Ya sea en verano o en invierno, en la montaña, en las ciudades, en la playa o en medio de la nada, nuestra piel y nuestros ojos siempre sufren los efectos de los rayos solares. Si hablamos del sol, de la intensidad de la luz en verano y de los problemas que genera el exceso de sol en la piel, es importante saber la opinión de expertos en el tema, para poder viajar sin miedo a que la luz y los rayos del astro rey nos afecten en exceso. En verano, deberemos tomar precauciones, (sobretodo en zonas de alta montaña, donde se suelen realizar paradas o largas subidas).
El verano ideal, a 12-15 grados en las Islas Lofoten, Noruega. Tomando el sol con tranquilidad.
El bronceado es la respuesta que tiene nuestra piel a la hora de protegerse de las radiaciones solares, pero esta protección natural no es suficiente y será necesario tomar una serie de medidas complementarias para evitar quemaduras. Tendremos mucho cuidado con la piel de los bebes y de los niños en general (sin olvidar la de los adultos) y si practicamos actividades de montaña a mas de 2.000m, deberemos tener muchísimo cuidado a la hora de proteger la piel de la incidencia solar en las horas centrales del día. Si atravesamos zonas con nieve o un glaciar, la incidencia del sol será total, pues la nieve y el hielo actúan a modo espejo.
En Suiza, Valais, cruzando desde Leukerbad a Kandersteg
En los Alpes, debemos evitar realizar travesías por glaciar al mediodía pues suelen convertirse en auténticos hornos. Lo mismo sucede en el Aneto y en el Vignemale, dos míticas cumbres pirenaicas abarrotadas de alpinistas en verano y donde suelen iniciarse muchos niños y jóvenes a la hora de colocarse unos crampones. En el refugio francés de Baysellance, punto de partida de la via normal al Vignemale, que cruza el glaciar de Ossoue (el único de lengua que queda en los Pirineos), nos encontramos el 6 de agosto de 2006 con un padre que ascendía con sus dos hijas de 8 y 9 años a la Pique Longue (3.298m). Habia bastantes nubes en el cielo y subia algo de niebla, pero ellos iban totalmente equipados y bien embadurnados de crema solar. Muchos les miraban con cara de exageración pero al mediodía, cuando todos regresábamos al refugio tras hacer cumbre, algunos bien enrojecidos por el sol a mas de 3.000m, volvió a caer la niebla y ellos fueron de los primeros en llegar a Baysellance, sin una quemadura y con una sanísima cara de felicidad que premiaba su prudencia y precaución. ¡Bien por el padre y sus hijas!.
Cruzando el glaciar de Ossoue en el Vignemale, en familia, bien equipados y bien protegidos
Los especialistas recomiendan que los bebés y los niños menores de tres años eviten la exposición directa al sol. Aunque veamos muchas nubes en el cielo, la incidencia solar es igual de peligrosa, pues el sol las atraviesa aunque no lo notemos. En edades tan tempranas, la crema fotoprotectora no es una forma segura de protección, por ello resulta aconsejable mantener a los pequeños protegidos dentro de la mochila con una pequeño toldo (con la gorra o sombrero). Si podemos andar por la sombra, a la vez que les hidratamos con agua o zumos, los peques estarán mucho mas cómodos y agradecerán mucho mas nuestras salidas a la montaña. Cuando los niños crecen, es normal que deseen bañarse en riachuelos o a orillas de un lago. En ocasiones, seremos los padres los que nos bañaremos con los niños para refrescarles, no olvidemos que la montaña también tiene sus playas y no solo a gran altitud. En los Pirineos y sobretodo en los Alpes nos encontramos con grandes lagos cuyas orillas están repletas de campings y embarcaderos, donde los bañistas chapotean gustosos durante la canícula estival.
Nos conocemos desde 1989, imaginad la de excusiones, esquiadas, travesías y animaladas...
Gracias a Laura Moragrega (óptica y farmacéutica, primera agachada por la izquierda), he aprendido muchísimo sobre cuidado ocular y protección de la piel
Para evitar quemaduras solares, los niños deben empezar a tomar el sol poco a poco, pensando en todo momento que no estamos al nivel de mar y que en la montaña, el sol incide con mucha fuerza. Tal y como indicamos anteriormente, hay que evitar las horas de mayor intensidad solar (desde las 12:00 a las 16:00) y si no hay mas remedio, nunca está de mas llevarse una sombrilla pequeña si sabemos que pasaremos por algún lago. Buscar rincones a la sombra y bañarse a partir de las 16:15 horas nos ayudará a protegernos del sol en ríos y lagos y a disfrutar de una temperatura del agua algo mas elevada que por la mañana o al mediodía. El agua y la arena que encontramos en la orilla de los lagos y estanques aumentan la intensidad solar, por lo tanto, hay que tener en cuenta el tipo de crema fotoprotectora que vamos a utilizar adecuándola al tipo de piel de nuestros pequeños.
En alta montaña (Saas-Fee), pequeños y grandes siempre protegidos con buenas gafas de sol
No debemos olvidar que los niños, adolescentes y las personas de piel blanca o muy blanca corren un riesgo mayor de sufrir quemaduras solares pues su piel es mucho mas sensible a las radiaciones ultravioletas. En la montaña (y en el campo en general o la playa) utilizaremos siempre crema solar de factor extremo, untándoles la cara, las manos y todo lo que quede a merced del sol varias veces al día. Conversando con el Doctor Ulloa Reinoso llegamos a la conclusión que nuestra sociedad es excesivamente egoista en muchos aspectos de la vida cotidiana. Sea por el actual momento en el que vivimos o porque los medios de comunicación viven de ello, creemos que se están fomentando en exceso una serie de valores superfluos que, mas allá de las modas, pueden llegar a poner en peligro la salud de los niños y la de los padres.
Esquiando en Zermatt, en verano. Siempre con unas buenas gafas de sol, protección 50,
y carburante para el motor.
Volver de un viaje a la montaña o de un fin de semana esquiando, morenos a rabiar, con las marcas de las gafas bien visibles (asi da mas rabia delante de los amigos) no solo es una grandísima imprudencia, sino que transmite a los mas pequeños un mensaje erróneo, que dentro de veinte años puede acarrearles serios problemas cutáneos o de visión. El Doctor Ulloa nos comentaba que cada vez que va de viaje a los Alpes o a cualquier cordillera, suele volver bastante blanco, pues a diferencia de otros, no duda en aplicarse a diario una buena crema solar de protección elevada. Existen en el mercado cremas solares y gafas de sol realmente eficaces, utilizadas por profesionales de la montaña desde hace años, con una solvencia contrastada gracias a sus excelentes resultados. Si, son productos caros, pero muy buenos. En salud y seguridad no vale la pena ahorrar y menos cuando hay niños de por medio.
Con nieve o sin nieve, siempre con gorra y gafas
Como proteger los ojos de los niños, por Laura Moragrega
En la montaña, la altitud y la incidencia de los rayos solares son dos factores muy a tener en cuanta a la hora de hablar de protección y seguridad ocular. Si realizamos actividades deportivas en alta montaña, los rayos solares nos va a afectar de una u otra forma y aunque hoy en dia se ha avanzado muchísimo en el campo de la óptica en general y en la producción de gafas de sol especiales para nieve y hielo, no debemos olvidar que la radiación UVA se incrementa un 10% cada 1.000m y la nieve y sobretodo el hielo de los glaciares, refleja hasta un 90% de dicha radiación UVA. También la arena que encontramos en la orilla de muchos lagos y rios refleja hasta un 20% de radiación y el agua un 30%, lo que nos obligará a ser cautos mientras realizamos actividades deportivas en zonas de media y alta montaña, incluso en días nublados.
Nuestra querida Laura, en su gabinete de la Via Laietana, en Barcelona
En verano la intensidad de radiación UVA se triplica respecto al invierno, con el añadido de que los efectos de dicha radiación son acumulativos en el tiempo, lo que implica que aquellas personas que a lo largo de su vida han estado expuestas a importantes dosis de radiación UVA tienen mayor riesgo de padecer degeneración macular y cataratas. Si en los adultos, el sol ya de por si es peligroso, el factor de riesgo aumenta en los mas pequeños, obligándonos a estar alerta y a tomar medidas. Es importante mencionar que la luz que nos llega del sol está formada por tres gamas de onda o tipos distintos de rayos:
- Rayos UVA: (320 a 400 nanómetros (en adelante nm).
Representan el 90% de los rayos del sol. Son los responsables del bronceado directo e inmediato. Tienen una capacidad de penetración muy elevada, llegando hasta la dermis.
Atraviesan los cristales de las ventanas y siguen actuando incluso cuando hay nubes. Los rayos UVA producen envejecimiento, arrugas y pérdida de elasticidad.
- Rayos UVB: (290 a 320 nm).
Representan el 5-10% de la radiación ultravioleta. Son los responsables del bronceado indirecto, la pigmentación que aparece al cabo de un par de días. Presentes en las horas del mediodía, su acción se limita a la epidermis, capa superficial de la piel. Los rayos UVB tienen un riesgo mucho mayor de causar cáncer de la piel que los UVA si no se protege la piel tal y como es debido.
- Rayos UVC: (100 a 280 nm).
Son los de longitud de onda más corta y también los más peligrosos. No llegan a traspasar la capa de ozono estratosférica porque son absorbidos por la atmósfera y retenidos por ella, siempre que no sea demasiado débil.
Desde hace muchos años, y como amante de los deportes de montaña, a nivel profesional siempre recomiendo que los niños se familiaricen con las gafas de sol desde muy temprana edad. Fomentar el cuidado de los ojos en los mas pequeños de la família les enseñará a tomar las precauciones necesarias antes de ir a esquiar o escalar cumbres. Existen magníficas gafas para bebes y niños pequeños que les ayudarán a protegerse del sol, a la vez que se divirten con sus pequeñas gafas, algunas de diseños realmente divertidos (aunque en el campo de la óptica y la salud ocular, el diseño siempre debe ser la última de nuestras preferencias).
Siempre bien protegidos, con diferentes tipos de óptica
Utilizar gafas muy sencillas o no utilizarlas, puede poner en serio peligro su visión, pues el calentamiento de la córnea en condiciones extremas, aunque los niños duerman o tengan los ojos bien cerrados, puede llegar a ser muy peligroso. Protegerles con gafas mientras duermen en la mochila es muy importante, asi como cuando estan jugando, descansando en zonas muy abiertas o esquiando. Por mucho que al principio no les guste llevar gafas de sol, se las quiten o digan que no las quieren, debemos insistir en que las lleven siempre puestas. Algunas muy pequeñas llevan una tira de sujeción con velcro (gafas tipo antifaz) muy práctica y fácil de colocar. Es importante que les expliquemos de una forma clara, amena y sin tecnicismos la importancia de llevar gafas de sol en la montaña, siendo conscientes de que las inflamaciones en los ojos, la conjuntivitis y el escozor en los ojos (con mayor intensidad en los ojos claros) son el resultado de una mala protección solar. Se han llegado a observar casos de ceguera temporal y daños en la córnea en Pirineos y Alpes, debido a serias negligencias de padres y monitores de campamentos que no tenian en cuenta el uso de gafas de sol infantiles.
Bajando por la arista noreste del Breithorn, en el Valais, Suiza.
Los daños en la córnea, si no se tratan rápidamente, pueden oasionar a largo plazo una pérdida de agudeza visual que repercutirá en la futura visión de nuestros hijos o familiares. Las gafas de sol para niños hay que elegirlas con mucho cuidado y en estos casos, no vale la pena ahorrar dinero. Deben absorber el 99-100% de la totalidad del espectro en el UVA. Dado que actualmente no existe un rotulado uniforme para las gafas de sol, se deberían leer cuidadosamente las etiquetas para asegurarse de que absorberán la radiación UVA y la UVB. Dependiendo de donde las compremos, nos aseguraremos de que tengan garantia, por si encontramos algun defecto de fabricación. Si nos adentramos en un terreno algo mas técnico, en el campo de la óptica infantil existen gafas de sol para nieve con protección total que permiten la colocación de cristales intercambiables. Por un lado protegen del UVB y por otro iluminan el campo de visión en caso de niebla, mostrando con una mayor definición el relieve del terreno.
En nuestro manual de montañismo con niños encontrareis todo lo necesario
para disfrutar de la montaña y los viajes en familia, de un modo didáctico, técnico y muy personal.
Otro tipo de cristales que también resultan interesantes para toda la família son los polarizados, que eliminan el exceso de reflejos que producen la nieve y el hielo, mejorando el campo de visión. A la hora de comprar gafas de sol, es importante que las gafas no solo lleven el tinte anti-reflejo, sino que tengan la garantia anti UVA, a poder ser con el máximo de protección (categoria 4, la mas alta). Aunque parezcan algo aparatosas, las gafas envolventes de esquí nos serán muy útiles si cruzamos glaciares o pisamos nieve en verano. Algunos modelos presentan gafas con protecciones laterales que también son muy útiles, aunque el diseño no siempre sea de nuestro agrado, o del agrado de nuestros pequeños. Con el paso del tiempo, cada vez son mas las marcas que combinan la estética con la seguridad y la protección ante condiciones de luz muy intensas, fabricando lentes muy resistentes, algunas de ellas con cristales orgánicos, incluso algunas con policarbonato, que no se astillan (realmente duras).
Laura Moragrega Estrany, Óptica y Farmaceutica
Propietaria de la farmacia y óptica Estrany de Barcelona.
Otro detalle importante a tener en cuenta en los niños es la graduación de su vista. Muchos niños necesitan llevar gafas para el dia a dia, algo que no suele suponerles ningún problema. Por tal motivo, pueden graduarse las gafas de sol en una óptica de confianza, pues en la montaña no podemos dejarles sin una visión nítida, a costa de llevar solo unas buenas gafas de sol sin graduar. Hay sistemas de acoplamiento que permiten solucionar problemas de adaptabilidad para niños que necesiten gafas de sol graduadas, pero siempre será mucho mas recomendable el llevar un juego de gafas de sol graduadas, pues con el tiempo nos lo agradecerán. No olvidemos que, junto con unas buenas gafas de sol, una gorra o un sombrero les ayudará a frenar la intensidad del sol, a tener la cabeza mas fresca y los ojos mas descansados. Hay gorras y sombreros para niños muy originales, que pueden convertirse en sus compañeros de viaje durante muchos años.
Para terminar, siempre es aconsejable pedir consejo a un profesional de la óptica o a un oftalmólogo. Escuchar la opinión de un experto en la materia, que tenga conocimientos en alpinismo, esquí o en deportes al aire libre, nos ayudará a solucionar dudas y a enfocar nuestras salidas a la montaña con una mayor seguridad.