Todo empezó el viernes por la noche. Poco a poco van llegando los invitados y faltó tiempo para empezar a liarla...
Después de cenar, tal vez
influidos por los efectos del
, tol mundo a la calle, con la rasca que caía.
Mientras unos se afanaban en amenizar, otros, a la imagen me remito, no dejaban de
(monti, cuando no tienes a mano un boli bic, enseguida te me dispersas
).
Total, que más de lo mismo durante toda la noche, serenata tunera incluida
, hasta que salió el sol.
Unos intentaban disimular los bostezos con los primeros rayos del solete
Mientras otros...
, directamente al bar, a por café, copa y puro
Empiezan a llegar caras nuevas
Y... ¡¡¡Al lío!!!
El equipo inmejorablemente arbitrado por mí
entró con paso firme en cuevas
Salió con paso firme de cuevas
Subió (por cierto... por el camino equivocado, siguiendo las huellas que dejaban a su paso los "Resbalones", haciendo honor a su nombre...)
Bajó
Contempló el saber hacer de los más rezagados de los Resbalones, al otro lado del barranco
Disfrutó de las vistas del mar
Y así, chino chano que dicen, llegó al punto clave en su aventura.
La cueva refugio y sus setecientas toneladas de basura...
A sumar a las más de quinientas que ya habían recogido de camino. Suxo, ¿acaso la basura desprendía gases tóxicos?
El carro de la compra estaba lleno de basura, y aún tendría que salir un saco a sumarse a tal cantidad...
Estaba claro, el título de "Inginyeru du Carru du Merda" (no sé escribirlo para que se lea con la pronunciación del Diego), no se nos podría escapar...
Y así, mientras unos se peleaban con el mapa
Otros se dedicaban a cultivar sus más tiernas relaciones...
Tras una parada oficial, para echar un traguillo de agua, o meterse en el pecho humos vivificantes...
, se me ponen a subir como alma que lleva el diablo
Y aprovechando la subida para hacer prácticas de evacuación de heridos en la montaña... eso sí, siempre, como buenos descendientes de los íberos, unos pocos curritos, mientras el resto se deleita con el paisaje ...
Donde termina la subida nos alcanzan los ferrateros, justo al pie de la ferrata, vaya casualidad
Y en este punto suceden varias anécdotas:
Anécdota número uno.- Mientras los Revienta Senderos montamos una cadena por la ferrata para subir la basura, primero el carrito de la compra... en el momento de subir el saco, a éste le da por reventar, y tooooda la basura cae pared abajo...
Los ferrateros se afanaron en ayudar a sus contrincantes a recoger el merdé
Anécdota número dos.- Susana iba escoltada por su perrita ¿bolita?
, que, con todo su instinto animal (de la perrita, no de Susana) sabía que el resto del grupo no era muy de fiar. Pues bien, el cuadrúpedo no sabía subir peldaños ferrateros, así que el Murcianico cargó con el animal en su mochila (con la perrita, no con Susana, no vayamos a liarla
).
Resultado de las anécdotas uno y dos: Los ferrateros se llevan el título al "fer plei" ese...
Anécdota número tres.... Dejemos que hablen las imágenes:
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El momento más esperado por los que sabíamos que la ruta tenía su paso ferratero... ¡El niño pasando por ella!
Y el Dipupi, que no perdió la ocasión de ganarse unas perrillas en plan paparachi... Qué orgulloso se te ve del logro, canalla
Preparando la foto de cumbre
(La foto de cumbre no la tengo, porque me tocó hacerla con tres cámaras, y se me olvidó hacerla también con la mía...)
Y de ahí, "to pa bajo, to pa bajo", hasta llegar al gran final
¿Ganaremos, ganaremos?
Se comenta la jugada entre familiares
Hasta que algo llama la atención de todos los que estábamos por allí.
¿De todos?
Bueno, de todos menos de Suxo, que debía seguir todavía bajo los efectos de las emanaciones de la basura...
¿Qué mirabas?... ¿Qué te atraía tanto de los pectorales del Luis?
De fondo, los acordes de Paquito el Chocolatero inundaban la paz del momento...
Ese momentazo de moros y cristianos...
Con el juez luciendo sus herramientas, gps en la mano derecha, resultado de la prueba del grupo en la izquierda
.... y....
Bueno, ya es tarde, así que pondré más (tal vez), en otro momento...