• Las agéncias han dado ropa de esquí a los turistas, que aún no tienen el equipaje.
La red viária recuperó ayer la normalidad tras el temporal que obligó a cerrar durante 19 horas la carretera N-2 a la altura de Soldeu por el mal tiempo y el riesgo de aludes. El Pas de la Casa estuvo toda la noche incomunicado, ya que los accesos a Francia continuan cerrados. El acceso al Pas desde Soldeu se abrió a la una de la tarde pero el uso de cadenas continuó siendo obligatorio. El cònsol major de Canillo, Enric Casadevall, informó que las quitanieves tanto del Comú como del Govern trabajarían toda la noche para mantener la carretera abierta, que en algunos puntos acumula hasta 4 metros de nieve en los márgenes.
Pero esta circunstáncia, no reportó casi problemas a los habitantes del Pas, acostumbrados a situaciones de estas características. Solo los titulares de comercios que viven en otras parroquias dejaron de abrir en el Pas. La presidenta de la Associació de Veïns del Pas, Maria Teresa Borra, indicó que "todo el mundo fué a trabajar como un dia cualquiera".
El principal problema que han padecido los vecinos durante estos dias ha sido el cierre de la escuela. La guarderia se hizo cargo de los niños hasta siete años pero el resto "se qudaron solos en casa", explicó Borra.
AUTOCARS BLOQUEJATS
Por otra parte, el Sindicat de Funcionaris de Duana reivindicó ayer la participación que tuvo en el rescate de los turistas ingleses e irlandeses bloqueados en la carretera entre el Ospitalet y el Pas la noche de domingo a lunes. Además, reiteró las malas condiciones en que trabajan en el punto fronterizo del Baladrà.
Dos trabajadores destinados en la duana contrapuesta quedaron aislados aunque, según afirman en un comunicado, se les había negado la instalación de literas en estos despachos, porque "no se podian quedar atrapados ya que había un plan de evacuación". Los aduaneros afirman que dos compañeros trabajaron 20 horas sin dormir ni comer. Además, perdieron dos de los vehículos 4x4 que tenian durante el rescate de los turistas, uno se averió y el otro chocó con una máquina quitanieves, traduce Nevasport.com.
Los protagonistas de la aventura, los turistas que quedaron atrapados, continuaban ayer sin tener el equipaje que dejaron los autocares. Los Bomberos y los responsables del transporte hicieron dos intentos ayer para acceder a los vehículos bloqueados y recuperar las maletas. Los dos intentos resultaron fallidos y hoy volvían a intentarlo. Albert Vinseiro, responsable de Regitours, explicó que las agencias habían proporcionado ropa de esquí a los visitantes para que pudiesen ir a las estaciones.
El Govern también quiso compensar a los turistas por la mala experiencia vivida y el ministro de la Presidencia y Turismo, Enric Pujal, visitó ayer algunos de los afectados y les regaló una entrada a Caldea y material publicitario de Andorra. Los primeros turistas que recibieron al ministre fueron un grupo de estudiantes alojados en el Hotel París-Londres de Escaldes. Los jóvenes escucharon atentamente las palabras de Pujal justo antes de salir hacia una fiesta que las agencias les organizaron.
Uno de los maestros del grupo, Alex Waring, reconoció que habían vivido momentos de miedo dentro del autocar, ya que el viento y la nieve hacían mover el vehículo, cosa que provocó algún mareo entre los ocupantes. Los guias pasaron la noche hacieno juegos para intentar distraerles. Waring, evitó responder si les quedaban ganas de volver a venir a Andorra.
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