Tras el fin de semana pasado, de mucho calor y nieve primavera a las 12h, este sábadoa hemos podido disfrutar de una gran nieve en La Molina. Temperaturas bajas que han permitido mantener en muy buen estado el blanco elemento. Y creo que la sensación es extensiva a todo Alp 2500 porque desde Masella me llegaban mensajes del buen estado que presentaba la estación.
Pero como todo lo bueno no dura, el día fue empeorando y al final se puso a nevar débilmente. Pero eso no impidió que, supongo que sumergido en la euforia de haber tenido un gran día y de las buenas condiciones que se presentan para Semana Santa, me metiera por el half pipe de la zona de Alabaus... ¡con esquís de slalom!. No pude aguantarlo hasta el final porque, aunque es divertido, es mucho peor que una montaña rusa. Si no estás acostumbrado, marea a base de bien.
El domingo hacía un día de perros, con una visibilidad bajísima a causa de una niebla que dejó la nieve bastante húmeda. En La Molina soplaba viento en cotas altas y me fui a Masella a hacer unas bajadas con un amigo que estaba por allí. Muy poca gante en ambas estaciones y el día que iba empeorando. En las cotas más bajas llovía un poco pero enseguida, hacia los 1800 m, ya era nieve.
En el parking de Alabaus. El viento de los días anteriores se había cebado en esta zona, pero la nieve estaba realmente bien.
Poca gente para subir la cabina
Subiendo Set Fonts, con vistas de la Cerdanya
La Alpina estaba en muy buen estado. Es una pista sin pisar corta pero divertida...
...y con buenas vistas de la parte baja de la estación. Este año sólo me queda pendiente la Nevera.
Muy buen aspecto de Comella
La olímpica
En Estadi había Copa del Mundo de snowboard y sólo se podía bajar por un lateral, aunque la nieve era hielo. El día iba empeorando poco a poco.
En la cabina repartían folletos de una cena de altos vuelos en el Niu de l'Àliga. Esto de la cena en el Niu de l'Àliga y bajar esquiando es algo que tengo pendiente.
Lo mío no es el freestyle. Ni me gusta, ni se me da bien ni tengo la edad para tirarme o saltar por según dónde (yo me quedé en twisters, rascas, etc. y mal ejecutados), pero no sé qué me cogió este fin de semana, que me metí un par de veces en el half pipe. La primera sensación es que, si vas un poco rápido, subes hasta arriba, es muy vertical y... ¡hay que girar y bajar! Y la segunda es que no aguanto hasta el final con estos vaivenes. Es como la sensación que tienes en coche cuando entras en un badén y te levantas un poco, pero continuo. La verdad es que el bicho tiene buena pinta.
El próximo día ya podremos empezar a hacer alguna figura :-)
Y el domingo, aunque en algún momento parecía que salía el sol, se quedó malo todo el día. Subió muy poca gente y éramos cuatro gatos en pistas.
La mala visibilidad llegaba hasta las cotas más bajas.
No sé qué me cogió, pero subí con estas reliquias de hace más de diez años. Vale que la nieve y el día no acompañaban, pero realmente, no hay como llevar unos buenos esquís nuevos.
Crucé a Masella para esquiar al abrigo de los árboles.
La Tosa, que por lo que me contaron, el sábado estaba de lujo, se mantenía cerrada. Mucho viento y visibilidad nula.
Mucha gente en los remontes. Este de La Pia es una de las dos vías que permite volver a La Molina
A la salida de la silla Comella te quedabas tieso y todo invitaba a acudir a Costa Rasa en busca de refugio. Este es uno de los mejores bares de estación que conozco, aunque hay que decir que no soy ningún experto en esta materia porque cuando esquío es muy raro encontrarme en algún bar. Cuando hace buen tiempo, en la terraza de fuera tiene pinta que se está de lujo.
No es una foto a las 17h. Este es el aspecto que ofrecía uno de los remontes habitualmente más concurridos de La Molina a las 13.15h.
Con la jornada hecha, a las 14h parábamos de esquiar. Un fin de semana de muchos contrastes en el que hemos podido esquiar bastante bien y con la alegría de ver que la estación está en muy buenas condiciones para afrontar el final de temporada.
