Hola de nuevos, amigos
Pues otras afoticos de la última actividad para que echeis un rato.
Esta vez, se trataba de conseguir que de la Expedición organizada por el IMD El Ejido al techo de África
, y a la cual yo guiaba o dirigía, como mejor os suene, (marroncillos varios en los que me gusta meterme
, llegase a cima el mayor número de participantes posible, y por supuestísimo QUE TODOS VOLVIESEMOS ENTEROS Y AMIGOS.
De la selección que hubo para poder participar, al final quedaron 16 intrépidos montañeros y senderistas, un técnico del IMD y el que suscribe esto. Total, 18 Ejidenses por tierras africanas, a vivir practicamente para la mayoría su primera experiencia en altura.
Reseñar, que 2 de los participantes eran mujeres, que el más joven tenía 28 años, y el mayor 50. Experiencia en alta montaña casi nula, pero una forma física envidiable, pues la mayoría son maratonianos, o andarines infatigables.
También reseñar, que es una ascensión preciosa, comodísima, ya que por ley tienes que contratar porteadores y guías, pero muy dura por el tiempo mínimo de aclimatación en que se realiza, entre 4 y 6 días, una auténtica burrada, y debido a eso, menos del 25% de las gente que lo intenta hace cima.
Yo, preveyendo la falta de experiencia en altura de los compañeros, lo dejé en 7 días, con un día de aclimatación en Horombo y otro de descanso, cosa que al final ha resultado fundamental.
El grupo al completo en la entrada al Parque Nacional del Kilimanjaro
Tras unas horitas de suave paseo por un muy buen sendero por la selva, llegamos al primer refugio, Mandara, 2.700 m.
El segundo día, se sale por selva
Y en seguida se sale al desierto alpino, dejándonos ver a unos 30 Km de distancia nuestro objetivo
Por fín, llegamos Pole-Pole (despacio- despacio en swagili), a la zona llamada Horombo, a 3.700 m. de altitud, y verdadera mini-pueblo, tipo campo base de alguna montaña mucho más alta.
El tercer día, nos toca ir hasta Mawenzi Hut, a 4650 m., y volver a dormir a Horombo, haciendo un diente de sierra (el único), y aprovechar la aclimatación.
Estas son las famosas Zebra Rocks
Felicidad en los nuevos cuatromilistas al llegar a la cabaña
El 4º día, DIA CLAVE, descanso total, alimentación fuerte; realmente, a cada uno lo que le admite el estómago.
Relaciones internacionales
, fundamentales para seguir pareciendo humano, y no un lobo solitario
Como no, revista de equipo de cima al más puro estilo militar pàra comprobar que todo el mundo está preparado para no sufrir ninguna lesíón por frío
De vez en cuando, un paracetamol, un cachito de Edemox y algún protector gástrico nos puede hacer más llevadero el MAM
El 5º día, salimos prontito hacia Kibo, punto de ataque a cima, con muy buenas sensaciones
Nos cruzamos con varias camillas por el camino
, debido a la falta de aclimatación del personal en este montañón, pues piensan que al ser una montaña muy fácil técnicamente, se sube como un 3.000.....
Por fín, al mediodía se llega a Kibo, 4.700 m., último campo antes de atacar
Una vez más, toca pasar a registrarse, pero registrarse: Nombre y apellidos, dirección, profesión, nacionalidad, edad.....
A las 17:00, la cena. Y a las 18:00, en la camita, que a las 23 toca levantarse para salir sobre la medianoche.
Un frugal "desayuno" a las 2330, y a las 24:00, estamos listos para salir, los ánimos desbordantes de energía y expectación ¿Subiremos?
La noche, parece que encargada al hombre del tiempo, no es fría, no hay viento y está despejado. INCREIBLE.
Y sin casi paradas y a un ritmo lentísimo, vamos salvando metro a metro los 1200 metros de desnivel que tenemos por delante
Unas 5 horas después, se llega a Gillman, punta secundaria de 5.681 m., donde haremos una paradita para hidratar y comer algo (el que puede), y se da la vuelta uno de los participantes, pues el MAM no perdona demasiado
Poco después, se ve ya algo de claridad a lo lejos en el Oeste
Seguimos los 17 por la cresta o borde del cráter aún de noche,
Cuando de repente un rayo muy difuso de sol nos hace parar a mirar lo que nos depara el día
Como aguantarse y no ponerse aunque sean 2 segundos a que el primer rayo de sol del día nos caliente un poco moral y espalda
Y seguimos extasiados viendo amanecer
Por fín, última parada en H. Meyer, sobre unos 5.770 m., hidratación y respiración
Y la gente que va notando el esfuerzo de 7 intempestivas horas andando ve por fín al final de la cresta la cima
Se sufre, pero ya está hecho
Al otro lado, el Meru Peak rodado de un increible mar de nubes
Y por fín, 7 horas y media después, los 17 componentes de un total de 18, posan para la posteridad con la bandera de su pueblo, El Ejido.
Desde aquí, agradecer al IMD El Ejido el entusiasmo y apoyo que ha demostrado para con el montañismo al hacer realidad la ilusión de su gente y organizar y promocionar este tan duro pero agradecido deporte.
También a los participantes su talante, fuerza y coraje, no tanto por el esfuerzo físico, sino por aguantarme a mí sin rechistar estos 10 días.
Y por supuesto, un recuerdo muy especial para el personal local que siempre son los grandes olvidados.
Va por vosotros
Un saludo