Historia de una I.T.V. montañera.
El sábado 3, después de un invierno relajadillo, decidimos empezar nuestra primavera particular. Y qué mejor manera de hacerlo que ,según nuestra compañera Irene, pasar una I.T.V. montañera.
Armados con nuestras botas, mochilas y excesos invernales, nos plantamos junto al refugio de Los Sauces, a unos 800m de altitud, en la Sierra de las Nieves. Aunque la jornada iba a ser larga, empezamos con horario andalú nuevamente, y son las diez de la mañana cuando nos movemos. Objetivo: El torrecilla 1919m, pero antes haríamos un periplo por algunas zonas “salvajes” de esta hermosa sierra.
Poco a poco el refugio de Los Sauces va quedando atrás mientras nos internamos en la cañada de la Encina.
Tras un rato llegamos junto al cortijo de Huarte, lugar idílico donde los halla, con innumerables cerezos a los que apenas falta un par de semanas para teñirse de blanco. Allí nos refrescamos en la fuente, el día amenaza con las primeras calores del año.
Seguimos subiendo por la zona de las arenitas y, a la altura del Peñón de Ronda, giramos hacia el sur tomando por un camino medio perdido que nos internará en el pinsapar del “Pinar”.
Ya a mas altura llegamos a un pequeño pilón junto al que existe un abrigo preparado para el vivaqueo. El silencio es total y las vistas hacia el norte nos muestran un paraje yermo pero a la vez hermoso. A lo lejos la silueta de la sierra del Pinar de Grazalema y su buque insignia, El Torreón.
Seguimos subiendo. Nuestro siguiente objetivo es el Peñón de los Enamorados.
Al peñón lo dejaremos de lado esta vez, ya tenía algunos “inquilinos”. Oteamos el horizonte y vemos el relieve que nos aguarda. Nuestra intención es bajar ahora campo a través hasta la parte alta de la Cañada de las Carnicerías, bordear la loma de Cerro Alto por su cara este, Cueva del Oso por el oeste y subir una interminable ladera que nos situará en el hombro noreste del Torrecilla a 1829m, al que accederemos por un simpático “trepaero”.
Empezamos bajando hasta la zona alta de Los Horcajos, donde dada la hora aprovechamos para comer a la sombra de uno de los inmensos Quejigos de montaña que pueblan la zona.
Tomamos ahora una senda reabierta recientemente que sube desde Tolox hasta este paraje. Con el espectáculo de la Cañada de las Carnicerías a nuestra izquierda primero bajamos y luego subimos en dirección al Puerto de los Valientes, al que no llegaremos.
Al pie del Puerto de los Valientes vemos ya el “hombro” del Torrecilla.
Pero antes de empezar a meterle mano, primero tenemos que bordear la parte alta de la cañada al sur de Cueva del Oso. En este lugar el porte de los quejigos es impresionante. Aunque todavía no presentan las hojas, nos imaginamos el verdor de sus inmensas copas.
Nos enfrentamos al último repecho importante de la jornada. La ladera pedregosa la iremos subiendo poco a poco hasta llegar a unos resaltes.
Llegamos al trepaero. Se trata de un pequeño y fácil resalte de unos 10m.
A partir de aquí sólo nos queda seguir la arista hasta la cumbre.
A las 17.30, después de siete horas y media hacemos cumbre en un solitario Torrecilla.
Una impresentable foto de cumbre, algo de fruta y para abajo.
Dada la hora optamos por bajar al pilón del Pilar de Tolox, donde repostaremos agua...
...y volveremos por la vereda que viene desde el Puerto de los Pilones para, antes de llegar a éste girar en dirección al Peñón de los Enamorados.
Llegamos al Peñón con los últimos rayos de sol poniéndose , a lo lejos, tras la Sierra de Grazalema.
El resto de la bajada lo hicimos por el mismo camino de la mañana, aunque ahora a la luz de una inmensa luna llena, que empezó a mostrar los primeros efectos del eclipse a nuestra llegada al refugio de Los Sauces a las 22.30 de la noche.
Por supuesto todos pasamos la I.T.V. pisapraera, así que estamos listos para nuevas rutas.
Un saludo.
P.D. Los topónimos y cotas están sacados del mapa de la Editorial Penibética 1:40000