Todos sabemos que la nieve polvo y muy seca, como se suele decir "nieve champan" o "champagne powder", en Sierra Nevada es muy escasa, rara vez se da, y en todo caso es dificil tener la oportunidad de esquiarla porque es flor de un día.
Pero mira tu por donde, ese día fue ayer, 1 de Mayo, y casualmente estábamos por ahí arriba...
Como el champan se debe de servir bien frio, y estos días ya no hay remontes que nos acerquen de forma rápida, hubo que ir a buscarlo tempranito y directamente a la nevera nevandense: los corrales del Veleta.
Llegar fue una auntentica tortura, una verdadera prueba a nuestra paciencia y fuerza mental. Y no lo digo por la distancia recorrida o el esfuerzo realizado, sino porque a lo largo del camino sólo veíamos nieve, nieve, y más nieve. Era realmente tentador sucumbir de nuestro plan de catar el champagne powder y dejarse caer por cualquier palita: San Juan, Zayas, la Trucha...
Pasamos el San Juan y el Veleta rapidito y mirando hacia los esquis para vencer la tentación... ¡como estaba todo! Por cierto, ¿quien decía que esto de la travesia lo practican cuatro chalados? ¡Nunca ví tanta gente foqueando como ayer!
Despues de más de cuatro horitas de aproximación, llegamos a nuestro destino, el Cerro de los Machos. Tras evaluar los riesgos de avalancha y comprobar que la bajada era segura, nos lanzamos como locos a disfrutar la mejor nieve de la temporada y de toda la Sierra... ¡autentico champan nevadense!
Pero aquí no acaba la historia. Totalmente emocionados, seguimos descendiendo por el valle del Guarnón hasta la cota 2100. Cuando ya fue imposible esquiar más, cargamos con los esquis en la mochila y comenzamos una larga caminata en dirección a Guejar Sierra siguiendo la Vereda de la Estrella.
El reportaje completo de esta aventura, con muchísimas más fotografías y todos los datos, lo podeis leer en el blog de la revista digital NIX de la mano de Quique Ribas con quien tuvimos el placer de compartir la esquiadita.
¡No os lo perdais!