Son muchos los que dicen que lo mejor para estar en forma esquiando es esquiar. El problema es que, al menos yo, como mucho lo practico dos veces por semana. ¿Y el resto qué?
Todo depende de cómo enfoques el esquí, si como una actividad o como un deporte. Si es como una actividad y practicas cada semana, realmente a medida que avance la temporada irás cogiendo el tono y poco a poco te irás sintiendo mejor. Pero si para ti esto es un deporte, no hay como marcar unas pautas de entreno que te llevarán el fin de semana o esa semana de viaje a pasarlo mucho mejor.
Si haces un par de días de ejercicio aeróbico, como salir a correr o ir en bicicleta, notarás que te recuperas mucho más rápido de cada bajada y que puedes alargar mucho más el día aunque vayas a fondo. En mi caso, los miércoles a mediodía salgo a correr una hora por la Carretera de las Aguas, los viernes hago spinning y salgo en bici el fin de semana mientras no estamos en temporada.
También es muy útil hacer pesas. Como lo encuentro muy aburrido, un día a la semana me meto en una clase de Body Pump.
El día que haces pesas puedes aprovechar para hacer algún ejercicio de equilibrio que te ayudará a ganar sensibilidad en la nieve. Yo lo suelo hacer un rato los lunes, que es el día que dejo para jugar a tenis, que es un deporte que también va bien para ganar un poco de reflejos, aunque es el que menos me aporta para esquiar.
Y para completar, los jueves nado unos 1500 m.
En definitiva, si das el salto a entrenar más o menos en serio durante la semana, cuando llega el fin de semana disfrutas mucho más y te sientes mucho más seguro bajando. Por no hablar de que por la tarde o al día siguiente estás plenamente recuperado. Seguro que hay mil otras formas de prepararse, pero con lo que hago obtengo los resultados esperados.
Ahora que empieza un nuevo año es el momento de intentar mejorar la forma.