Iniciarse en el deporte blanco es toda una aventura: material, entorno, técnica,... Todo es nuevo y bastante contrario a lo que uno está acostumbrado. Hay que poner un portaesquís al coche, andar con botas rígidas, usar bastones, ponerse una máscara,... En fin, que al cabo de nada ya te es todo muy familiar, pero al principio no. Por eso me maravilla la gente que de mayor un día decide ponerse a esquiar, porque el intento no tiene nada de sencillo.
Y hablando de lo que implica empezar a esquiar, aquí tenéis a Bertín Osborne contando su presunta vivencia como esquiador primerizo. Tiene algún tiempo y es posible que ya lo hayas visto: