Aunque según la Real Academia, deambular es caminar sin dirección determinada y nosotros sí que la teníamos, nuestro itinerario habría sido calificado de tal por algún perplejo observador que nos hubiera estado vigilando en la distancia.
Seguramente, a casi todos os habrá ocurrido algo parecido en alguna de vuestras actividades; es más, yo creo que, en el fondo, casi todas nuestras rutas están afectadas por el azar, es decir, salir al monte es sinónimo de aventura, esa clase de aventura que surge por los imprevistos que están bajo la tutela de la madre Naturaleza.
Así, ayer, un reducido grupo de Ytantos (foreros los tres
, el resto está afectado por una larga serie de males), nos propusimos dar cumplida cuenta de un antiguo anhelo de nuestro sin par
Antoñín Ramos; subir a la Morra desde la Vereda de la Estrella utilizando la ruta que asciende por el cortijo de Cabañas Viejas. Sus insignes escuderos para tan importante misión fuimos el ilustre Florentino Jorge (
F.Jorge) y el que suscribe.
Que conste que lo acaecido no lo fue en razón de algún tipo de improvisación; sabíamos del intenso frío que nos esperaba y del más que seguro hielo por algunas partes del recorrido. Es decir, todos íbamos bien pertrechados para tales circunstancias (ropa de abrigo, crampones y piolet).
Nuestro propósito inicial era absolutamente fiel con el espíritu Ytantos: madrugar, caminar con paso firme y estar a buena hora de vuelta previa la correspondiente “barticipación”
. Pero el hombre propone y el azar dispone
(disculpen algunos la intencionada supresión de la intervención divina en la conocida frase hecha; creo que es de se sobra conocida mi irreductible condición de agnóstico
). Así que al final, ni cumbre (como ya os ha anticipado Florentino en su versión de los hechos), ni paso firme, ni cumbre, ni, como la peor de todas las desviaciones imaginables, “barticipación” alguna.
En fin, el relato de los hechos sería prolijo de detallar aquí, así que lo suprimo, pero podríamos dejarlo en, Vereda de la Estrella, Cabañas Viejas, desayuno, reanudación de la marcha, pérdida de manopla, ascenso salpicado por nieve de distinta consistencia (alguna inglesa) en busca de La Morra, media vuelta, recuperación de la maldita manopla, Haza de Mesa y a su iglesia.
Y tras esta florida introducción vamos a lo que muchos esperan de mí, las imágenes.
La primera el perfil de la ruta.
El resto hacen referencia, principalmente al tema del día el hielo, aunque nunca pueden faltar los contraluces y alguna que otra que me han gustado, y que me resisto a titular u ordenar. Espero, no obstante que os gusten.
Efectívamente, Rafa, ahí tienes a tu reina.
Por cierto, he omitido deliberadamente aquellas en las que aparece Antoñín y su gorro; sencillamente me las he guardado para hacerle chantaje en el futuro.
)
"(Sabiduría boticariana) "Andar por Andar"
Bonitas fotos. Echasteis una estupenda mañana donde las haya 
la cosa mejora mucho 
