Cita
pipiHola Sonic,efectivamente soy una persona agradable para y con quien lo merece.Ah,desayuno pan con aceite diariamente.
Como mis niños!!!
Dino,que buenos recuerdos...
Cada vez que leo lo del Tren Naranja(en el que subiamos al "cole"
pienso que tengo que buscar entre los millones de fotos de mi padre y poner algunas.Muchisimas gracias por cada recuerdo bonito.Gracias.
Y para terminar Watashi,al contrario de mi,tengo verdaderas dudas de la verdadera edad dicha sin preguntar y publicamente...
Ah,y a ver si llegan buenas nubes y tiene razón tu cabañuelista!!!
pd.Pepe si no me buscan no me encuentran!
Besos.
Hola pipi: ¿tu no sabías que tu padre fué quien me enseñó a mí a esquiar?
Cuando yo empecé a esquiar, que no empecé muy pronto, sobre los 11-12 años, aunque a la sierra estoy subiendo desde los 4 meses, tu padre era una referencia para mí. Tenía auténtica pasión por la montaña y vocación por el esqui de competición. Fué el primer "liberado" del esquí que conocí (ahora les llaman "profesionales"
) y el segundo a pepe rivas
Tenía un estilo impecable y sobre todo mucha técnica bajando palos, pues era lo que más le gustaba en el mundo. Cuando comenzaba la temporada se "instalaba" en el Albergue Universitario y se pasaba todo el invierno casi sin bajar a Granada dando clases de esquí, preferentemente de competición.
Bueno, bajaba los domingos por la tarde y quedábamos todos. Juan de Dios Valenzuela, ya fallecido como tu padre, Miguel Zúñiga, Fernando Olmedo, Manolo castro, etc. para tomar en las bodagas que hay o había en la calle Pontezuelas vino "pálido" y pollo frito y hablar de esqui, de proyectos, de viajes a los Alpes, que entonces se nos antojaban casi en la luna.
El lunes se iba a la tienda de tus abuelos por la zona del mercado y se subía provisiones para toda la semana que guardaba en su macuto en la "leonera".
La leonera era el dormitorio de la parte final del pasillo del Albergue Universitario donde dormían los "leones" o sea, los esquiadores más antiguos y veteranos. Eran 3 filas de literas de 3 pisos, o sea, 9 leones
Y como nuestros bolsillos de estudiantes estaban pelados, después de comer subíamos a la leonera donde tu padre nos daba chocolate, anchoas de lata y demas exquisiteces del colmado familiar.
Me enseñó muchas cosas de la nieve y de la montaña. Recuerdo que una ves estábamos en el Albergue Universitario y nos pilló una tormenta de varios días. Se cortó la carretera en donde hoy es el Collado de las sabinas y el pan del albergue, que nunca fué tierno, se puso incomible.
Antonio zayas nos dijo que si queríamos comer pan tierno teníamos que ir a por él, o sea, ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente
, así que una tarde después de esquiar salimos carretera abajo sobre los esquies desde el albergue Universitario hasta el albergue del collado de las sabinas, unos 5 km.
Como la caretera es cuesta abajo la cosa se hizo facil, pero a la vuelta, ya anochecido y con sacos de pan a cuestas la cosa se ponía literalmente "muy cuesta arriba"
Nuestras botas se hundían en más de 25 cm de nieve fresca y aunque pensábamos en la gozada del día siguiente, la verdad es que íbamos
Las botas al hundirse en la nieve hacían un chasquido especial, que sólo los buenos esquiadores conocen y aprecian. Yo que ando hipoacúsico aún me parece una delicia, pero tu padre la definió perfectamente: esto es la ´música del esquiador"
, nos dijo
Y siempre se lo digo a mis hijos, pero comprendo que a ellos como a ti os gusten otras músicas.
Fué la primera persona para la que trabajé por cuenta ajena, y la primera que me despidió, pero esa es otra historia.
Saludos
me gustaba una canción que decía: las chicas son guerreras 
, aunque los chicos soñábamos con que las chicas fueran guerreras con nosotros en las pistas de las sábanas blancas 
que no en las de esquí, donde por cierto había muy pocas en esa época 
