Entre mis deportes favoritos, además del esquí, se encuentra el tenis, que -cosas que pasan- practico bastante más a menudo que el esquí. Y por tanto, sigo a los mejores de cada uno de estos deportes.
El esquí, al igual que el tenis, es un deporte donde la técnica es super importante. Pero a partir de cierto nivel, solo con la técnica no vas a ningún lado. Y entonces aparece el físico, que es casi o más importante que la técnica, porque donde no llegas por técnica, llegas por físico. ¿Habéis visto cómo de fuertes están los esquiadores, mujeres y hombres, de un circuito como la Copa del Mundo de esquí? En el tenis hay un dicho que reza algo así como que los partidos no se ganan con la raqueta, sino con las piernas.
Pues bien, tras este pequeño preámbulo, vamos con los protagonistas. Muchos esquiadores juegan a tenis. Es un buen complemento al esquí. Más difícil es que un tenista esquíe, a excepción de Djokovic, que es un gran aficionado. En el caso de Roger Federer, hace como 20 años que dejó de esquiar, pero le hemos visto alguna vez departiendo con Lindsey Vonn, una gran aficionada al tenis. Y uno de sus hijos, Leo, apunta maneras en el mundo del esquí. En cuanto a Shiffrin, alguna imagen hay por ahí de ella jugando a tenis y se la vio hace unos años en Roland Garros como invitada de Longines.
¿Qué tienen en común Shiffrin y Federer?
Una cosa que tienen los dos en común es que son imagen de Barilla. Pero esto es una anécdota. Lo que verdareramente comparten es la perfección técnica. Son tan buenos practicando sus respectivos deportes que parece que lo hacen sin esfuerzo. Uno puede pensar que Federer gana sin moverse. Y es que lo parece. Y con Shiffrin pasa lo mismo. Su esquí es tan perfecto que parece que baje sobrada, a un ritmo muy por debajo de su límite. Pero nada más lejos de la realidad. Tienen un talento estratosférico, pero sin el entrenamiento también brutal que siguen, no conseguirían nada. Shiffrin se deja la vida mientras pasa puertas y Federer hace lo mismo para llegar a cada bola. Aunque sus rostros no lo reflejen, aunque parezca que no hacen el esfuerzo titánico que realizan.
Podríamos decir que sus antagónicos podrían ser Petra Vhlová y Rafa Nadal. Los dos por supuesto son buenísimos. Aunque sí que ves que lo dan todo.
Y aunque sea como una anécdota, estos dos deportes tienen otra cosa en común. Algunas marcas de esquís son o lo han sido de raquetas de tenis. Es el caso de Völkl o Head. Y cómo no recordar la Rossignol de Wilander o la Kneissl (fue mi primera raqueta) de Lendl.