua, porque la suya todo Dios quiere llevársela), España será pobre mientras sus ríos vayan a desembocar al mar, que es lo que tradicionalmente nos enseñaron en la escuela.
Los estiajes en andalucía son cada vez más duros y frecuentes, y un país sin agua es un país muerto. Criticaban a Franco porque inauguraba pantanos, pero gracias a esos pantanos, muchas ciudades de España tienen agua para susbsistir.
A comienzos de los 90, hubo un par de veranos espantosos. La Contraviesa (que también es Sierra Nevada) se quedó sin agua. No había agua en los pueblos para beber, y la imagen tercermundista del camión del agua potable, y la gente recogiendo agua en garrafas, por desgracia sigue siendo bastante frecuente en nuestra Andalucía.
Hojalá no se derramara ni una sola gota de agua en el mar, derrame inútil como el semen de Onán
Hojalá hubiera más pantanos como la presa de Rules, que servirá para dar agua a la sedienta y necesitada Alpujarra Baja.
Granada no puede ser un "florero" de buenas vistas, experiencias ecologistas, y sede del Parque nacional más grande de España, que no produce más que beneficios para los cuatro avispados que viven de él.
Granada debe ser algo más que la Alhambra, llena de turistas jubilados y japoneses que se marchan a Málaga, tras hacerse una foto vestidos de moros.
A los granadinos no se nos puede seguir poniendo cara de gilipollas cuando vemos Almería, crecer, a Málaga no digamos, y a Jaén en el disparadero del desarrollo.
Nosotros no queremos seguir siendo solo una postal.....

para que los sevillanos la enseñen orgullosos.
Así que como verás en Andalucía, y en Granada más, querido Fernando W, faltan todavía muchas cosas.
saludos