Apenas quedan picos de 8.000 metros de altura que no se hayan bajado con esquís. Y eso que allí arriba las condiciones del terrenos no son para nada a lo que estamos acostumbrados. Suele azotar fuertes rachas de viento, la nieve está dura, aparecen rocas e incluso hay zonas donde sencillamente, no puedes pasar ni con los esquís al hombro: hay que coger una cuerda y hacer rappel.
El Makalu de 8.463 metros de altura era uno de esos últimos picos que quedaban por esquiarse, pero hace unos días el alpinista angloamericano Adrian Ballinger decidió que debía tacharse de la lista. Así que se subió hasta la cima con los sherpas Dorji Sonam y Pasang Sona, y una vez allí arriba, bao unos 15 metros, se puso los esquís en los pies, y le fue dando hasta llegar abajo.
En total, 2.570 metros de desnivel que tardó en hacerse algo más de 11 horas. ¿Te imaginas pasarte todo ese tiempo esquiando? Adrian Ballinger lo hizo, y además sobre unas condiciones infernales, que además grabó en vídeo para dar fe de su hazaña.
El Makalu de 8.463 metros, es el quinto pico más alto del mundo, y uno de los últimos 8.000 en no haberse esquiado nunca del todo. Tras dos intentos en 2012 y 2015, el guía angloamericano lo logró el pasado 9 de mayo.
"Esta montaña me ha derrotado en dos ocasiones. Casi mata a dos de mis mejores amigos en una avalancha la última vez que estuve aquí en 2015"
Pudo bajar esquiando el Makalu casi de un tirón. Solo tuvo que hace un rappel y algún recurso a cuerdas fijas. Es su cuarto descenso de un 8.000 con esquís después del Manaslu en 2011 y el Cho Oyu en dos ocasiones: 2013 y 2016.