El artista, que ya pintó de azul un glaciar de Chile, ha advertido que llevará adelante su iniciativa, con permiso o sin permiso, pero desde Chamonix ya se le ha aavisado que, ademas de la prohibición de aterrizar, que "no puede proteger el ambiente degradando un área protegida". Al mismo tiempo se le acusa de tratar de hacer publicidad propia con el acto.
De todas maneras, hace tiempo que se lleva denunciando el abuso de la montaña por parte de montañeros, escaladores y esquiadores, que aterrizando sobre la frontera de Italia y Suiza, acceden al Mont-Blanc para esquiar sus laderas.
Recientemente, se abrió un intenso debate después de que el alcalde de Chamonix quisiera cobrar un peaje a los montañeros que quisieran acceder a los 4.810 metros de la montaña, para poder sufragar la limpieza de la suciedad que arrojan tras su regreso.