Hola a tod@s, amig@s...!!
Me gustaría compartir con tod@s vosotr@s la que ha sido mi primera ruta por Sierra Nevada.
La ruta (Güéjar Sierra-Barranco de San Juan-Vereda de la Estrella-Cueva Secreta-Laguna de La Mosca-Mulhacén-Laguna de La Mosca-Cueva Secreta-Vereda de La Estrella-Barranco de San Juan-Güéjar Sierra), pese a no haber ido nunca antes por Sierra Nevada e ir en solitario fue elegida a conciencia, sabiendo que es de las rutas más duras que hay(si no la que más), para subir al Mulhacén, debido a su gran distancia(40 km. Aprox. Ida y vuelta)y a su fuerte desnivel(2400m)
Es también, la primera vez que subo un “reportajillo” al foro, pues, llevo registrado solo un mes, así que… no sé como saldrá, pero prometo ir mejorándolos con el tiempo.
Yo vivo en Móstoles (Madrid), así que en realidad, mi ruta comienza en coche desde ahí, tras preparar la mochila con todo lo necesario para pasar dos días “de aventuras”.
Salí el lunes 18-08-14 a las 00:10, y tras conducir 440km a las 04:30 + - me encontraba ya en Güejar Sierra. Esperaba encontrar al pueblo sumido en el silencio y la calma propia de la madrugada… nada más lejos de la realidad!!
El pueblo entero estaba en fiestas y no veáis que ambientazo que había…!!!
Me di un breve paseo hasta la plaza de la iglesia para estirar un poquito las piernas y me bajé de nuevo al coche, a esperar a que los primeros rayos del sol hiciesen acto de presencia.
Mi intención era la de llegar el primer día a la Laguna de la Mosca, y hacer noche allí. El segundo día pretendía hacer cumbre al amanecer, recrear la vista, y regresar por donde había venido.
Bueno, pues a las 07:00 me puse en marcha, dirección al Barranco de San Juan.
En una hora + - se llega al Barranco de San Juan, pasando por algunos túneles esculpidos tiempo atrás en la roca, dignos de admiración, algunos puentes de cable de acero (algo inquietantes)…
Dicen que el tiempo lo cura todo… pero para estos refugios, el paso del mismo, parece haber resultado fatal…
Sobre las 08:30 llegué a la Vereda de La Estrella. El sendero, trazado a media ladera, en este valle labrado por el rio Genil es sencillamente espectacular. Existe un fuerte contraste entre la vegetación árida de solana donde la encina predomina y la vertiente de la umbría, en la que los árboles caducifolios (fresnos, castaños, robles, arces…) ofrecen un variado y rico cromatismo.
Es pronto, el sol todavía está bajo y en algunos recodos sus rayos no consiguen penetrar.
Pasaban solo unos 40 min. de haber iniciado la Vereda de La Estrella cuando me topé con “El Abuelo”, y sus 22m de altura. Éste magnífico ejemplar de castaño centenario ha permanecido hasta la fecha como testigo mudo del paso del tiempo…
Sus tremendas y potentes raíces se aferran a lo que le pertenece…
Me intento hacer una idea de lo duro que debía de ser aquí la vida de los lugareños, la mayoría dedicándose a la minería y la ganadería de forma marginal, para procurarles el sustento a sus familias.
A mitad de ladera, en todo el recorrido, se pueden observar muchos cortijos ya en ruinas…
Este punto, que, indicaba hacia Peña Partida-10km, lo alcance a las 09.55
Pero, sin duda, lo más espectacular de la Vereda de La Estrella, iba a presentarse ante mi tan solo 10min. después. La vereda se adentra en el corazón de Sierra Nevada, y en uno de sus muchos recodos, hace un giro inesperado, surgiendo de repente la imponente vista de las caras norte de las cumbres de la Alcazaba y el Mulhacén cerrando el valle. Impresiona el contraste entre este angosto y frondoso paisaje que el rio Genil ha abierto y la imagen descarnada de las cumbres de Sierra Nevada. En este punto… me emocioné profundamente, no pude evitarlo. Que regalo tan bonito…!!, qué capricho de la madre Naturaleza…!!
Me resulta difícil no pararme a tirar una foto prácticamente cada 20min.
Transcurrían 50min desde que se “mostraban” la Alcazaba y el Mulhacén, el reloj marcaba ya las 11:00
La vereda, por momentos, parece no tener fin…!!
Un vistazo atrás… y a continuar!!
A las 11:30 + - llegue a las minas de La Estrella y de La Probadora, en explotación hasta 1957(por lo que pude leer, los propietarios dejaron de pagar a sus empleados y las desatendieron, hasta el punto en que los trabajadores optaron por vender las herramientas y utensilios de trabajo para poder cobrar lo que se les debía. Tras esto, fueron abandonadas definitivamente y declaradas en desuso)
Según dejamos las minas atrás hay que cruzar el rio Guarnón, que baja estruendoso desde el Veleta.
Son ya las 12:00, y mi cuerpo me pide el primer descanso del día. Los 18kg de mochila y las 5 horas de pateada empiezan a notarse…!!!
Este punto está como media hora antes de llegar a cueva secreta, y yo paré 2 merecidas horas.
Comí, descansé, y repuse fuerzas para continuar.
Marqué la roca con otra, y dejé escrito mi nombre al más puro estilo Altamira… jejeje
A las 15:15 + - un poco más cerca…
Y más cerca…
Pasada Cueva Secreta, el camino es durísimo, pero alentador al verse cada vez más cerca del objetivo. La pendiente se endurece, y el camino es prácticamente sobre pedruscos que se mueven y de qué manera, el desnivel aumenta notablemente.
Las siguientes fotos las saqué entre las 16:45 y las 17:00, el calor apretaba de lo lindo…!!
A eso de las 17:30 + - me disponía a coger agua del río, cuando me topé con un montón de huesos y cuernos, destacaba la cabeza íntegra de lo que parecía ser (por su tamaño) un ejemplar de Macho Montés. Decidí coger el agua en otro punto, más adelante, aún llevando pastillas potabilizadoras, por si acaso…
En estos momentos eran las 18:30, y mi sensación… la de que me convendría subir un poco el ritmo, pues me encuentro “bien”, y quizás me he entretenido en exceso recreando mis retinas y tirando fotos… algo comprensible cuando uno disfruta de semejante belleza en un lugar tan espléndido y nuevo para mí, de hecho, ni siquiera me había marcado una hora en concreto de llegada a la Laguna de La Mosca, porque sabía que algo así sucedería sí o sí…
Una miradita hacia atrás… y lo dicho, a apretar un poco, la ya de por sí, durísima subida…
Es todo una maravilla, hay cabras montesas, prácticamente allá donde mires…!!!
El “ligero cambio de ritmo” me hizo acercarme considerablemente a mi objetivo, a la par que mi cuerpo notaba las consecuencias del mismo, sobre todo las rodillas, aún así, a las 19:45 estaba ya, algo más positivo que a las 18:30(cuando intuía llevar cierto retraso)
Los calambres van adquiriendo protagonismo, hasta el punto, en que cada 10min. me veo obligado a parar, y en una de esas paradas, sufrí un accidente muy tonto, pero bastante doloroso. Trataré de explicarlo brevemente…
Había parado por los calambres, y me estaba echando un trago de agua. Yo suelo llevar una nevera de tela (muy ligera) con 6 botellas de 50cl, y voy “jugando” con ellas dependiendo de si hay abundantes puntos para abastecerse o no. Como estaba literalmente cerca de llegar a la Laguna de La Mosca, y sabía que ahí tendría agua, pues llevaba la nevera con 5 botellas vacías, también para evitar cargar con 2,5kg de más… pues bien, descuidé un segundo la nevera, y justo en ese momento un fuerte viento sopló llevándosela unos buenos metros ladera abajo, instintivamente, y con temor de que el viento pudiera llevársela por donde tanto sufrimiento me había costado subir, pues, salí corriendo para recuperarla… Enseguida me di cuenta del error, me encontraba ganando velocidad de forma increíble ladera abajo…, en tan solo unos 5-7m ya no podía frenar la inercia desbocada de mi arrancada, y me veía frenando bien de cabeza, o de boca…, así que intenté girar bruscamente para no bajar tan en picado y que el inminente impacto, por lo menos, fuese más de costado que de cabeza, pero todas las piedras se movían y mis ya acalambradas piernas hacían lo que podían. Nada parecía poder hacer para detener mi precipitación ladera abajo cuando vi una piedra de “buen tamaño” como para saltar hacia ella e intentar agarrarme, esperando que aguantara en su sitio y no se viniese conmigo detrás, así que salté hacia ella y me agarré a esa piedra como si me fuera la vida en ello… conseguí frenar casi en seco gracias a Dios y a que mis manos respondieron, pero eso sí, tenía un buen golpe en el tobillo derecho, otro peor aún en la pelvis, el antebrazo derecho lleno de contusiones y heridas leves sangrantes, y lo peor de todo… la mano derecha, aunque no estaba muy desgarrada, parecía que me iba a explotar del dolor que sentía, sabía que en la mano me había hecho “algo feo”, se había inflamado de forma inmediata, parecía una bota de vino y presentaba un color azulado no “muy bueno”. El dolor era del “paralizante”. Éste accidente me retrasó muchísimo, y me dejó la mano derecha inservible, incapaz de coger nada con ella, ni usarla para sujetar o apoyar, y medio cuerpo magullado. En consecuencia, me oscureció, así que me tocó subir con la linterna, tan dolorido como exhausto, con más pena que gloria y algo desorientado en los metros finales…, planté la tienda a las 23:45, cené y me tomé un ibuprofeno.
En mi cabeza tenía ahora dos opciones, la primera era según amaneciera regresar y directamente que me viese la mano algún médico, y la segunda era esperar a ver qué tal me encontraba físicamente tras descansar unas “poquitas horas” más de las previstas inicialmente y de encontrarme “medio bien” continuar hasta la cumbre y, ya entonces sí, regresar por donde vine. Dándole vueltas a la cabeza sobre qué hacer, me quedé dormido enseguida…
Me desperté casi a las 11:30, la mano me dolía muchísimo pero sin embargo había descansado mucho y me sentía las piernas “bien” así que me tomé otro ibuprofeno y decidí que continuaría…
Cuando abrí la tienda me quedé fascinado y en ese momento me sentí enormemente recompensado por mi esfuerzo del día anterior. Como monté la tienda siendo ya de noche no sabía las vistas tan maravillosas que me encontraría al día siguiente y cuando las “descubrí”, simplemente, me sentí la persona más privilegiada de este mundo… y si tuviera que quedarme con algún momento… sin duda, fue ese; abrir la tienda y… Guuaaaaaauu!!!
He de decir también que hasta ese momento, no me di cuenta de que en algún punto de la subida por la Loma del Lanchar, estando ya a oscuras, debí de desviarme ligeramente hacia el Este, y es por eso que la laguna que se aprecia en la siguiente imagen, tomada desde el interior de la tienda ,(aunque pega la sombra en ella y se ve bastante oscurita) no es la de La Mosca, es la Laguna Larga, así que tocaba ver lo que podía hacer entonces desde allí, pero eso sería tras desayunar disfrutando de aquellas magnificas vistas tan reconfortantes… Aunque la sierra está muy seca se pueden apreciar lagunas y amplios valles labrados año tras año por el hielo, sobre el abismo que la ventisca azota sin piedad, no dejando crecer las plantas apenas unos palmos de altura…
Tras divisar y tener claro el punto exacto en el que me había salido de la ruta, la idea de desandar la más que considerable distancia hasta allí, para reconducir la ruta hacia la cumbre con otra durísima ascensión es descartada de inmediato por temas físicos y por falta de disposición de tiempo. Decidí entonces subir por un trazado casi imperceptible a la vista (por su estrechez), pero que estaba allí, parecía salir desde Laguna Larga y tras subir por otra loma parecía llegar hasta las posiciones del Veleta; la idea ahora consistiría en coger por esa vía el Mulhacén.
Dicho y hecho, recogí todas mis cosas y me puse de nuevo en marcha. Bajé a la Laguna Larga (unos 20min. desde la posición de mi tienda) y tomé el sendero. Me llevó algo más de hora y cuarto subir esa loma y cuando llegué a una especie de risco que la coronaba me di cuenta de que para alcanzar las posiciones del Veleta debía salvar un obstáculo inapreciable desde la posición de mi tienda pero que ahora tenía ante mi claramente. Se trataba de otro gran barranco labrado por las aguas del Guarnón. Sería entre las 12:30-13:30 del Martes 19 ,justo en ese punto contacté con un grupo de 4 hombres, los cuales, subiendo por el Guarnón habían alcanzado el mismo punto que yo, estaban acabando una paradita y se dirigían a la Laguna Larga de la que yo venía. Como yo solo contaba con algunos datos, imágenes y traks escasos y muy específicos de mi “ya abandonada” ruta obtenidos gracias al foro aproveché para preguntar algunas cuestiones que gustosamente me resolvieron. Se preocuparon por el estado en que tenia la mano y el brazo. Uno de ellos me dijo que era forero y me comentó que ese día un grupo de conocidos suyos iban a hacer noche en Cueva Secreta y me animó a quedarme con ellos y hacer noche yo también. Lo tendría en cuenta.
Llegado este momento me doy cuenta de que hay tres posibilidades (tras hablar con ellos); la primera era continuar hasta el Veleta advertido del tiempo a invertir y de que tendría que subir por el nevero que queda y me va a costar mucho con la mano hecha polvo y una vez allí hay unas 4horas al Mulhacén y unas 2,5horas hasta la pista de ski. La segunda era bajar por el Guarnón, por donde ellos venían y seguir dirección cabañas viejas, a priori, la menos costosa pero no pasaba por Cueva Secreta si tenía pensado hacer noche allí. Y la tercera era volver directamente por donde había ido y una vez en Cueva Secreta ver lo que hacer. Les di las gracias por aclararme un poco las diferentes vías a seguir y uno de ellos intentó levantarme el ánimo (Pues estaba cabizbajo y muy decepcionado; era la primera vez que me iba a volver de una ruta sin cumbre) diciéndome que no me quitara el mérito de haber subido esa última loma, que el mismo la había subido con unos 20 años y que ya entonces dijo de no subirla más y hasta la fecha no lo había vuelto a hacer. La había bajado en varias ocasiones pero renegaba de subirla… y ya por último antes de irse uno de ellos consultó su altímetro y me dijo que el pico que tenía allí donde había llegado era un 3.000(Cerro Real o Peña Real… o algo así me dijo que se llamaba) y me encontraba tan solo a 80m. Decidí subirlo y traerme al menos un 3.000 para casa…!!!
Las vistas desde un 3.000 siempre son un “buen premio” al tesón, esfuerzo y ainco…
Aunque mi más puro sentimiento en esos momentos en los que asumes que te vuelves sin el premio tras el esfuerzo y estando “tan insultantemente cerca” se resume y expresa en la siguiente imagen, que seguro, vale más que mil palabras…
Una vez asumido que no habría cumbre por esta vez, me decanté por iniciar el recorrido de regreso a Güéjar por donde había venido y bueno… quedarme con la experiencia de esta primera toma de contacto para, en ocasiones venideras, hacerlo bien…!!Creo que me llevo bastantes conocimientos interesantes para la próxima vez…!!
El descenso por las lomas pedregosas de las caras norte hasta coger la Vereda de La Estrella es más delicado de lo que parece y se me hizo muy duro, sinceramente lo admito, la batalla era ahora mas mental que física… me daba la vuelta constantemente y me quedaba mirando con rabia el techo de la península ibérica que cada vez iba quedando más atrás y que se me había escapado de esa forma… maldita sea!!!
Realizando una parada de 1h. para comer y renqueante en cada paso de regreso a eso de las 19:30 + - llegaba a Cueva Secreta, efectivamente había un grupo de 3 tiendas de campaña ya perfectamente instalados. Me lo pensé un rato sabiendo que si no me quedaba allí me oscurecería otra vez pero con la diferencia de que esta vez conocía el camino y no tenía comparación con el tramo que acababa de superar, así que decidí continuar y si se me hacía de noche pues tiraría de linterna otra vez e iría con mucho cuidado. Eché entonces el definitivo y último vistazo atrás para decirle al Mulhacén:”Ten claro que dentro de poco, nos veremos de nuevo amigo…”
A las 20:30 me crucé con el guarda del Parque (a unos 45min.+ - de las minas y a unas 2h. + - de “El Abuelo”)
Enseguida oscurecía de nuevo, así es que esta que tiraba es la que sería la última fotografía
Sobre las 23:45 + - llegaba a Güéjar bastante satisfecho, la verdad, pero con la espina bien clavada de no hacer cumbre. Las sensaciones son agridulces, pero sin duda, más dulces que agrias. Según entré al pueblo me encontré con una patrulla de la Guardia Civil, la misma pareja con la que me había cruzado al iniciar la ruta y a la cual puse en aviso de mis intenciones… se notaba que se quedaban tranquilos ellos también sabiendo que ya estaba allí de vuelta jejeje.
Tras el merecido banquete y descansar unas horas en el coche a las 07:30 me ponía de nuevo rumbo a Móstoles y a las 12.00 + - llegaba a casa. De ahí al hospital, a que me vieran la mano. Tras ser atendido de urgencias y realizarme varias placas me diagnosticaban una Tumefacción y hematoma en eminencia tenar y en reborde óseo, Tumefacción en la cabeza del quinto metatarso, Contusión en quinto dedo con artritis postraumática y desplazamiento de la quinta falange… Tratamiento: Vendaje compresivo, ibuprofeno, paracetamol y frío local…
Y poco mas amig@s, deciros que volveré en cuanto me sea posible, pues esto se ha convertido en algo personal.
Un fuerte abrazo para tod@s...!!!