El poder de la mente

Juan Teruel

Enviado: 02-05-2006 20:07
Registrado: 18 años antes
Mensajes: 136

Lo que nos ha reunido aquí es una propuesta de nuestro amigo en común (M.), hoy todos vamos a ensayar lo que será su reto personal, a nosotros sólo nos necesita para un trabajo extra que será filmarle el próximo domingo, pero la parte realmente importante es de su responsabilidad.

El caso es que una de tantas noches que coincidimos en nuestros respectivos entrenamientos contó conmigo, un amigo en común le comentó que estos últimos años he tocado algo la minidv y como ya hemos escalado y practicado espeleo vertical juntos, debió de verme como un candidato a colaborar en su proyecto.

Por una parte me pareció una oportunidad de comprometerme en algo importante con un amigo, así que le contesté que sí, y por otra parte pasó por mi cabeza mi corta experiencia años anteriores hasta dar con la situación a día de hoy y es que “hace mucho de eso, necesitaría volver a meterme en ambiente de pared larga, saldré este fin de semana con vosotros”.

Nos hemos metido en las mismas vías que utilizaremos para su reto y nuestra filmación, pero para ello hemos instalado 130 metros de cuerda fíja en la pared, evidentemente le ha tocado a él bajar instalando, yo simplemente le he ayudado en el porteo y me he limitado a seguirle rapelando a un fraccionamiento de distancia.. Pese a los años transcurridos el patio me impresiona lo justo, el truco que utilizo como entonces es mirar el tramo de pared que en ese momento estoy bajando (parece que fuera ayer), además es más seguro por si la cuerda roza con alguna piedra suelta o piso alguna repisa descompuesta, por cierto M. tuvo que avisarme de una laja que parecía pegada a la pared sólo por su base. Como corresponde a la técnica de progresión en espeleo, la instalación ha de caer al vacío evitando que la cuerda roce en los resaltes de la pared, o en las pequeñas travesías por las que discurre la ruta que no ha sido equipada para la espeleo sino siguiendo el itinerario más lógico para un escalador; así que se hace necesario colocar algún que otro clavo para asegurar que la cuerda cuelga limpiamente al vacío en los diferentes tramos. Y qué ocurre cuando M. colocar un clavo, pués que a partir de ahí hasta el próximo anclaje hay que descolgar todo nuestro peso (primero uno y después el otro) de ese clavo.

A eso lo llamo yo poder mental, a la decisión personal que hemos tomado de fiarnos de ese clavo al que le vamos a colgar nuestro peso, más el de la cuerda que pende, más nuestro petate que en en caso de M. alojaba otra cuerda de 60m. Poder mental porque en la mitad última de la vía que es la primera que rapelamos no está equipada con parabolts que tanta confianza nos dan, sino que spits y clavos que con el paso del tiempo algo se han oxidado. Los parabolts aparecerían a mitad de vía para abajo, ¡qué confianza transmiten la verdad! La misma que mi amigo M., mientras él controle la situación me siento seguro aqui.

Una vez pisamos suelo, allí nos esperan P. y L. que escalarán una vía paralela, mientras yo “jumareo” en solitario todo lo que acabamos de rapelar, esto me dá cierta confianza, tengo el terreno reconocido, acabo de probar que la instalación aguanta un peso mayor que el mío, pero aún así tengo miedo de lo que pueda sentir en los últimos largos cuando mis vaivenes propios de la progresión por una cuerda fija utilizando la técnica propia de del big wall ejerzan una fuerza mayor que rapelando sobre los spits y pitones.
Que nadie se asuste, no me mataría, hemos “cosido” la cuerda a la pared, pero en el casi improbable caso de que hiciera saltar un anclaje, caería sólo una media docena de metros, lo que necesitara el siguiente tramo de cuerda que está por arriba en desplegar su comba y tensarse, eso sí la sacudida que daría al tensarse unos treienta o cuarenta metros de cuerda sería importante, si antes no aterrizo en alguna repisa que me rompiese algún hueso, eso seria lo peor que podría pasar, aparte del tema de las piedras. El poder de la mente es el que me hizo acometer esos tramos con éxito, porque físicamente el trabajo era el mismo que en los tramos inferiores, sólo cambiaba el anclaje, el único cambio eran mis temores, la técnica de progresión es la misma, el cansancio lo contraresté descansando, como cuando caminamos, aquí lo único diferente es ese clavo metido en una fisura del que cuelga mi peso y el de casi cien metros de cuerda.

El poder de la mente, es el que he visto en mis compañeros escalando una vía de igual dificultad que mi itinerario, 6b para 130 metros de recorrido, M. la escala toda ella de primero de cuerda y eso sí es control mental.

Los dos compañeros que escalan de segundo tienen que agarrarse a los mismos sitios que el primero así que más de lo mismo, bueno lo mismo, NO, porque a L., (y yo mismo he sido el primer sorprendido “in situ”) está escalando una vez se ha recuperado de un accidente laboral hace año y medio que le arrancó uno de sus brazos.

Seguramente a él le haya tocado superar miedos mayores.

Juan Teruel.

Karma: 0 - Votos positivos: 0 - Votos negativos: 0

Escribe tu respuesta