El desierto blanco en la competición española

Eduardo Roldán tenía hoy una cita en el Consejo Superior de Deportes (CSD).

Tal como cuentan desde La Voz de Asturias, le han llamado para que rubrique la entrada de los deportes de invierno en el Plan ADO, aquel proyecto de ayuda económica a los deportistas olímpicos que nació con vistas a los Juegos de Barcelona-92.

Han pasado muchos años desde entonces y no será hasta ahora, casi en vísperas de la designación de la ciudad del 2012, cuando por fin las especialidades de nieve y hielo tendrán un tratamiento similar a los deportes olímpicos de verano. Por eso Roldán, presidente de la Federación Española de Deportes de Invierno (FEDI) desde hace dos años y medio, tenía hoy una cita importante en el CSD.

Los extremos del acuerdo no están aún concretados, pero seguro que si siguen las indicaciones de la multitud de proyectos y planes remitidos por la RFEDI en los últimos meses irán dirigidos a reforzar el trabajo iniciado con las promesas, esa docena larga de esquiadores y esquiadoras con los que la federación está trabajando para cubrir el enorme hueco, un auténtico desierto blanco, que se ha abierto entre Rienda, la campeona, y los demás, a excepción de la andaluza Carolina Ruiz, otra prometedora esquiadora que este año no ha obtenido los resultados que de ella se esperan.

Pero ¿qué hace suponer que estos planes darán resultado y no se diluirán como los emprendidos con anterioridad, durante muchos años de vanas promesas, por otros gestores del esquí español? "Hemos aplicado nuevos conceptos", asegura Roldán. "En primer lugar, hemos seleccionando abiertamente entre todos los posible candidatos en todas las autonomías, nadie se ha quedado fuera. Además, el proceso de selección es permanente y flexible, y hemos puesto a disposición de los chicos buenos técnicos que trabajan con niveles de exigencia internacional", añade el presidente de la RFEDI.

Roldán cree que por medios tampoco quedará. "Los medios son los correctos, por ahí no se puede fallar".

Los chicos y chicas integrados en la selección juvenil, de entre 16 y 19 años (Leyre Morlans, Mireia Clemente, Andrea Casasnovas, Edgar Fenoy, Guillem Capdevila y Félix Aznar son algunos nombres a retener), cuentan con medios suficientes para intentar llegar donde ahora está Rienda. "Este vacío que se ha producido ya no tiene remedio. No hay que mirar hacia atrás, pero sólo con suerte no se consiguen las cosas, sino en base al trabajo y a una planificación competente", asegura Roldán.