Hola a todos de nuevo y muchas felicidades de nuevo en estas fechas.
Por fin me he descargado las fotillos (espero no ser muy cansino

) de la escalada al Monte Stanley de este mes de diciembre de 2010. Permitidme por favor primero continuar el post que empezáramos hace unos meses cruzando el río Nilo en dirección a sus fuentes, tan competitivamente buscadas por los exploradores clásicos durante mucho tiempo, su verdadero origen, donde nace la lluvia (Rwenzori) que decían los habitantes de las Montañas de la Luna (los Bakonzos de los que se hablará más adelante).
Rwenzori (Montañas de la Luna) - Cruzando el Nilo
Pues bien, desde entonces hemos pasado

por sitios emblemáticos donde aquellos clásicos exploradores montañeros como Baker o Murchison, un día exploraran esas tierras asombrosas.

Así, después de vivir experiencias únicas en tierras ugandesas en el mismo corazón del África más profunda, habiendo atravesado el Nilo y conseguido ver su brío al nacer y su sereno fluir al llegar a los lagos como el Victoria o el Albert, donde pacen los animales más exóticos lejos de los zoológicos occidentales, el objetivo que nos planteábamos hace ya varios meses, gracias a Dios, se ha podido cumplir con éxito.
Coincidentemente, algunos son los mismos lugares del Nilo donde un día otros clásicos pero del cine, tales como Humprhey Bogart y Katharine Hepburn, decidieran filmar escenas para películas exóticas como la Reina de África.
Aquí se puede ver la fuerza del Nilo en las Cataratas Murchison en un paraje espectacular…
...y claro, no hay nada como prohibir algo para…
...uuuhhhhh ¡!! Pero qué alto está esto y cuánta agua, cuidadín, cuidadín…
…en fin, cambiaremos de tercio, parece que esta zona es más tranquilica, pero…¿qué es aquello que se ve al fondo?...
…pues parece un cocodrilo de verdad. Y nosotros creyendo que era de cartón piedra para los turistas, pero ¡no!...
…pues nada, no nos acercaremos mucho más y seguiremos aquí navegando tranquilamente por el Nilo al estilo “African Queen”.

Estos tampoco parecen tener mucho estrés por vernos, eso está bien…
…, así que proseguimos pasando lo más desapercibidos posible. Pero aquel de allí lejos parece que nos mira…
…nos acercaremos un poco a ver si es que se ha perdido y quiere preguntarnos algo…
…ejem!!, pensándolo mejor y teniendo en cuenta que no hemos traído de España ni el estoque ni el capote

, y tampoco es de los mansos de Vacares, será mejor poner tierra de por medio cuanto antes

……si es que vamos tan “ansiosos” de ver y ver, que ni leemos los cartelitos que para algo están puestos…
…y eso que todavía hay otros “animalitos” más fuertes que el búfalo anterior. Y si no que le pregunten a este otro amigo suyo

, bueno,…ya no se le puede preguntar mucho más y es que el Rey de la Selva no debe andar muy lejos y parece que tenía hambre…
…pero vaya, que nosotros ya nos estábamos yendo

, lo decimos por si acaso quisiera postre también. Si además el pescado engorda mucho menos, ¿por qué no se lo pedirá a los pescadores de la barca aquella del lago Alberto?...
..a lo mejor porque los pajarracos

siguen acechando…
…a ver si estas dos que alcanzan a ver desde más arriba divisan al amigo león y nos dicen algo…
…nada, que no nos preocupemos dicen, que con esta “caló” lo han visto sesteando

y no hay pega. Y si no que miremos lo tranquilas que campan estas gacelillas…
…por no tener, no tiene fuerzas el león hoy ni para cazar a estos otros. Seguro que si fueran ibéricos la cosa cambiaba, y es que cada vez está más “delicaico” el Rey este y se hace de rogar para hacerse ver…
…pues nada, él se lo pierde. Y eso que le habíamos traído unos pistachos!!. Así que se los daremos a los elefantes que parece que sí les gusta salir en la foto…
… dejando ya las aguas del Nilo, seguimos por tierra (no muy firme

que digamos con tantas lluvias, pero bueno), y pasamos por el punto de menor altitud de toda Uganda de unos 600 m. Nuestra intención es alcanzar después el más alto a 5.109 m en las Montañas del Rwenzori…
…sin embargo no nos podemos quejar, hemos escogido acertadamente los días

y no encontramos especiales dificultades con las lluvias. Nos movemos sin prisas pero sin pausa…
…otros, a los que hay que pararse a ayudar, no pueden decir lo mismo

…
…si es que ya lo dicen por aquí sus gentes, TIA: “This is Africa”, aquí no hay prisas ni estrés y todo siempre “is coming”…,

no hay problemas para casi nada, ni siquiera para cosas que en otros sitios nos levantarían de la silla

, lo cierto es que se ven muy felices y eso es bueno…
…estamos encantados con la gente de estas tierras

, son increíbles. Ahora toca continuar nuestra ruta hacia las Montañas de la Luna pues todavía nos queda un buen tirón…
…parece que llevamos la dirección correcta, nos dirijimos hacia Fort Portal encontrando numerosos primates

en la zona de Kibale Forest …
…atrás dejamos el Nilo y sus puestas de sol, para intentar, con su permiso, entrar en sus entrañas montañeras originales, cruzando otros ríos subsidiarios como el Mubuku, Mahoma, Bujuku… hasta donde no se pueda subir más alto…
…la planificación de la ruta, la logística y las jornadas ha sido minuciosa y sólo el mal tiempo frecuente en esta zona (¡350 días de lluvias al año!),

supone una cierta intranquilidad inicial. Por ello, incluso las noches anteriores dentro de las tiendas se vuelve a repasar todo…
…el Margherita Peak es la cumbre más alta de Uganda con sus 5.109 m, siendo la tercera de toda África en altitud después del Klimanjaro y el Monte Kenya, si bien es la más difícil de coronar.

Dificultad derivada no sólo de sus tramos de escalada en hielo glaciar (los últimos del Ecuador por el calentamiento global

y con una estimación según muchas fuentes de tan sólo unos 20 años más de existencia) y de roca vertical, sino de las penosas y largas aproximaciones

por un terreno de aventura pleno de romanticismo explorador…
…desde Fort Portal seguimos hacia Mubuku donde giramos al Noroeste para entrar en la última población a pié del Rwenzori que es Nyakalengija. Allí nos pondremos en contacto con las autoridades del Rwenzori Mountain Services (RMS)

después de dejar cargadas nuestras mochilas y el material que deberá ser porteado …
…le explicamos al responsable del RMS lo que pretendemos escalar y que sólo disponemos de cuatro noches. Él nos explica que aunque lo hagamos en menos tiempo el precio de acuerdo a las normas del Parque Nacional es fijo y correspondiente a 10 días

, nos presenta a su personal y nos recuerda que para poder escalar el Margherita Peak hay además que pagar un precio aparte

…
…también nos pesan meticulosamente en esta báscula las cargas para los porteadores puesto que si nos pasamos de un límite hay que pagar más

…
…y después de toda la tediosa parte burocrática

donde tienen que ver el Uganda Wildlife Authority (UWA) y el RMS, al fin nos ponemos en marcha hacia nuestro objetivo…
“You may be familiar with the Alps and the Caucasus, the Himalayas and the Rockies, but if you have not explored Rwenzori, you still have something wonderful to see."
FRIESHFIELD, Douglas William, montañero británico (Doctor por las Universidades de Oxford y de Ginebra y medalla de oro de la Sociedad Geográfica Británica) intentó escalar el Rwenzori en 1.905 pero la niebla, las lluvias y la nieve se lo impidieron. Buen conocedor de muchas otras montañas del mundo, de las Montañas de la Luna (Rwenzori), escribió la frase anterior en 1.906, a pesar del fracaso en ellas un año antes.
La noche anterior en el Lodge del Rwenzori Mountain Service (RMS) en Nyakalengija, tuvimos la oportunidad de ojear

un libro muy interesante sobre las Montañas de la Luna titulado Tribe (The Hidden History of the Mountains of the Moon).
Desde que su autor, Tom Stacey, fascinado con las Montañas de la Luna, trazara en esta obra, las experiencias de muchísimos años con estos habitantes del Rwenzori conviviendo entre ellos, hemos podido comprobar personalmente durante nuestra expedición que poco o casi nada ha evolucionado desde entonces en la humilde y paupérrima forma de vida de estas admirables personas


.
El día que llegan los montañeros, extranjeros blancos (Muzungus), el poblado de Nyakalengija se transforma en una fiesta


de gente que se acerca a las instalaciones del RMS para ver si con algo de suerte consiguen ser contratados como guías, porteadores o cocineros por estos grupos de escaladores y con ello logran ir “tirando” entre otras cosas, para poder enviar los niños al colegio una temporada más hasta que se acabe el dinero…
…podemos ver aquí las distancias

entre las zonas que pueden servir como campamentos base…
…cruzamos ríos como el Mahoma o el Mubuku, obervamos especies como el Camaleón

con tres cuernos y vemos plantas gigantes en una sucesión de colores y formas vegetales a las que no estamos acostumbrados. En los días sucesivos nos enfrentaremos a unos terrenos donde se conciertan distintas especies animales y de vegetación que parecen obtenidas de un escenario de películas sobre la época Jurásica

. Genuinas trampas de arenas movedizas, densas junglas, montes sagrados como el Kitasamba donde todavía hay población local que considera una temeridad acercarse, intensas lluvias, espesas nieblas, frías nieves y sobre todo, un fango persistente

que propicia que la muchas de las expediciones deban abandonar su objetivo antes de la cumbre…
…nuestro primer campo base es la cabaña Nyabitaba (2.650 m). Nombre que viene de quien moraba esta zona y vivía de las plantaciones de tabaco

en ella hasta que la declaración de Parque Nacional le obligó a abandonarla.
A la mañana siguiente con vistas a los Portal Peaks desde Nyabitaba…
…continuamos la ruta. Cruzamos la senda que viene del Central Trail Circuit desde Kitandara …
…y podemos ver la placa en honor al Dr. Henry Osmaton,

uno de los últimos que pudieron esquiar (nosotros lo intentamos pero las grietas actuales y la falta de material en el RMS no lo hicieron posible)

en los glaciares del Rwenzori aparte entre otra muchas cosas, de haber escrito una de las guías más completas que existen de estas montañas…
…se baja seguidamente al río Bujuku para cruzarlo y empezar a subir casi 1.000 metros de desnivel, cruzamos diferentes sectores de la jungla…
…y a los 3.414 m se llega al campamento John Matte (nombre en honor a un antiguo guía

del Rwenzori)…
…aquí descansamos y comemos algo. Si el día es claro como en este caso, las vistas del Monte Stanley con sus blancas nieves glaciares y los picos Alexandra y Margherita presidiendo, animan y “disparan” al grupo hacia delante…
…Bigo hut rock shelter…
…cruzando en breve después de John Matte el río Bujuku de nuevo…
…se prosigue por un comprometido territorio de pantanales de lodo

donde se inicia una gran planicie de barros y fango distribuida en diferentes terrazas y con kilómetros de pasarelas horizontales de madera, en algunos casos en muy mal estado…
…los “actos de fe” se suceden

al no saber si al pisar se va a hacer sobre una madera escondida o se va a hundir uno hasta las caderas, como sucedió en varias ocasiones y necesitando la ayuda de los compañeros para salir…
…y seguimos alternando con las vistas de los blancos glaciares Stanley y Margherita gracias a la buena visibilidad del día que nos confortan

en los merecidos descansos…
…también para los sufridos porteadores Bakonzos


con material de montaña de “última tecnología”…
…y así hasta llegar al lago del mismo nombre que el río, Bujuku Lake, alcanzando los 4.000 m de altitud. Un lugar de fantasía

. Cuando se termina el lago, en menos de media horilla, llegamos al siguiente campo base, la cabaña Bujuku, situada a 3.960 m. de altitud, en el mismísimo corazón del Rwenzori rodeada por las nieves perpétuas glaciares de los montes Stanley, Speke y Baker.
Estamos ahora en el corazón de las míticas Montañas de la Luna…

Vamos a salir un poco "retrataos" que luego me dicen en casa que no salgo nunca

"na más" que cuando voy con Jacinto
…protegidos por el Mount Stanley con los picos Alexandra y el Margherita…
…el Mount Baker con el Edward Peak…
…y el Speke con el Victorio Emanuele Peak…
…para después de una noche

bastante fría, partir hacia el último campo base desde Bujuku Hut…
…de nuevo progresamos dificultosamente

por los lodazales del Bujuku Lake…
…los porteadores también ralentizan su progresión a pesar de su gran fortaleza física…
…hasta conseguir localizar un paso

hacia las zonas rocosas más familiares a lo que estamos acostumbrados en España…
…en lo que llaman los Bakonzos la “Explanada del Avión”,

aprovechamos para hacer un descanso y unas fotos sobre el Lago Bujuku que ahora se ve muy pequeño allá abajo…
…para enseguida continuar hacia el área rocosa de Elena donde llegamos ya entre la niebla

y con algo de granizo…
…”ambientamos” el lugar

, estiramos un poco, tomamos algo y nos preparamos…
…para levantarnos a las 0430

e intentar hacer cumbre con la nieve y el hielo en las mejores condiciones. Le damos una última comprobación al material, lo distribuímos, organizamos las cordadas, repasamos por última vez el itinerario,…
…y cuando la niebla lo permite disfrutamos de las impresionantes vistas de los glaciares Elena y Stanley así como los picos Philips y el Sagrado Pico Kitasamba,

nombre del dios de la mitología de los Bakonzos que propiciaba las tormentas, la nieve y los rayos y razón por la cual no se atrevieron por muchos años a subir hasta aquí.
Lo cierto es que ofrece un aspecto bastante espectral

a la zona de Elena.
Después de una noche gélida y de fuertes vientos,

a las 0530 empezábamos la escalada en roca desde Elena con las linternas de nuestros frontales. Equipados desde el principio con la mayor parte del material de escalada, esta parte inicial es una progresión por roca sin muchas complicaciones

.
Aproximadamente en poco más de una hora desde que se sale de la cabaña Elena, se alcanza el glaciar Stanley

.
En este punto hay que terminar de equiparse con los crampones, piolet, encordarse, etc..,

para continuar la ascensión...
…justo al empezar el movimiento por el glaciar nos sorprende un amanecer embaucador

que lamento no poder reflejar con estas fotos (estoy ahorrando para una cámara buena, que conste) sobre los glaciares Stanley por donde vamos, y el Speke al fondo…
…los picos Alexandra y Margarita empiezan también a calentar sus cimas…
…seguimos por el glaciar Stanley disfrutando del escenario y del día azul con el que nos está obsequiando el Rwenzori.

Llegados al final de este glaciar, justo en la base del pico Alexandra, se entra en la escarpada zona rocosa y hay que descender hasta alcanzar la lengua del segundo glaciar, el Margarita. El hielo se ha reducido tanto

que hay que rapelar hacia la cuenca de este segundo glaciar, teniendo de telón de fondo de nuevo al lago Bujuku…
…actualmente se encuentran colocadas dos escaleras unidas

además de cuerdas fijas. En cualquier caso es recomendable usar las cuerdas propias y no las de los guías, para rapelar o descender a los compañeros y dejar las ya emplazadas tan sólo como ayuda.
Igualmente conviene dirigir las maniobras personalmente y no perder de vista

las propuestas por los guías que hacen lo que buenamente saben y pueden pero que necesitan indudablemente de mayor preparación técnica. No obstante y al menos en nuestro caso, se mostraron totalmente abiertos y receptivos a aprender dándonos las gracias por todo y siempre disculpándose humildemente por cualquier inconveniencia…


…desde el final de rápel/destrepe se comienza a ascender

el glaciar del Margarita con una fuerte inclinación al principio para ir suavizándose hacia el collado entre el pico del mismo nombre y el Alexandra…
…las grietas no son muy grandes en la primera parte si bien hay que ir atento

. La ruta normal anterior ya no es factible. Una grieta gigantesca se ha abierto hace unos meses (gracias a la información que nos pasó Jesús Calleja a quien pronto se le podrá ver en su reportaje de televisión en esta misma ascensión) y ya no es posible escalar por esta arista.
Nosotros escalamos por debajo de la anterior algo más expuesta

a los desprendimientos de las viseras de hielo que cuelgan. Cuidado con la hora, conviene salir muy temprano y observar

las grietas que aunque aparentemente no son importantes, el retroceso glaciar es tremendo…
...en todo este glaciar el hielo puede estar muy compacto dependiendo del tiempo

y al menos nosotros recomendaríamos llevar tornillos y resto de material de aseguramiento en hielo, por si hay que proteger algún paso…
…una vez alcanzamos el collado que separa los dos picos: el Alexandra y el Margarita, con la amenaza de los seracs

, se escala el hielo

a media ladera…
… hasta llegar entonces a la zona rocosa donde se quitan los crampones, y se escalan los últimos metros hasta por fin la cima del Pico Margarita (5.109 m)

. Ojo de nuevo porque las reseñas de algunas páginas de Internet están erróneas

y marcan la nueva ruta por encima de la antigua cuando es al contrario, o al menos no vimos otra posibilidad ese día…
…el día permite disfrutar de vistas claras

sobre el Alexandra presidiendo junto al Margarita la frontera con la República Democrática del Congo, y tomar varias fotos

. Estamos en los últimos hielos de estas latitudes a escasos 14 kilómetros del Ecuador, esto es todo un privilegio

…
…y poco a poco se terminan los últimos pasos de roca que nos conducen felizmente

a la cima del Margarita (5.109 m)…
…las caras de satisfacción son evidentes…
…lo celebramos con brebaje apropiado español

para estas ocasiones y fechas…
…la placa conmemorativa del primer centenario de la ascensión del Duque de los Abruzzos en 1.906…
…y un recuerdo con este pino “cincomilista” desde el Margarita con telón de fondo al Alexandra, como no podía ser de otra manera, a todos los amigos del foro y a los
YTANTOS para que luego alguno que yo me se no diga que se me olvidó…
…y las fotos de rigor del grupo en cumbre…
…ponen el broche de oro a una jornada

que no podía haber sido mejor. Ahora sólo nos queda el descenso tranquilo que haremos en un día más. La bajada se hace directa hasta la cabaña Elena, donde se recogen el resto de cosas, se descansa, se toma algo y se continúa durante unas tres horas más hasta el campo John Matte. Unas 11 horas de jornada entre la escalada, las fotos de rigor en cumbre y el regreso…
…las Montañas de la Luna en esta ocasión se han portado muy bien con nosotros

y nos han mostrado su cara más amable, ahora se despiden entre la niebla

que es sin embargo su compañera casi todo el año, gracias Rwenzori…

…desde John Matte se regresa a Nyakalengija donde se procede a la recogida en vehículos para regresar a Kampala…
…en la cabaña Nyabitaba se para una hora aproximadamente para comprobar el material, tomar algo, agradecer a todos la participación

y repartir las propinas a los guías

, cocinero

(muy recomendable llevarlo) y porteadores

. Las caras de emoción y los agradecimientos


, lo mejor…
…por último, la foto del grupo al completo


en Nyabitaba compuesto por todos los Bazonkos y nosotros…
…en definitiva, una experiencia sublime que si el tiempo acompaña suaviza en cierta medida su extrema dureza pero donde en cualquier caso es necesaria una buena destreza en alta montaña

así como estar preparados para extenuantes progresiones

por terrenos de jungla prácticamente impenetrables y pantanosos. Sin embargo, a todo ello hay que añadirle la extraordinaria experiencia

de haber conseguido vivir intensamente, aunque sea sólo por el tiempo que dura la expedición, con sus gentes, los Bakonzos


. Una raza especial de asombrosa fortaleza física, humildad, amabilidad y lealtad. Al menos esa ha sido la huella de ellos que nos ha quedado a nosotros, como en su día lo hiciera a Tom Stacey según el libro que comentábamos al inicio del post
"The hidden history of the Mountains of the Moon”.
Sin duda, escalar el Rwenzori es aproximarse retrocediendo en el tiempo al modo romántico de hacer Montaña de los exploradores clásicos, pero también constituye una forma de Montañismo solidario con sus gentes


. Una experiencia recomendable e inolvidable. Muchas gracias a todos

Saludos
