Y salí perdiendo..
Todavía dolorido y con la cara hecha un mapa recuerdo mi "memorable" bajada por el camino de los leñadores de ayer por la tarde.
Iba yo con mi máquina haciendo mis virguerias cuando agazapada tras un tronco una rama asesina intentó derribarme de mi montura. Intenté zafarme por todos los medios pero..... ¡zaaaasca....!
, en todos los morros.
No pudo la muy cabrita hecharme abajo pero la cara de sorpresa que se me quedó por tal inesperado ataque fué memorable.
Tiré de frenos y aparqué mi máquina contra otro pino (este más amigable) y me heché las manos a la cara consciente de lo que me podía encontrar. Efectivamente el guante se me llenó de sangre. Empecé a temerme que las consecuencias del vil ataque podían ser poco agradables cuanto menos aunque, despues de limpiarme con agua y varias gasas que llevaba en la mochila (uno que es previsor) y usando mis gafas como espejo me di cuenta que no había sido para tanto. Me había escapado........ por poco!
Compungido y dolorido ante tamaña agresión cogí de nuevo mi montura y volví a casa. Tras recibir la correspondiente reprimenda de mi parienta (que si ya no eres un adolescente, que hay que ver...etc) me puse a desinfectarme mis heridas. Oú, la cara hecha un mapa. Y lo peor... como explico esto en la oficina...
El cachondeito que tienen mis compañeros hoy con mi careto es de órdago.
Por todo ello, solo deciros que ... no os peleéis jamás con un pino,................ seguramente acabaréis perdiendo!.
Salud2