En lo alto de los Alpes nevados, a 3.480 metros de altitud, las consecuencias de la situación meteorológica de este verano modificaron la frontera entre Suiza e Italia generando una disputa sobre la ubicación de un refugio de montaña italiano situado en la estación de esquí de Zermatt que ahora parece que se encuentra del lado suizo.
La línea fronteriza entre ambos países está determinada por el flujo del agua de los deshielos, que corre hacia un país o el otro. Pero el retroceso del glaciar esquiable Theodul significa que la cuenca se ha deslizado hacia el Rifugio Guide del Cervino, contiguo al pico Testa Grigia de 3.480 metros de altura, y pasa gradualmente por debajo del refugio.
La situación sorprende a los esquiadores y turistas, que al ver el menú en italiano con precios en euros, en lugar de alemán y francos suizos, pregunta: «¿Estamos en Suiza o en Italia?«.
La pregunta es válida y la respuesta ha sido materia de negociaciones diplomáticas iniciadas en 2018 y concluidas el año pasado. Sin embargo, los detalles del acuerdo permanecen secretos.
Cuando el refugio fue construido en un afloramiento rocoso en 1984, sus 40 camas y largas mesas de madera estaban todas en el lado italiano. Pero ahora dos tercios del albergue, incluyendo la mayoría de las camas y el restaurante, técnicamente están en el sur de Suiza.
El tema volvió a la palestra porque la zona, dependiente del turismo, está situada en la cima de la estación de esquí de Zermatt, y a pocos metros se construye la terminal de llegada del nuevo Matterhorn Alpine Crossing, una linea de teleférico de lujo que transportará a los viajeros entre Zermatt y Breuil-Cervinia en asientos de cuero con calefacción e incrustaciones de Swarovski.
En noviembre de 2021 se llegó a un acuerdo en Florencia, pero el resultado solo se dará a conocer cuando lo apruebe el gobierno suizo, lo que no ocurrirá antes de 2023.
Cien metros de frontera
La frontera ítalosuiza atraviesa los glaciares a lo largo de la línea divisoria de aguas. Pero el glaciar Theodul perdió casi un cuarto de su masa entre 1973 y 2010, lo que expuso las rocas bajo el hielo y alteró la división de drenaje y obligó a los dos vecinos redefinir alrededor de 100 metros de su frontera.
Según Alain Wicht, jefe de fronteras de la agencia cartográfica suiza Swisstopo y cuyo trabajo incluye velar por los 7.000 marcadores a lo largo de los 1.935 km de frontera suiza con Francia, Italia, Alemania, Austria y Liechtenstein, tales ajustes eran frecuentes y solían ser resueltos sin involucrar a los políticos.
«Estamos discutiendo por un territorio que no vale mucho. En este caso, es el único sitio que involucra un inmueble, lo que le da cierto valor económico a ese pedazo de tierra.
El exjefe de Swisstopo, Jean-Philippe Amstein, señaló que tales disputas suelen ser resueltas mediante el intercambio de parcelas de tierra equivalentes en superficie y valor.
«En este caso a Suiza no le interesa obtener un pedazo de glaciar, y los italianos no pueden compensar la pérdida de superficie suiza».
Aunque el resultado del acuerdo es secreto, al cuidador del refugio, Lucio Trucco de 51 años, le han dicho que el sitio seguirá en suelo italiano.
«El refugio sigue siendo italiano porque nosotros siempre hemos sido italianos. El menú es italiano, el vino es italiano y los impuestos son italianos«.
Los años de negociaciones aplazaron la renovación del refugio debido a que ninguno de los ayuntamientos de uno y otro lado de la frontera pudo emitir el permiso de construcción.
Las obras no serán concluidas a tiempo para la inauguración, programada para fines de 2023, de un nuevo teleférico por el lado italiano del monte Klein Matterhorn. Sus pistas de esquí solo son accesibles desde el complejo invernal de Zermatt.
De momento, en los mapas de Swisstopo, la cinta rosada sólida de la frontera suiza permanece como una línea discontinua al pasar por el refugio.