Debo reconocer que en esta época no añoro demasiado el esquí. Los calores hacen que me olvide un poco y hace tiempo que busqué aficiones estivales que hacen que piense en otras cosas, pero siempre queda alguna neurona activa dispuesta a recordarme que han pasado casi dos meses desde que cerraron las estaciones y, la verdad, me han pasado volando.
Ha llegado el verano y eso quiere decir que estamos a cinco meses para volver a calzarnos los esquís en una estación. Ahora aún parece demasiado, pero hay que aprovechar el buen tiempo porque la próxima vez que vuelva a recordar una fecha estaremos ya en el comienzo de la cuenta atrás.
Quedan 150 días para volver a esquiar. Así que nada, a aprovechar el calorcito. Y no olvidéis empezar a poneros en forma, que ahora ya no pensamos tanto en blanco pero la bestia vuelve, siempre vuelve. Y se trata de que cuando llegue en forma de mono irrefrenable no sea demadiado tarde.
¡Que paséis un buen verano!