Cuando de jóvenes descubrimos el mundo de la alta montaña, todo se convierte en un cúmulo de aventura, competición y al mismo tiempo de romanticismo.
Te afanas en conquistar cimas y paredes, enmarcado por un orgullo personal y al mismo tiempo sobresalir del círculo montañero que en ese momento te rodea. Esto es así, o casi siempre, aunque nadie quiera reconocerlo; de joven no te das cuenta, pero los años te hacen ver esta realidad. Cuando te hace mayor, ves de otra manera la realidad de la montaña; bendito descubrimiento. Miras la montaña de otra manera. Con más serenidad. Con más calma, con otro halo de misterio y con otras sensaciones, distintas, pero más satisfactorias.
Cuando pasas de los cincuenta, cada ascensión se convierte siempre en una “primera”. Es una realidad palpable. El esfuerzo físico es superior. El sufrimiento es agotador. Estas sensaciones son distintas mientras el cuerpo está intacto y sin deterioro.
Yo llevo muchos años en este mundo de la montaña pero, ¿y las personas que lo descubren pasada la barrera de los cuarenta y comienzan a marcarse metas como de una primera juventud se tratara? Es en realidad digno de admirar. Cuando ves a estas personas hacer una mítica ruta, igual da de qué montaña sea, es simplemente maravilloso observar a estos compañeros cuanta ilusión arrastran. Tiene merito que una persona de 18 o 20 años haga por primera vez la norte del mulhacén por su cara norte, pero sabéis del merito que conlleva si estas personas ya pasan la barrera de los cincuenta, es simplemente alucinante.
Para mi, cuando voy con personas de estas características a hacer montaña y coronan una cima por su cara norte, es tan sublime el momento, que lo comparo cuando yo hice la misma ruta hace 30 años.
Podéis sentiros orgullosos compañeros. En el terreno de lo deportivo, habéis puesto el listón muy alto para gente de vuestra de nuestra edad, incluso para los que vienen detrás que le faltan décadas para llegar. En el terreno de lo personal y de la verdadera filosofía de las cumbres habéis llegado a la meta.
Para mi ha sido un placer compartir con vosotros los momentos y aquí llego al final y sencillamente es que no tengo palabras para más descripciones de lo sentido por esas rocas, nieve y hielo.
Enhorabuena
La primavera viste de gala las vistas sobre la sierra, al fondo la ilusión puesta
Seguimos contemplando el espectáculo milenario, pronto estaremos sobre las nubes
Los pueblos del valle, últimos remansos civilizados donde la prisa no existe
La paz y la tranquilidad y los años pasados
Camino de la sur del mulhacén, un día cargado de viento, esperemos que mañana el sol nos sonría
Mientras caminamos nos recreamos con la grandeza del paisaje
Las rutas de la cara norte, nosotros elegimos el corredor central
Nos amanece en la laguna de la mosca y siempre tan majestuosa la silueta de la Alcazaba
Comenzamos el corredor central por su gran embudo, todo un mundo nuevo para mis dos compañeros
Otra vista del corredor en su comienzo
La laguna de la mosca desde la norte. Al fondo las llanuras de granada y el amanecer dando color al día
Ahora otra mirada hacia la derecha, observando la Alcazaba,nunca nos cansamos de mirar
Después del embudo de entrada, nos encontramos con unas chorreras de hielo que dejamos a la derecha
El sol ya baña la sierra y el puntal de la caldera y el veleta reciben al astro rey
Una mirada al corredor. Por encima una atraciva pendiente nos espera
La zona más bella del corredor. Nos encontramos con resaltes de hielo fruto del deshielo. Aquí por las tardes el sol derrite la nieve, transformando por la tarde-noche el agua en hielo
Realmente la norte está bella. Queda poca nieve y hay que aprovechar el año
Un descansito a mitad del corredor, hay que reponer energías
Últimas rampas hacia la cima
Un día espectacular
La cima se acerca. Las palas de salida espectaculares.
Vistas privilegiadas. Mirador exclusivo para quien sube por aquí
En la subida y como telón de fondo la Alcazaba
Y por fin la codiciada cima. 15O años se reunen en la misma. Podéis estar orgullosos compañeros, con vuestra edades son contados los que llegan ahí por tan aventurado lugar
Nos despedimos del corredor.Ahí permanecerá hasta un próximo año y seguiremos juntando años por sus flancos
Mi enhorabuena a mis dos compañeros por su primera a la norte del mulhacén, José Luis y Cali. Podéis sentiros orgullosos de esta "juventud dorada"