El esquí es muy técnico, pero también muy físico. Son muchos los deportes técnicos en los que con una buena base, aunque el físico no te acompañe, puedes rendir bastante bien (natación, tenis,...). Pero cuando le sumas un buen estado físico, la cosa cambia radicalmente y puedes dar un paso más sin haber aprendido nada nuevo.
Si tienes potencia, esquiarás mejor. Si tienes resistencia, esquiarás mejor. Y algo más, te lesionarás mucho menos, disfrutarás más del après ski,...
Si eres más de esquiar que estar en el bar, vale mucho la pena dedicar un tiempo a la semana a prepararse para la temporada. Y especialmente si eres de los que esquía varios días seguidos, porque si no estás en forma y aprietas más de la cuenta, cada mañana, cuando pongas el pie en el suelo te acordarás de la esquiada del día anterior y acabarás con jornadas de esquí muy cortas. Parece que queda mucho, pero ya tenemos al otoño aquí y ya ha empezado la verdadera cuenta atrás.
Busca algo que te guste y todo será más fácil, pero piensa que con un poco de constancia, en un espacio de tiempo muy corto puedes pasar de odiar una disciplina como correr a echarla en falta cuando no la puedes practicar, asi que date un poco de tiempo al principio y verás que los cambios llegan solos.
Sé de lo que hablo. Cuando tenía 20 años menos esquiaba en peor forma que ahora y las sensaciones que tengo son completamente distintas. Poneos en forma... ¡Os lo recomiendo! Pasarlo bien esquiando puede ser una motivación para entrenar y estar mejor que nunca.