Después de la tortura a que nos sometieron la semana pasada estos granaínos malafollás y sus allegados, poniéndonos los dientes largos con reportajes sobre las primeras nieves, el sábado me pego el madrugón y tiro para los albergues, a verlo con mis propios ojos, ¡¡que una no es de piedra!!

Por la autovía camino de Granada no hay ni dios ¡¡están todos locos!! ¿Qué hace todo el mundo durmiendo un sábado a las 6 de la mañana?
No parece que haya tanta nieve como se veía en el reportaje de Diego A., pero hay bastante, ¡qué chuuuuulooo!
En el aparcamiento me encuentro con Alkelo, que ha ido con un amigo, Carlos. Ellos han llegado un poco después y empiezan a prepararse, yo ya estoy lista y no me aguanto más, así que echo a andar, "nos vemos por el camino"
Estoy entusiasmada, no puedo evitarlo: ¡¡a la nieveeeeeeeeeeeee!!
Hace buen tiempo, poco después el sol se escondería del todo y ya no se dejará ver en todo el fin de semana

Ahí están los grandes de la sierra...
En la subida al Veleta hago el primo un rato subiendo la mochila. Pensaba beber y comer algo arriba, subir ropa por el frío y ponerme tiritas, que las botas me están haciendo rozaduras. Y la cámara. No tengo mochila pequeña para subir todo eso, así que cargo con la mochila entera... Arriba hace un viento y un frío de cojones (aunque no lo parezca en la foto), así que foto y pa'bajo con la mochila sin tocar ¡qué pardilla!

Bueno, ¡hay que curtirse!
A pesar del frío hay ambientillo de gente subiendo al Veleta, seguro que en la Caldera habrá mogollón de desesperaos como yo por pisar las primeras nieves. No me entretengo mucho, me voy pa'llá pronto, no sea que me quede sin sitio.
La Laguna de las Aguas Verdes, hibernando:
Qué extraño, en la pista camino de La Caldera no hay ni diosssss

. ¿Ya estarán todos allí?

A ver si me voy a quedar sin sitioooooo...
Tengo unas ganas de llegar que me muero, menudo frío, me entra el síndrome de Kene... (¿Kenecesidad tenía yo de venir a pasarlas pXXXX con el frío...?) ¿Tomo el atajo que hay pasando por encima de la Caldera? (no sé cómo se llama ese tramo)

Ni de coña, ¡menos lobos, Caperucita!

Nunca he pasado por ahí en invierno, a saber cómo estará, mejor sigo la pista y así veo cómo está el refugio de Villavientos, por si me tuviera que quedar allí. Algún gili se ha dejado la puerta abierta:
El refugio está mu apañao. Es pequeñito y acogedor, me dan ganas de quedarme aquí...
Pero mejor me voy al de la Caldera, que como habrá mucha gente se estará más calentito.... ¡¡Espero tener sitio en el refugio!! La laguna de la Caldera:
Y al llegar al refugio... ¡¡No jodas!!

¿Dónde están todos?!!!

¿Cómo es posible que no haya NADIE?

¡Si ya es bastante tarde!... A ver si yo miré el tiempo para el 19 de noviembre del año pasado y resulta que para este fin de semana han anunciado la tormenta del siglo

... Debo reconocer que es un punto místico esto... pero jodeeeeeeeeer, por qué no hay nadieeeeeeeee???

Así está el refugio, después de colocar mis cosas
La subida al Mulhacén por la oeste no tiene mucha nieve:
Pensaba subir hoy, pero me encuentro más cansada de lo previsto. Hacía mucho frío y por no parar no he comido ni bebido lo suficiente, así que no tengo ni fuerzas ni ganas para subir. Decido que no subo hoy, mejor lo dejo para mañana.
Poco después llegan Alkelo y Carlos ¡¡qué alegría!!

Y más tarde, ya de noche, llegaron otros tres chicos de Toledo y Madrid, que caldearon algo más el refugio con sus infiernillos... y otras cosas...
Al despertar por la mañana se oía un viento fuera del refugio quepaqué ... El Mulhacén se iba cubriendo por momentos, casi casi que tenía la misma niebla que el refugio la noche anterior
Así que descartamos la subida al Mulhacén y nos encaminamos hacia el Collado del Ciervo, por si la cosa estaba más apacible por el otro lao. Pero no, muy apacible no estaba, la verdad. Aquí Alkelo y Carlos en el collado:
Alkelo y yo decidimos desafiar al viento yendo al Juego de Bolos, Carlos estaba vago y dijo que sufrir por sufrir era tontería, así que se quedó por allí un ratito haciendo apuestas sobre si íbamos a tardar 3 minutos en darnos la vuelta o aguantaríamos hasta 5....

Y cuando empezó a no sentir los dedos se volvió al refugio. Pero no.... los aguerridos montañeros

mantienen su empeño...
En la foto siguiente, por esta vez, no estoy haciendo el payaso, la pose era para conseguir mantenerme quieta y no salir disparada contra la cámara, y por ende contra Alkelo, que casi que acabábamos de conocernos y no era plan de lanzarme ya tan pronto
Alkelo y yo en la cumbre. Que digo yo que sería Alkelo, porque asín de tapao lo mismo era uno de los de Toledo y yo ni me enteré
Ya de vuelta por la pista el viento nos da un poco de tregua y el día mejora bastante, el Mulhacén incluso casi se queda despejado, pero ese ya se queda para otro día.
Contentos de haber disfrutado de la montaña, ¡de nuevo a rebozarse en la nieve!
Pero que conste que no soy la única:
...Y el final de la historia pues ya sabéis cómo es...

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Saludos!!!