Situada en el corazón de sierra nevada, siendo para mí la zona más agreste del macizo.
Es de esos lugares que vemos desde lejos. Pasamos por debajo. La recorremos con la mirada, pero por uno u otro motivo nunca subiríamos por ahí. Hay objetivos en el macizo más golosos para decantarnos por una simple “arista”. Pero ahí está. Viendo pasar a los montañeros, desafiando sus miradas y amedrentando su instinto de aventura. Sus empinadas laderas retan a más de uno.
Esta intransitada y poco hollada arista, comienza a elevarse desde la misma cuenca del río Valdeinfierno, a algo más de treinta minutos desde que partimos de cueva secreta. Toda su vertiente izquierda y según se asciende, está jalonada por la cuenca del Valdeinfierno y con orientación sur. Su vertiente derecha, está recorrida geográficamente por la Solana de la Vieja y el Barranco Malo y con orientación noroeste. Después sus empinadas laderas, van a unirse cerca del collado de Veta Grande; diríamos que es donde muere la arista.
El atractivo de esta ascensión es sin lugar a dudas lo poco transitada que es. Igual que la loma del lanchar, es una ruta desconocida para la inmensa mayoría de los montañeros de Sierra Nevada. Sin ningún género de dudas, el no acometer con asiduidad tales aristas, no es más ni menos que sus empinadas y agotadoras pendientes, que cuando uno las ve desde lejos te tiran para atrás y te hacen decir, otro día subiré.
El objetivo final de esta arista es alcanzar el collado de veta grande y después tenemos varias opciones a barajar: descender al punto de partida bajando por la cuenca del valdeinfierno. Bajar por el Guarnón. Encadenar el cerro de los Machos y el Veleta-(esto en una jornada es terriblemente fuerte)-O bien bajar desde el collado de Veta Grande hasta alcanzar el Corral del Veleta y subir por el veredón hasta los albergues.
La arista de los Cuernos, es una ascensión fuerte, sin grandes problemas técnicos-(pasos de III y si queremos complicarnos nos embarcamos en algún IV-), aunque hay partes de la arista que se pueden evitar bajando un poco a la derecha. Después una bajada bella por las grandes laderas de veta grande, y siempre como fondo todos los grandes de la sierra.
La primera invernal realizada en la arista de los cuernos, data del año 1969, por la cordada “Olmedo-Guardia”, con grado de dificultad A.D. Lo más significativo del lugar es su tramo principal de entrada, grandes lozas de pizarra, verdeada por los líquenes y su afilada cresta. Hasta superar los 2500 metros no nos encontraremos en un terreno más cómodo que da paso a una gran loma por bloques de pizarra hasta alcanzar el collado de Veta Grande.
Uno de los principales atractivos del lugar es su soledad y cualquier rastro de paso humano. Prueba de ello es que no se encuentra sendero alguno, ni rastro de antiguas pisadas, como suele ocurrir con senderos más o menos transitados. Si en la Loma del Lanchar nos encontramos en uno de sus vértices con un mojón de piedras de gran altura y en su tajo con los signos evidentes de cordinos para hacer su rappel, aquí cualquier atisbo humano brilla por su ausencia. Ni el pastoreo ha surcado aquel paraje en tiempos atrás, ya que no tiene fácil acceso por ningún flanco.
La ruta de rojo parte del recorrido total. Las marcas verdes la arista en sí.
Partí del Barranco de San Juan a las 04.30 de la mañana, con una oscuridad total, únicamente rallada por la luz del frontal. Pero a pesar de la noche cerrada la vida no se detiene en el lugar. La luz del frontal descubre los ojos que acechan en la noche. Por arriba las rapaces nocturnas. Entre los matorrales cabra montes, jabalíes, zorros y las incansables vacas.
En Cueva Secreta empieza a amanecer. Mucho frío al transitar la vereda, debido a la humedad que hizo y al rocío que caía.
Amanece en Cueva Secreta. Hoy va a ser un día de mar de nubes
Comienzo a andar con los primeros claros de luz por el Valdeinfierno arriba
En el centro de la fotografía la Arista de los Cuernos, arriba Veta Grande, y el madrugador sol acariciando las cumbres
Los restos de un alud de nieve y roca. Es el Valdeinfierno uno de los lugares más peligrosos de sierra nevada por estos fenomenos
El principio de la arista. Grandes lozas de pizarra. A la derecha la caída del agua de Barranco Malo
Comienzo la andadura. Quedó impresionada por la belleza del lugar. Nunca había subido por el y la verdad que mereció la pena.
El deshielo ha comenzado. El desague de Barranco Malo con un tunel de nieve. Este barranco recoge todo el agua de parte de la zona sur de Veta Grande y parte de la Loma del Lanchar
Barranco Malo. No se que tendrá de malo el lugar, el nombre no hace justicia al mismo por lo idílico que es
El sol comienza a calentar la arista. Otro tramo de la misma después de pasar las lozas de pizarra
Arriba los crestones de Río seco desde la arista
El contraste de la roca con las alturas nevadas es patente. Pero la arista ya empieza a desafiar en su recorrido hacia arriba a los grandes de la la sierra
Una mirada hacia abajo. El Valdeinfierno queda sumergido ante la mirada de la cresta. El principio de la misma es ya pasado
El Valdeinfierno, solo una parte, son claros los síntomas del deshielo. Toda la grandeza de este valle va quedando superada desde arriba
Las nubes juegan con la arista. Arriba los Prados de Vacares y su Puntal. Sentirse por encima de las nubes ya es una recompensa
Un baile de nubes jugando con la arista. Queriendo empañar la subida, pero esta es imparable, solo espera la cima
El Puntal de la Caldera y Juego de Bolos. Dos vistas diferentes de lo acostumbrado a ver
Ahora una mirada hacia la derecha. Arriba el paso del rappel de la Loma del Lanchar con su tajo
Entre una ventana de rocas se asoma la cara este del Cerro de los Machos
Sin duda uno de los sitios más solitarios que he visto de Sierra Nevada. Una visión distinta de los grandes, por el enfoque desde donde me encuentro. Arriba nuevamente emergiendo los Crestones de Río Seco y la ubiciación de la Laguna Larga
La Dama y por delante la arista del Juego de Bolos o Valdecasillas. Un día increíble.
La foto que más me ha gustado de las realizadas. Toda una gama de alturas y montañas, conjugada con las nubes y la arista que transito
Ya he superado el barranco Malo y me encuentro con la primera nieve en la arista
Una mirada para arriba. Todavía lejos Veta Grande y el Cerro de los Machos. Estoy cerca de dejar la roca y andar por terreno más seguro
Paso tras paso voy ganando altura. La arista se hace más ancha y el espacio se vuelve más grande
El corazón de los tres miles. Los señores de la sierra. Como de una reunión de grandes, todos juntos ¿que tramarán?
Arriba aún Veta Grande, el cansancio se va haciendo latente
ültimas rampas hacia la divisoria
Toda la parte superior del Corral del Valdeinfierno, presidida desde su trono por el Cerro de los Machos
Privilegiado balcón sobre la sierra. La arista ya es un mero sueño, cabalgo por una gran loma
ültimas rampas nevadas
El final del trayecto. El punto perseguido. El Collado de Veta Grande.
Que bien se está aquí arriba. El esfuerzo por el esfuerzo ya es recompensa.
La guinda sobre el pastel, que mejor que una bonita puesta de sol
Y después de la subida ya espera la próxima cima.
Este reportaje lo dedico a mi hermano Ricardo, que en el fondo, sentí como me acompañaba y acariciaba las rocas. De seguro que en cada subida estará a mi lado mientras espera largamente y en esa vega de granada, el poder algún día, que sea pronto, hollar por el mismo estos parajes. La esperanza es lo último que hay que perder mientras vivimos
Nunca desistas de tus sueños. Sigue las señales.