El texto siguiente lo ha escrito Pepe López Rubio, integrante de la
Expedición Málaga Himalaya 2006 Cho-Oyu. Para poner en antecedentes:
Pepe no ha subido a cumbre, pero su amigo Javier, que lo es desde hace más de 30 años sí.
Esto es lo que ha puesto Pepe López en la web de la Expedición:
No he pisado la cumbre del Cho Oyu, pero vuelvo a Málaga muy feliz.
Estoy feliz porque formo parte de un equipo que ha alcanzado su objetivo. Quien mejor lo ha definido ha sido Manolo Morales (primer “ochomilista” andaluz): “Javier ha metido los goles pero ha ganado el equipo”.
Estoy feliz porque la bandera de la ciudad de Málaga, que personalmente nos entregó nuestro Alcalde, ondea por primera vez en una cumbre superior a los 8.000 metros del Himalaya.
Estoy feliz porque hemos contribuido con nuestra victoria sobre el Cho Oyu a ensalzar el centenario de la Sociedad Excursionista de Málaga.
Estoy feliz por no haber defraudado a cuantos confiaron desde un principio en nuestro proyecto, tanto promotores como familiares y amigos.
Estoy feliz por haber podido comprobar el cariño, afecto y apoyo que nos han mostrado tantas personas a través de nuestra Web y el Blog, así como por el magnífico seguimiento e interés que nuestra expedición ha suscitado.
Estoy feliz porque, además de la cumbre, hemos logrado objetivos más importantes. En toda expedición, y por este orden, hay cuatro objetivos: el primero es regresar todos sanos a casa, el segundo es volver siendo amigos, el tercero es pasarlo bien y el cuarto es volver con la cumbre. Estoy feliz porque hemos logrado los cuatro objetivos.
Pero principalmente y por encima de todo, estoy muy feliz por mi amigo Javier. Porque ha culminado un sueño que se merecía, que nadie le ha regalado y que ha logrado con mucho tesón, paciencia e inteligencia. Ha realizado un esfuerzo sobrehumano alcanzando la cumbre sin pernoctar desde el campo 1 y sin ayuda de porteadores ni oxígeno artificial. Ha efectuado una escalada limpia y sin ayuda de nadie. Su victoria me ha hecho tan feliz como si hubiesen sido mis pisadas las que hoyasen la cumbre.- Conozco a Javier desde que tenía 16 años y nos apuntamos a la Sociedad Excursionista de Málaga en el año 1978 (mi número de socio es el 129 y el suyo el 130). Desde entonces hemos estado unidos a la misma cuerda en infinidad de ocasiones. Desde nuestros comienzos en El Chorro, nuestras primeras invernales en Sierra Nevada, nuestras salidas a los Alpes (¡cómo olvidar nuestro vivac en la cima del Cervino del que salimos de milagro!), las expediciones a los Andes Peruanos y a la Cordillera Real de Bolivia, escaladas en Riglos, Pirineos o simplemente las fáciles excursiones al Trevenque o la Maroma. Siempre soñábamos con escalar un “ochomil” del Himalaya. Para un alpinista ir al Himalaya es como para un atleta ir a las Olimpiadas. Al fin se ha cumplido nuestro sueño, y aunque yo no he podido pasar a la final, mi amigo Javier ha logrado la medalla de oro, y eso me hace inmensamente feliz.
Pepe López 3/10/2006
Esto es amistad de la de verdad, yo no puedo escribir tb como Pepe, pero suscribo sus palabras al 100%.
Un saludo, Alfonso