18 Mayo 2005
Cordada: Sergio, Pepe, José Manuel(elniño), Rafa(viejolobo)
Un día de los que tienen reservado su hueco, en ese mundo del corazón. Así he sentido la vivencia de una ascensión entrañable, en compañía de personas con las cuales te embarcarías en todo tipo de aventuras, y lo más importante, personas en las que confías hasta los últimos peldaños del límite humano.
Una jornada agotadora, marcada por el implacable sol y su férreo calor.
Somos privilegiados, por lo menos así me siento. La montaña es la frontera entre el mundo de la materia y la metafísica, por eso las sensaciones vividas se asemejan más a acontecimientos enmarcados en las barreras de los sueños que en la realidad.
Hay que seguir por estos senderos, lo que nos hará grandes.
No es solo deporte allí arriba, hay otras sensaciones; las sensaciones de los mundos de roca y hielo, el mundo de los abismos, en resumen el escenario de las leyendas y mitos que uno quiera penetrar en ese mundo de la mente.
Gracias por los momentos vividos: Pepe, Sergio y José Manuel (el niño).
La cresta de Llosás es una de las grandes aristas del Aneto y del Pirineo. Es de esos lugares que observamos desde abajo, que miramos, que volvemos a mirar y que nos gustaría caminar por ella. Su conformación altiva, sus escarpadas laderas y su fina arista, parece un mundo imposible de roca al cual se le guarda la distancia. Cuando ascendemos al Rey del Pirineo por la vertiente de Coronas, vamos dejando a la derecha una gran cresta que se eleva hasta alcanzar la vertiente sur de la cima del Aneto. Una ruta soñada y deseada para los amantes de la montaña, pero en verdad, una ruta que para adentrarse en su caos de roca y verticalidad requiere de una preparación que te permita imponerte a las exigencias de la misma. Arranca como una gran cola de dragón desde el Valle de Ballibierna y va encaramándose como la gran espina dorsal de la bestia que une su cabeza en la misma cima del Aneto. Así defino el lugar. Son ocho horas hasta la cumbre. Una ascensión condicionada a un estado físico más que óptimo. Su recorrido de III y IV grado puede engañar a más de uno, ya que hay que ir “sobrados”-(definición en escalada) y expuestos a que uno se pueda desviar de la ruta y embarcarse en terrenos más complicados entrando en grados superiores. Ocho horas en la máxima tensión por afiladas rocas de granito. Ya en la cara sureste del Aneto los pasos de IV grado se hacen pesados por el cansancio acumulado y el desgaste que produjo el calor; el Niño dijo: nunca he pasado tanto calor en el Pirineo. Siempre y durante casi toda la ascensión, vamos dominando los valles de Vallibierna y Coronas. Un excelente abismo donde a veces hay que saltar entre dos bloques. Sensaciones garantizadas en un recorrido que supera en la cresta los 3000 metros. El paso por la aguja Argarot 3035 metros, la aguja Tchihatcherff 3052 metros y sobre todo su rappel de más de 40 metros que nos deja en la base de la aguja Franqueville 3065 metros. La aguja Escudier 3315 m. y la aguja Daviu de 3350 m. Y por último la cima del Aneto, el señor del Pirineo. Desde el momento que comenzamos la ruta en la brecha inferior de Llosás, vamos utilizando manos y piernas en una constante trepada, tan solo la cima del Aneto nos devuelve a nuestro estado de “animales bípedos”. Ha sido una ascensión de las que marcan, donde la compenetración de la cordada y el entusiasmo vivido te hacen sentir las sensaciones que solo se encuentran en el “frío” mundo de la roca y el silencio. Las rocas parecen que hablan, te transmiten los secretos del principio de todo. Senderos pocos hollados y privilegio para los que ansían de los secretos de la aventura.
LA RUTA:
Refugio de Ballibierna 1960 m.
Pilleta de Llosás 2220 m.
Brecha inferior de Llosás 2833 m.
Aguja Argarot 3035 m.
Aguja Tchihatcherff 3052 m.(Rapell)
Aguja Franqueville 3065 m.
Brecha superior de Llosás-(Rappell)
Aguja Escudier 3315m.
Aguja Daviu 3350 m.
Aneto 3404 m.
DESCENSO:
Collado Coronas
Glaciar de Coronas
Ibones de Coronas
Refugio Ballibierna
Tiempo:
Para una cordada de 4 personas
Ballibierna-Aneto unas ocho horas
Aneto-Refugio Ballibierna 3 horas y media.
Horarios aproximados, dependiendo de paradas, fotos y etc.
Los alumnos y el maestro

Pepe y Sergio atentos. El niño:ser buen alpinista no es escalar mejor es llegar a viejo
Amanece por Ballibierna
El bosque es un clamor. El agua portadora de la vida hacia el valle
La reina del prado: quien interrumpe mi desayuno, pisapraos
La brecha inerior de Llosás, es desde este lugar donde comenzamos la andadura que nos llevará hasta la cima del Aneto
Diversas vistas del Ibón de Llosás, en esta foto y en primer lugar El niño, Sergio y Pepe
Entrada, no sabemos cuando saldremos
La aguja Argarot, Tchihatcherff y Franqueville, todo un recorrido de sensaciones. Arriba a lo lejos el Aneto, lejano aún
El descenso de la aguja Tchihatcherff impresionante, un gran rappel que nos deja al comienzo de la aguja Franqueville
Pared Este de la aguja Tchihatcherf
El Niño trapando una placa de granito
Sergio y Pepe en la misma placa
El niño en la chimenea Tchihatcherf
Camino de la brecha superior de Llosás
En busca de la sureste del Aneto
La zona "llana" de la cresta, la más afilada, el niño en acción
En plena cara sureste del Aneto
Descendiendo la aguja Daviu, a escasos metros de la cima del Señor del Pirineo
Llegando a la cima
Cima del Aneto.
Ahora tan solo nos queda el descenso hasta el Collado de Coronas y descenso de su glaciar
Bueno pues eso es todo. Estas fotos son las echas por mi, llevamos cuatro cámaras, así que hay tela, pero para que os hagáis una idea del lugar.