Eres un boqueron victoriano, de los que más me gustan.
Ah, mi padre era malagueño, de Algatocín, al lado de Ronda.
De pequeño íbamos a veranear a Málaga a una pensión que estaba en una bocacalle de la Alameda. Luego íbamos en tranvía a bañarnos al Palo y a la playa del Chanquete.
Me acuerdo de las tardes de verano oliendo a binagas antes de ir al puerto a ver salir al "Melillero", que lo hacía a las diez en punto de la noche. Por sus ojos de buey se oía el cornetín del "parte", las noticas oficiales de Franco.
También me llevaba mi padre, aunque a mí no me gustaran los toros, a ver las corridas en la plaza de Málaga, cuando toreaba Antonio Ordóñez, del que mi padre era un adorador, por aquello de ser rondeño.
Y luego más tarde, los veranos de Marbella, cuando era un pueblo de pescadores. Yo vi poner la primera piedra de Puerto Banús y fuí amigo del ingeniero catalán que deseñó el primer campo de golf en Marbella.
Ibamos a la playa, por donde descargaban en los barcos las vagonetas que traían el hierro de las montañas, y a lo lejos se veía pasar el yate de la familia Coca, multimillonarios del régimen (creo que uno se suicidó).
En otra ocasión vi pasar a los duques de Windsor fugazmente en su Roll Royce camino de los Monteros. Y al cura Bocanegra, el amigo de Franco, con su su sotana negra por las calles encaladas.Y la Lola Flores con una camisa floreada, con su Pescailla
al lado.....
Y mis veranos de Motejaque, cuando bajaba desde Ronda en un
2 Cv sin frenos y nos dejaban pasar a bailar en el Pepe Moreno porque íbamos vestidos de oficiales, con unos trajes de militar que causaban sensación en las extranjeras.Parecíamos sacados de la portada del Sargent Peipper.
No no tengo malos recuerdos de Málaga ni de los malagueños.Al contrario
No no conocí al ostentóreo Gil, ni a las mafias rusas, ni a los jeques árabes, ni la masificación urbanística.
Creo que habeis perdido bastante.
Saludos a los malagueños