Los que ya tenemos una edad pero intentamos seguir esquiando como el que más, nos hemos encontrado a menudo que las marcas, a la hora de diseñar algunos modelos, parece que piensen sólo en una estética determinada. Esto pasa sobretodo con los esquís de freeride (y sus hermanos y primos, como los de park, aunque estos últimos sí que los llevan muy pocos de mi edad). Por suerte, parece que las cosas están cambiando y hoy en día hay muchos esquís de freeride que me podría comprar sin pensar "¿qué hago yo con esto?" cada vez que los miro.
El algoritmo es muy fácil. Nada de calaveras, monstruos o similares y cuanto más sencillo, mejor. Que lleven un dibujo me gusta, pero algo armónico. Sobre gustos no hay nada escrito y por supuesto, hablo por mí, pero la gracia es que todos podamos encontrar algo con lo que nos identifiquemos mínimamente. La idea es que nos gusta el powder pero no vamos con los pantalones mega anchos ni caídos y, por tanto, nos va otro tipo de estética.
Por suerte parece que las cosas están cambiando y hoy en día las marcas están dando un giro a los diseños de los esquís de freeride, acercándolos a los de pista y hay muchos esquís anchos que me gustan. Aquí van unos cuantos ejemplos, algunos de los cuales reconozco que cuesta un poco verlos como esquís de freeride por su sobriedad:
Pero si me tengo que mojar y elegir unos, me quedo con los Rossignol Soul 7. Sobrio y con el detalle de parte translúcida de la puntera y cola, que es muy cañero. Y si encima van bien, que no lo dudo...
Y para que veáis de qué hablo sobre el nuevo giro de las marcas, os pongo un par de ejemplos de esquís que han evolucionado hacia la sencillez de líneas.
Völkl Mantra. Han sacado el dragón y, manteniendo un estilo, han optado por el minimalismo:
O los esquís de Head. De los monstruosos Motorhead a los actuales: