Además, los propietarios de los 900 apartamentos y de los hoteles de Cerler se quejan de que en ocasiones se quedan sin agua porque la demanda es mayor que los caudales disponibles. También achacan al abastecimiento los episodios de gastroenteritis que se producen, según ellos, cada vez con más frecuencia.
"Es incomprensible que en el pueblo más alto de Aragón, en pleno Pirineo oscense, tengamos problemas con el agua -critica Fernando Posadas, dueño de los apartamentos Prados de Velarta-. Creo que estamos ante una cuestión de índole sanitaria y que alguien tiene que hacer algo cuanto antes, porque es desesperante".
La urbanización de Cerler surgió junto al pueblo antiguo con la creación de la estación de esquí. Desde un principio, el suministro de agua corrió a cargo de la empresa que gestionaba el centro invernal -primero Telesquís del Pirineo y luego Fomento y Desarrollo del Valle de Benasque-, por lo que durante muchos años dependió del Ayuntamiento de Benasque y desde hace cinco es responsabilidad del grupo Aramón.
El pueblo se libra
El problema para los vecinos es que, tres décadas después, ni unos ni otros han modernizado el sistema de abastecimiento a la urbanización, lo que genera problemas de calidad y de cantidad. "Hace dos semanas nos quedamos sin agua y algún cliente se fue del hotel -pone como ejemplo Posadas, cuyo negocio está en la parte alta de Cerler-. Cada vez que nos pasa recomendamos no beber del grifo y les decimos que en seguida se solucionará, pero así no se puede estar".
Otro vecino que prefiere no identificarse señala que en el pueblo viejo de Cerler las afecciones son mucho menores, ya que la captación de agua depende del Ayuntamiento de Benasque y está "mejor ubicada" que la de la urbanización.
Ambas redes -la municipal y la de Aramón- cogen los caudales de una fuente próxima a Cerler. Cuando llueve con fuerza, los sedimentos resbalan por las laderas de la montaña y confluyen en la fuente enturbiando el agua. "Lo que pasa es que la captación de la urbanización se hace desde el fondo del barranco, y la del pueblo, no", explica este vecino.
Como la demanda de suministro ha ido creciendo con los años, el grupo aragonés de la nieve dispone además de una segunda toma en otro barranco situado en el entorno de la urbanización. En este caso, los vecinos reconocen que no hay problemas de turbidez, pero muchos sostienen que las aguas están contaminadas. "Ahí arriba en verano hay 1.000 vacas -dicen señalando hacia Castanesa-. Desde hace un par de años hay un sistema de cloración, pero cada vez hay más casos de diarreas, también en invierno".
Las protestas por las deficiencias del abastecimiento se suman al malestar latente desde hace años por la falta de mantenimiento y urbanización de sus calles, y se producen en plena guerra entre Aramón y el Ayuntamiento de Benasque. El descontento es tal que se ha creado una Asociación de Amigos de Cerler que nace para defender los intereses de los vecinos y que ya cuenta con unos 250 miembros. Su presidenta, María Dolores Aparicio, explica que ya están "hartos" de esperar.
"Nadie se responsabiliza, todos se echan las culpas unos a otros -denuncia Aparicio-. Llevamos años así y ya sabemos que no hay que beber del grifo, pero ¿quién evita que un niño que llega acalorado beba de la fuente?".
El pasado lunes, la asociación celebró una reunión en la que se acordó reunirse con el alcalde de Benasque, Ignacio Abadías, para pedirle una solución. "Nos recibió muy amablemente, pero creemos que el Ayuntamiento tiene la obligación cuando menos moral de hacer algo urgentemente", afirma la presidenta de Amigos de Cerler. Abadías lo niega rotundamente y recuerda que la parte nueva de Cerler es un plan parcial privado cuyas obras de urbanización -y por tanto también el suministro de agua de boca- son responsabilidad del grupo Aramón.
La solución está en camino
Mientras, fuentes de Aramón reconocen los episodios de turbidez, pero aseguran que Aramón tiene informes sanitarios que demuestran que no hay ningún problema de salud. También recuerdan que se están tramitando las autorizaciones necesarias para acometer una nueva captación de aguas que resuelva los problemas de la actual. "La Confederación ya ha concedido los caudales, se han tramitado los permisos ambientales, se ha aprobado el presupuesto necesario para ejecutar los trabajos y se ha pedido la licencia de obras al Ayuntamiento de Benasque", concretan las mismas fuentes.
Montañas de Aramón admite no obstante que todavía no ha presentado ante el Consistorio el proyecto constructivo de la nueva captación de aguas, pero asegura que con el proyecto básico que se envió a la CHE es suficiente. "Esperamos que el Ayuntamiento nos dé las licencias y que las obras puedan empezar cuanto antes", señalan desde el holding de la nieve.
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