Por alusiones...
En serio, flipo con las ganas de polemizar que tenéis.

Pero lamento deciros que me encantaba la polémica. Hoy no.
Creo que ponerme a discutir sobre si tenéis más razón al llamar
hijos de puta a los de la ferrata que yo al llamar
cabrón al que nos robó todo el material de la Alicéncano no nos lleva a ninguna parte.

Principalmente porque ambos tendríamos la mismitica razón al mentarlos.
Este tipo de discusiones siempre me han atraido

, pero por desgracia mis múltiples polémicas foreras nunca me han llevado por buen sendero

y, aunque tarde, mal y nunca, aprendo.
Que el monte es peligroso sobra decirlo.
En esta vida, tarde o temprano, queramos o no, tenemos que elegir un camino, sin saber muy bien a donde nos llevarán nuestros pasos.
Pero lo importante es ser plenamente conscientes del riesgo que aceptamos.

Sí, aceptamos; y quien no lo vea así se engaña.

Y por el camino encontraréis cientos de señales...
¿Que hay gente por arriba? Siempre.
Y por debajo. Y esta vez podemos ser nosotros los que soltemos el "lahcazo".
Es lo que pasa cuando uno se levanta por norma el último.
Nadie es perfecto, y pocas las cosas que encontraremos en nuestra vida.
Pero no culpemos a las personas.

Y tampoco culpemos a las piedras, que bastante tienen con su rodar milenario.
Porque todas sabemos que el peligro no radica en la piedra, sino en la velocidad que lleva.
Que aquí nadie somos grandes alpinistas...
...porque la Época de Oro de la montaña ya pasó.

Y fue grandiosa.
Por lo que a mí respecta, me agarro a todas las maromas que se me presentan por el camino...
Lástima que no pongan puentes.
Montañas hay para todos, y cada uno que elija...
Y no se trata de cobardes...
...ni de valientes...
Sino de pasarlo cojonúo.
Si hay cumbre...
...como si te tienes que dar la vuelta.
Porque hay días que uno sube como si tuviera escalones bajo sus pies...
...y otros en donde la idea de darte la vuelta satura tus neuronas.
Ya tiene uno bastante con los madrugones...
...y los sustos.
Que las montañas son preciosas cuando se dejan...
...pero a veces nos hacen añorar el verde valle.
Y es que a menudo las montañas nos ciegan...
...y acabamos dando tumbos como zombis desamparados...
...cuando lo que queremos es sencillamente tener un chalet con vistas.
Y en días como hoy, en donde el sastre me llama para pedirme las medidas

, me gustaría que comprendiérais solo un cosa:
QUE DISFRUTO EN LAS MONTAÑAS.
Sé que a veces pincho...
Y que hago el gilipollas mucho más de lo que debiera.
Pero aunque a veces tengamos una pinta algo más que tenebrosa...
...en el fondo no somos mala gente. Y además nos lo pasamos de cojones.
A veces al amanecer...
...a veces al atardecer.
Tenemos nuestros momentos, en donde unos rallitos de sol nos iluminan...
...haciendo florecer en lo más profundo de nosotros esa flor que habita marchita.
Oh, faltaría más, Señora. No le quitaré su mérito...
...al igual que no se lo quito a quien más se lo merece.
Solo pido que me dejen en paz, porque como dijo Javier Krahé...
Tranquilo puedo vivirme mi historia
sabiendo que a las puertas de la gloria
mi nariz no se asoma
la muerte no me llena de tristeza
las flores que saldrán por mi cabeza
algo daran de aroma.
Dedicado a Chungo-Pincho-Chanka, que dice que a veces se me va la olla...
VIAJE A ALPES - AGOSTO 2005