En esta época es más o menos habitual coincidir con una capa de hielo por la que tenemos que caminar. Por supuesto que el calzado es importante, pero al final, el hielo es el hielo y pocas suelas tienen grip cuando el hielo es realmente resbaladizo.
Una opción es llevar un accesorio tipo cadenas de nieve para los zapatos, como estos de Yaktrax:
Pero como no es muy operativo llevar esto encima, lo más probable es que no lo tengamos a mano. En este caso, nada mejor que copiar a los mayores maestros en el arte de caminar a dos patas sobre el hielo, los pingüinos. Aquí tenéis cómo hay que hacerlo:
Básicamentre se trata de adelantar el cuerpo para que el punto de apoyo no genere ángulo y, por tanto, una componente de fuerza horizontal que nos haga resbalar. Hay que apoyar completamente vertical, cosa que se consigue más fácilmente dando pasos cortos y con un ligero balanceo lateral.
En bajada o subida ya lo veo más complicado, pero en plano funciona. ¡Pruébalo!