Aprovechando el buen tiempo reinante, nos pusimos en marcha para ver el otoño en esta maravilla del pirineo, días 4 y 5. Aún ha sido un poco pronto para el espectáculo, el bosque se resiste y aún se refugia en un falso otoño. Las alturas estaban más engalanadas de ocre; el tiempo allí ya es frío y la alta montaña empieza a soñar con el invierno.
Nuestra principal meta era la ascensión al Cilindro de Marboré y bajar por el circo de Cotatuero y sus famosas clavijas. Pero esto tan solo es el pretexto, ya que los verdaderos momentos y las emociones ocurren casi siempre en el camino. Y nos ponemos en marcha, a la aventura, siempre agradecidos a que la madre naturaleza nos brinde sus mejores momentos y las galas que ella quiera darnos. Así que nos ponemos en sus manos y en el destino; nos ponemos en el camino.
Decir que los afortunados hemos sido el que suscribe (Viejolobo), mi amigo Vicent, y mi hijo Rafa.
Las fotos he intentado coger las que irradian más fuerza y nos recuerdan los momentos pasados. Con más de 700 fotos, si, no exagero, ha sido dificil cual colgar. Unas cuantas de todos para intentar compartir los momentos y lugares. Espero que os gusten, un buen puñado de fotos. Hace tiempo que no cuelgo nada, y me ha costado trabajo, ya que me estoy volviendo perezozo para esto. Que las disfruteis.
Dos días de soledad (excepto en el refugio de Goriz). Aproximación desde la pradera de ordesa hasta dicho lugar. Ascensión al cilindro de Marboré 3.325m. Y vuelta hasta la pradera de ordesa por el circo de Cotatuero. Una ruta planificada para hacer un poquito de todo. Escalada facil, rapel y lo que resulta ser casi una ferrata (las famosas clavijas de cotatuero). Las fotos mostraran algo de lo vivido, pero lo que es imposible transmitir son las sensaciones ante tanta belleza. La armonía y comunión con la montaña y con las sendas esquivas y solitarias.
Espero que os guste.
El otoño comienza a recibirnos por la pradera de Ordesa, presagiamos dos días de aventura.
Y el bosque nos engulle como si de una puerta tridimensional se tratara.
El paisaje y el gran cañón de roca a nuestro lado engalanan la tarde.
El bosque encantado con la magia de este lugar.
Vamos saliendo y dando vistas a la gran amplitud de estas montañas.
Ahora el agua es la protagonista y nos recreamos en esos saltos de las gradas de Soaso.
Y después de la parada obligatoria y reponer fuerzas continuamos nuestro camino.
El escenario se agiganta y asoma la alta montaña dominando el gran circo.
Hemos dejado el bosque y nos reencontramos con el gran zocalo que sostiene Monte Perdido.
La tipica foto de la cascada de Cola de Caballo, en una imagen sin gente, todo un espectáculo.
Comenzamos a ascender por la senda de las cadenas y clavijas hasta que ganamos altura
Comienza un nuevo terreno donde observamos que los colores ocres reinan en las alturas.
Nuestro objetivo del día siguiente, el Cilindro de Marbore 3,325m.
Los colores de alta montaña nos hacen saber que el otoño está presente.
Es el día 5. Salimos del Refugio de Goriz a las 06:00 de la mañana y el amanecer junto con el frío nos abre la puerta de la alta montaña con toda su crudeza. Abajo la sombra del valle de Ordesa.
El frío reina en la montaña. Un sol que quiere atravesar la dureza del día que abre. Y arriba la gran mole de la montaña que pretendemos hollar.
La nevada de días anteriores decora el paisaje.
La magia de las alturas. El sol corona las cimas lejanas y les da la falsa visión de un gran volcán.
Azul y blanco acero para enamorar la retina.
El sol sigue abriendo camino entre ese firmamento que desaparece.
Un paso con cadenas nos facilita la subida
Un lento avance hacia el gran muro de la montaña
El lago helado de Marbore hace honor a su nombre, estamos bajo cero.
La gran mole de Monte Perdido la llevaremos de fondo sobre nuestras espaldas.
Subimos por un corredor con una pequeña nevada.
Nos abrigamos y comemos es la ley de no desfallecer.
Desde aquí divisamos la tristemente conocida "escupidera" de monte perdido por los trágicos accidentes que allí han sucedido.
El corredor nos llevará hasta una zona de la montaña que es la más factible para la ascensión.
Vamos ganando altura y el sol sale por encima de monte perdido
Estamos a punto de ganar el collado desde donde iniciaremos un corto largo de escalada de IIIº
Una vez ganado el collado las vistas son grandiosas.
Iniciamos el largo de escalada para superar otro escalón de la montaña
Superado el largo de escalada viene una zona de arista y un gran rellano nevado
Las vista comienzan a engrandecerse
Un nuevo rellano nos va llevando a la cima
Y seguimos recreandonos con el ambiente
Caminamos sobre un blanco tapiz que la montaña pone bajo nuestros pies, al fondo monte perdido
El día, la ilusión, y el esfuerzo de superación nos hace hollar la cima tan deseada
Desde aquí contemplamos la mítica norte del Perdido y su agrietado glaciar.
ENHORABUENA Amigo, Hijo nos hallamos arriba
Desde arriba divisamos la subida y el refugio de Goriz
Recreandonos con la magia del momento
Y regresamos sobre nuestros pasos para realizar un corto rapel
Hemos llegado al refugio y nuestros Angeles están ahí.
Sabemos y nos encontramos seguros
ENHORABUENA señores
El reposo del guerrero, retomamos fuerzas para las cinco horas que tenemos por delante
Empieza ahora otro momento del día, para mi personalmente el más mágico. Los ocres de la montaña con sabor a otoño nos acompañan por paisajes de ensueño.
Vamos camino del circo de Cotatuero
Arriba quedan los grandes con ese manto de ensueño bajo sus pies
La montaña y el hombre
Nuestra retina sufre una constante descarga de colores
Las primeras llanuras que coronan el gran circo, magia en las alturas
Echamos la mirada atrás para despedirnos de la alta montaña
La tarde avanza y no nos queremos marchar
El tiempo se ha detenido y queremos ser sus prisioneros
Los limites del silencio, estamos en la barrera de una soledad eterna
La naturaleza en todo su esplendor
Avanzamos pero con lagrimas en los ojos
La figura del mortal contemplando la inmortalidad
El ser se pierde en el infinito
Con el fluir del rio marchamos, seguimos su destino que es como el nuestro
Queriendo captar lo indescriptible
De un padre y un hijo en el mejor escenario
Vicent, seguimos acariciando montañas, que sea por mucho tiempo
Un nuevo paraiso se descubre ante nosotros
La otra montaña. La dura. La del imperio de los abismos y de muros de gloria.
Se acerca el final de un momento ante tanta eternidad
La vida que surge en las cumbres para saciar la sed de los hombres
Llegamos a las clavijas de Cotatuero, la última dificultad de la jornada
Disfrutamos como niños, unos más que otros
Rafa se lo pasa en grande ha estado a la altura de los momentos
Y por fin nos reencontramos de nuevo con el bosque, vamos en dirección de la pradera de Ordesa
Vicent y Rafa ha sido un placer el haber vivido esta aventura, nos toca descansar
Y una última mirada a los paraisos de los escaladores
Y el bosque se despide. El tunel del tiempo que cruzamos para devolvernos a la realidad.
Gracias a esa Naturaleza que nos ha acogido, brindandonos esos regalos en multitud de formas y colores, de sentimientos.
Nos volveremos a encontrar en las montañas, de seguro.
Hasta pronto.
Nunca desistas de tus sueños. Sigue las señales.