Picos de Eriste.
Pico Espadas y Posets desde las Bordas de Viadós
En julio anduvimos bicheando unos días por el Pirineo, aunque la climatología no estuvo de nuestro lado, con tormentas y pocos episodios de tiempo estable, de hecho,esta excursión es de las pocas que se ajustó a nuestros planes.
El Valle de Gistaín es uno de los que más nos gustan del Pirineo, fuera de los circuitos del turismo de masas y prácticamente desconocido para el gran público, es un reducto de paz y tranquilidad frente a la masificación insoportable de otros lugares.
Nos alojamos en el camping el Forcallo, y como ha ocurrido todos estos días, la meteorología nos siguió jugando malas pasadas, tormentas desde mediodía e inestabilidad, para nada aconsejable meterse en actividades de cierta enjundia.
Sin embargo, justo la víspera de marchar para casa, ¡¡por fin!!, una ventana de estabilidad que aprovechamos para el Eriste Norte, montaña a la que hace tiempo tenía dando vueltas, de todas formas, nos pegamos un buen madrugón para comenzar a caminar con las primeras luces del día y esquivar las posibles tormentas de tarde.
El Pico Espadas desde las Bordas de Viadós
Después de andar unos pocos metros, nos adentramos en el Valle de la Ribereta siguiendo el GR 11-2 al Collado de Eriste y Ángel Orús.
Valle de la Ribereta.
El muro de la cascada que remata el valle.
En este punto, pasado un nevero, dejaremos el GR y seguiremos el letrero del Ibón de Millars
Ibón de Millars.
Desde el lago deberíamos haber encontrado una hilera de hitos que nos llevase hacia una meseta por encima del lago, sin embargo, oye, debe ser la edad, la miopía
o el sol de cara, pero que no vimos nada, tiramos todo para arriba...
...Y esto el GR no es
Tras perder un buen rato buscando el camino, vimos un grupo que venía muy a la izquierda de dónde estábamos ,lo que nos sirvió para darnos cuenta del error.
...Y al final acabamos en el sitio correcto. desde aquí se ve la terraza que te deja en el Collado de Millars,peeero,
aquí también nos despistamos y subimos mucho, y ¡¡no!!, porque aunque se llega al mismo lugar, se va por una pedriza muy inestable e incómoda.
Subiendo...por dónde no es.
Espadas y Tucón Royo.
Seguimos por esa pedriza que va a dar una antecima.
Lo que nos queda a la cumbre...
La cumbre es un extraordinario mirador que nos hace tomar conciencia de lo ásperos, duros y alejados que están estos picos, pocas veces he visto tal acumulación de bloques y terreno tan incómodo de andar...
Cruzamos de nuevo la arista y para abajo de nuevo...
...De nuevo en el bosque.
Ruta realizada, marco el itinerario desde el cruce del GR 11.2 y el Ibón de Millars, hasta aquí basta con seguir el GR 11.2 desde Viadós.