Privatizar para ampliar y modernizar Pal-Arinsal

“Que el consejo de administración de EMAP sea el pleno del común constituye una vecindad demasiada próximo de la política”. Así de contundente es el plan urbanístico de la Massana en relación con la condición pública de Pal-Arinsal. Por eso apuesta por el capital privado.

El plan urbanístico de la Massana apuesta por un crecimiento sostenido, que cuide a sus ciudadanos reforzando la cohesión social, que disponga de un parque empresarial propio y que tenga turismo de calidad todo el año, y como la principal fuente de turismo es y debe continuar siendo la estación de esquí de Pal-Arinsal, el plan urbanístico, en vigor desde el pasado viernes, apuesta por potenciar al máximo las posibilidades de la estación. Pero el documento deja claro que los cambios políticos en el seno de la corporación dificultan estos proyectos. Por lo tanto, apuesta por la privatización.

Telecabina de Pal-Arinsal

Uno de los proyectos considerados básicos para el futuro de la estación es la ampliación y también “la renovación” para poder competir con Grandvalira. “Sin una estación de esquí renovada y sobre todo más grande, el turismo de la Massana continuará siendo un turismo de segundo nivel”. Sin embargo, “el Comú no está en condiciones de asumir el esfuerzo inversor de este proyecto”, y por eso se apuesta por una privatización “controlada” y con unas condiciones que garanticen que la estación continuará siendo un motor parroquial.

La importancia de conservar el medio
El medio natural es un activo de la parroquia. Por lo tanto, el Plan de Urbanismo también dedica muchas páginas a describir las zonas que, por su elevada riqueza natural, deben protegerse. El volumen según el documento define zonas de interés botánico, faunístico y conectores ecológicos. En cuanto a la fauna, el plan detalla las zonas más ricas en especies, y en total se definen diez zonas de valle y cuatro de montaña que deben protegerse.