Las precipitaciones de nieve han hecho que las estaciones no pudieran funcionar con normalidad, y han ido modificando su parte de apertura de remontes, pistas y zonas esquiables, debido al tiempo que han tenido. En esta primera semana del año coincidiendo con el puente de Reyes, se espera una ocupación en torno al 75%, principalmente de turismo familiar.
La calidad de la nieve, debido a las precipitaciones es polvo, las temperaturas oscilan entre -2ºC y -5ºC, y para acceder a los centros invernales se recomendaba esta mañana el uso de cadenas.
El pirineo aragonés oferta 230 kilómetros de zona esquiable que se reparten en las estaciones de Astún, Candanchú, Cerler, Formigal y Panticosa. A esto hay que añadir los circuitos de fondo de Candanchú Somport, Panticosa Resort y la zona de Llanos del Hospital en Benasque.
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