Este era uno de esos proyectos que llevaba tiempo fraguándose, hasta que al final tuvo su fecha.
La inspiración venía de varios frentes:
- la “travesía de Sierra Nevada” (diferente de la “travesía de los 3.000s”) descrita por Lorenzo Arribas para esquí de Travesía y que se antojaba como un reto emocionante.
- el recorrido que el
Gran Pacote describió en el foro hace algunos años ya. [
www.nevasport.com]
- y porque no…, las desventuras alpinas del Poscojo y sus amigos, que tan bueno momentos nos traían en el foro amarillo…[
www.poscojonuo.com]
Me extiendo un poco en esa cresta principal tan representativa de Sierra Nevada, originada en el plegamiento del macizo. Este eje, claramente dominante, que abarca desde el Cerro del Caballo en Granada hasta el Peñón de La Polarda almeriense, se alza como línea divisoria entre las dos vertientes principales de este grupo de montañas: la orientada al Norte o Atlántica y al Sur o Mediterránea. Sin olvidar que a un lado y otro de esa línea principal, se alzan, a modo de contrafuertes, otras muchas alineaciones (algunas de gran importancia como las Lomas de Cañar, Púa, la del Mulhacén, la de Piedra Ventana, etc, etc).
Según se extrae de la Guía de Visita del Parque Nacional, de los 2.000 kms2 aprox de Sierra Nevada, el 65% de la extensión del macizo pertenece a la Cuenca Hidrográfica del Sur (mediterránea) y el 35% restante a la Cuenca del Guadalquivir (vertiente atlántica). No obstante es erróneo pensar que “todo lo que cae” al norte de la Divisoria terminará en aguas atlánticas, la excepción se encuentra en el extremo oriental (provincia de Almería) como ahora veremos. Repasando los cauces más importantes de la vertiente sur de Oeste a Este tenemos: el Río Guadalfeo (que recibe aguas de los Dúrcal, Torrente, Lanjarón, Chico, Poqueira, Trevélez y Cádiar), el Río Adra (donde confluyen los Mecina, Válor, Nechite, Laroles, Bayarcal y Alcolea) y el Río Andarax (y aquí se encuentra le excepción, pues este rio recoge las aguas del propio Andarax –Laujar- y del río Nacimiento, que discurre al Norte de la Divisoria). La vertiente norte lleva sus aguas al Guadalquivir, a través del Río Genil (que suma las aguas del Maitena, San Juan, Dílar, Monachil y Aguas Blancas) y del Río Fardes (que en la vertiente del Marquesado se origina en el Río Verde o Guadix).
Y como una imagen vale más que mil palabras resumimos aquí:
Introducido el asunto con esta ración de culturilla orográfica, paso a relataros nuestro periplo por el tramo central de la Gran Divisoria. Salimos de la Hoya de la Mora en “horario jabato”, hoy me acompaña Jose, montañero de pata negra, apasionado de la Sierra y andarín donde los haya.
Las primeras claras nos sorprenden en el Collado de la Carihuela. Hoy es un día especial, pronto pasarán por aquí los Ytantos, vestidos con sus mejores galas: las galas del aniversario. Un buen día de hace algunos años apareció “El Boti” en este foro, se presentó y presentó “al futuro”. De la noche a la mañana, pasó de llevar dos jóvenes guardias pretorianos a portear material de alta montaña, de “escalar” los Lagunillos a enfrentarse a la Norte del Mulhacén; pero a pesar de tan admirable progresión, el tono de sus reportajes sigue siendo el mismo: el del respeto, la alegría, la camaradería, el deseo de aprender, la evolución, …. Mientras el futuro llega, celebro el presente de poder conoceros. Larga vida a los Ytantos, larga vida a sus montañas.
A nuestro paso por Loma Pelá, el sol acaricia las grandes cimas del entorno del Veleta.
Avanzamos a buen ritmo y llegamos a la Laguna del Mulhacén (o de la Mosca), dominio de la Cabra Hispanica Humanizada, que se acercan sin miedo alguno para “limpiar” los restos de comida que podamos dejar (aunque no venimos de “pitanza” como para ir haciendo regalos…). Este es un lugar estratégico en el recorrido, desde aquí no volveremos a encontrar un punto seguro de agua hasta… el batido de chocolate de la Pastelería de Alcudia de Guadix!!. Toca reponer líquido hasta los topes. A pesar de estar en el desagüe vamos a utilizar pastillas porque hemos encontrado varios gusanillos. No vayamos a coger una gastroenteritis aguda de esas que afecta a la escritura foril….
(ya quisiera io aora 1gazpaxito güeno desos q pone Rafa en l Pokeira…).
El astro rey ya Juega a los Bolos y nosotros salimos hacia el Vasar de la Alcazaba, intentando aprovechar la sombra al máximo.
Avanzamos por este impresionante balcón mirador.
A la salida del Vasar, echamos otra miradita hacia la izquierda, sobre las Chorreras de Vacares en esta Subcuenca del Genil.
Seguimos ahora en dirección Norte, el sol se ofrece para acompañarnos algunas-muchas horas, llegamos al Puntal de Vacares, uno de esos lugares donde “ya nunca estamos solos”.
Dice el de la foto…..
Allá a lo lejos, del centro de la Granada cristiana partió una noche un caballero de la orden del foro con intención de llegar andando hasta la alpujarra profunda. Cuenta la leyenda que quizás la lectura de aventuras le sorbiera el seso o que quizás bajo las muchas horas de sol le embebiese la razón. Pero así fue, que anduvo y anduvo sin perder el aliento, subiendo lomas y bajando a valles, venciendo la oscuridad a golpe de sueños, guiado por un corazón de guerrero. Y sus piernas, que eran del más fuerte acero, corrían libres como el agua de la lluvia por estas montañas. Un amigo lo conoce. No, no era de Lanteira… era de “La Sierra”.
En una de las primeras miradas hacia la Cuenca del Sur destaca el hilo de plata de la Acequia de Vacares, buscando el Río Puerto de Jérez.
Esto ya sí es Divisoria, de aguas (por supuesto), pero también divisoria de paisajes. Al lado opuesto el panorama es bien distinto, dominan profundos tajos, violentas pendientes y grandes chorreras (… por no hablar de los Acantilados…
). Juego de Bolos, Puntal de la Caldera, Arista de los Cuernos, espolones….
Subimos al Pico del Cuervo (aquí la única sombra que vamos a encontrar hasta el final). El día es bueno, pero hace calor de más, el tránsito por esta zona de terreno tan abrupto castigará bastante los pies (como ya sabéis: calor +/o rozamiento +/o humedad = ampollas
)
Ya hemos pasado el Puntal de los Cuartos y seguimos disfrutando de esta Sierra que es “como nuestra casa” (para algunos en sentido metafórico, para otros en sentido literal...
)
En torno al mediodía (hora de
), pasamos el Puntal de Juntillas y nos dirigimos hacia el Puerto de Trevélez, dando vistas a la segunda mitad del recorrido. Volviendo al asunto de las cuencas
, en la vertiente norte, dejamos la subcuenca de Genil para dar paso a la subcuenca del Río Guadix.
A partir de aquí hasta el Morrón del Mediodía, es territorio desconocido para mí. Advertimos algunas diferencias. El terreno es más compacto, no hay tanta piedra suelta, lo que permite una marcha un poco más viva. El relieve es, si cabe, un poco más alomado, pero igualmente “desértico”, sólo pequeños piornos, que unos kilómetros más adelante serán más espesos, con festucos y otros pequeños cardos.
Si la provisión de agua hubiera mermado, quedaba la opción de desviarse de la ruta en este punto y bajar a la Casilla de los Rojos a reponer, pagando el tributo de un desnivel extra. No es que vayamos sobrados pero decidimos seguir con las provisiones que nos quedan.
Sí, es Sierra Nevada, aunque bien podría pasar por algún desierto de Mongolia
Pasamos el Cerro de Trevélez, pararemos en lo alto de la Loma de las Albardas.
No es montaje… parece que aquí terminó el presupuesto del que echaba el tinte en el suelo….
Por fín llega la hora de la comida, mmm…. Es el momento de otro de los grandes y siempre olvidado: EL BOCATA DE SOBRASADA IBÉRICA. Sus innumerables propiedades nutritivas y organolépticas lo han hecho el preferido de los personajes más duros de la historia, de hecho, las crónicas “no oficiales” cuentan que el propio Filípides, leyenda del Marathón, a su llegada a Atenas no murió presa del agotamiento sino que se quedó “muñeco” al clavarse un bocata de sobrasada de mil pesetas mientras esperaba un tercio de Alhambra Especial. Por supuesto, quien no puede afirmar que es el aperitivo preferido de Perro vieo?? Sin olvidar, al gran Geraldo Brenan, otro gran consumidor de este manjar (…lo del panecito y los higos secos es más bien un “recurso literario”
). Pero además, el auténtico de sobrasada tiene otra gran virtud, tiene todo la pinta de un bollo de atún con tomate, con lo cual puedes pasar por un distinguido snob de alta montaña… Todo virtudes!!! (
… bueno dejo ya de decir sandeces, que parece que estoy aburrido…)
Magníficas panorámicas desde el salón comedor.
Acabamos de pasar el Cerro del Gallo (famoso por las postales del amigo Lanteirano
), después de muchas horas sin ver un alma, en la bajada al Collado del Puerto, vemos algo así como tiendas de campaña….qué será eso?? Será Gadafi?? Será el “after” del aniversario Ytanto?? El último proyecto de Jesús Labajo (un clinic de sherpas en altura)??.... Las Caras de Bélmez??
Finalmente comprobamos que se trata de militares. Las criaturas parece que duermen, total, a las tres y media y con un sol de justicia, el entorno no ofrece otras muchas posibilidades.
Pasamos el Peñón del Puerto (2.754), mirando al sur se divisa con claridad la costa almeriense y “los mares” (el de agua… y el de plásticos
).
Quien dijo estrés?? Vernos pasar creo que fue lo más estresante que sufrió esta familia de rumiantes serranos. Por cierto, destacar, que desde el Puerto de Trevélez, las pocas cabras que veíamos se alejaban mucho de nosotros (o están menos acostumbradas a ver humanoides…. O teníamos cara de mucha hambre….)
Miramos atrás. Estamos en el Peñón del Lobo, para situarnos, en línea justo al Sur encontramos Yegen, justo al Norte Alquife.
Panorámicas hacia ambas vertientes. Si al sur destacan los mares de plásticos, al norte se te desprende la retina con el alicatado de paneles solares de la Hoya de Guadix del Valle del Zalabí
.
Nueva bajada hasta el Collado del Realejo Alto (según Ed. Penibética). Frente a nosotros el Morrón del Mediodía, sinceramente esperaba una subida más cortita, toca paciencia, esta ya es la última grande del día, pronto saldremos de este coma profundo de largas lomas y deliciosos desiertos de altura.
Estamos ya en mitad de la última bajada. Nos despedimos desde el Morrón del Hornillo, frente al Chullo y un huidizo montés que no quiso adornar la foto del cierre. En dirección NorEste, se encuentra el Puerto de la Ragua,
Espero no haberos aburrido con el ladrillo. Para quien guste de datos, salieron unos 47 kms. y algo más de 5000 mts de desnivel. En total 14 horas. El track lo podéis descargar aquí: (http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2059068)
Os adjunto un mapa con la ruta, es imposible obtener calidad en una imagen tan pequeña, el que quiera ver el mapa en grande puede “facer” click sobre el mismo.