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Para construir y mantener la estación de invierno de S. Nevada en la finca adquirida por el Ayuntamiento de Granada, se constituye una sociedad anónima llamada CETURSA (¿os suena?), y que es la abreviatura de la razón social Centros Turísticos Sociedad Anónima. No voy a dar datos de las misma, porque pueden obtenerse en el Registro Mercantil.
Baste decir, que esa Sociedad, de capital exclusivamente granadino, a comienzos de los años 60, adquiere al Ayuntamiento de Granada la Dehesa de S. Jerónimo, a un precio más o menos simbólico (se hablaba en aquellos tiempos de 10 céntimos el m2, pero al fin y al cabo estamos hablando de 3.500 Has.) pero con unos compromisos muy importantes y concretos:
A) Fase primera : Construir un telesilla que uniera el Parador de Sierra Nevada (por cierto, recientemente inaugurado) con Pradollano. (Ya hablaremos más adelante porqué ahí y no en otro lugar). Incluía la primera fase la construcción de un hotel (el Hotel Solynieve) y además iniciar y desarrollar la infraestructura de la Urbanización: carretera, luz, agua, alcantarillado,etc.

La segunda fase: Construir un telecabina entre Pradollano y Borreguiles, así como diversos teleskis en Borreguiles
C) Tercera fase: construcción de un telecabina desde Borreguiles al Veleta y el famoso restaurante giratorio en la cima del Veleta.
Es evidente que tanto el Ayuntamiento de Granada como Cetursa obtenían beneficios: El Ayuntamiento recuperaba, ya urbanizadas, una importante cantidad de parcelas, y además obtenía otros derechos de participación y organización en Cetursa y sobre todo, creaba una estación de invierno sin poner un duro de fondos públicos.
En cuanto a Cetursa, en un principio se pensaba que la venta de parcelas en la urbanización debía ser suficiente para recabar el capital necesario para las fuertes inversiones que se necesitaban para desarrollar los compromisos adquiridos, además de obtener beneficios, previsiones que no se cumplieron, como veremos más adelante.
Es importante aclarar que en ningún momento se pensaba que los medios mecánicos, por si mismos pudieran ser rentables. Las fuertes amortizaciones, su costoso mantenimiento y sobre todo su casi nula utilización entre semana, sencillamente no los hacían viables.
Por eso, cuando ahora se arremete contra el urbanismo de S.Nevada, que ciertamente es horrible, y en el que se han pasado cantidad, hay que tener en cuenta, que sin el incentivo de las especulación inmobiliaria no se hubieran podido construir los remontes, y no existirá la estación de invierno de S. Nevada.</HTML>