Aramón se blinda contra los atracadores
Hay circunstancias que coinciden en ambos robos, pero los dos difieren en el «modus operandi». Los dos ocurrieron en estaciones de esquí del mismo grupo empresarial, Aramón; los dos tras un fin de semana; los dos con pocos días de diferencia; y los dos para hacerse con la recaudación de las estaciones. Pero la forma de actuar fue sustancialmente distinta: en Valdelinares los ladrones accedieron al edificio de la estación de esquí haciendo un boquete en el tejado; en Formigal, amenazando a los empleados que trasladaban en una furgoneta la recaudación, 25.000 euros, les golpearon, les maniataron, y los obligaron a subir a su coche. Les trasladaron unos 12 kilómetros hasta el desvío de Panticosa, donde, tras atarles y dejarles en su coche, huyeron con otros dos compañeros en otro vehículo.
Según aseguraron ayer fuentes de Aramón, los dos empleados se encuentran en buen estado, pese a la paliza que al parecer le dieron a uno de ellos antes de atarle, según trascendió anteayer. No confirmaron, en cualquier caso, si han podido reincorporarse a su puesto.
Hay varias líneas de investigación abierta. Por no descartar, las fuerzas de seguridad ni siquiera descartan que los ladrones pudieran haber contado con un «topo» desde dentro de las estaciones de esquí que les pudiera haber informado del momento en el que realizar los asaltos. Pero esto no pasa de ser una hipótesis más de trabajo para la Guardia Civil.
De momento, lo que ha hecho Aramón es tratar de «blindarse» para evitar nuevos robos. Para ello, ha recurrido al asesoramiento de expertos en seguridad. Se ha decidido introducir nuevos protocolos para mantener más a salvo el dinero que se recauda en estos centros invernales.