Pues no estoy yo muy seguro, Paco, porque ellos saben perfectamente dónde duerme la gente y allí acuden, una vez en Cueva Secreta, estaban allí prácticamente esperándonos, con cara de "qué raro, es viernes, casi de noche, y todavía no ha venido nadie para echarnos de comer".

Y cuando cocinas, pues claro que lo huelen, normal.
Personalmente, he tenido experiencias con zorros en Cueva Secreta, Peña Partía y el Caballo. En Cueva Secreta me desperté una noche de mucha luna y me encontré los dientes y el hocico afilado de un zorro olisqueándome la oreja, menuda impresión. Toda la noche con el bastón en la mano, y se llevó un buen mandoble el tío (creo que había 2 al menos), pero al final lo que pasó es que no dormí un copón, y al día siguiente había que subir al Mulhacén.
En Peña Partía, estaba sentado en el tranco fuera, y llegó un zorro y me mordió en el dedo gordo del pie, no parece que fuera a sacar tajada, sino que intentó quitarme el calcetín, la sandalia o el dedo gordo qué sé yo.
Y en el Caballo, el año pasado, iba con un hombre que decía que llevaba más de 30 años yendo a la sierra y que nunca había visto un zorro. Le dije que se acostara a mi vera, que yo le enseñáría alguno. Así fue, a la 1 de la mañana, me despierto, despierto a mi compañero y le digo, mira, tenemos visita. Enchufo la linterna, y ahí estaba el tío, olisqueándome el saco de dormir. Por lo menos, en el caballo hay refugio para meterse dentro, pero es una lástima perderse la noche bajo las estrellas por los bichos estos.
Alguna gente sugiere llevar un perro contigo, pero si se va a tirar toda la noche ladrando el perro, estamos en la misma.
Muy buena propuesta, Fran, a ver si hay alguna manera de repelerlos sin que molesten.
Aquí está el que me pegó el bocado en el dedo gordo del pie, momentos antes del incidente, mira qué concentrado estaba el puñetero...
pero es que son tan bonicos además...