Jose estaba preocupado... estaban subiendo por la silla y soltó...
- Estos últimos días me he dado dos talegazos importantes y no entiendo muy bien porqué...
Juan, que lo había visto arrastrarse las dos veces le dijo:
- Esquía algo más lento y esquiarás más rápido...
Las risas en la silla de seis fueron fuertes...
Juan, lejos de ofenderse empezó a explicar en voz baja.
"Parece un contrasentido pero no lo es... estoy seguro que si aplicáis este principio en vuestro esquí, podréis, yendo más lentos, esquiar más rápido.
Si esquiáis un poco más lento que vuestras posibilidades, a un ochenta y cinco o noventa por ciento, vais a poder controlar mucho mejor lo que hacéis y sacar todo el provecho de la técnica que tenéis. Si esquías al cien por cien, es decir, todo lo rápido que puedes ir sobre los esquís, estarás jugando con el límite de forma constante, sin embargo, si te frenas un poco, tendrás la tranquilidad de poder exprimir tu técnica a la máxima expresión sin sustos, sin beicons, sin descontrol...
A partir de ahí, irás poco a poco, haciendo que tu mente y tu cuerpo asimilen con mucha más eficacia esos giros, esas transiciones, esos apoyos... de forma que cuando esquiando al ochenta y cinco por ciento de tu potencial unas bajadas, unos días, da igual, lo que necesites, ya estarás poniendo las bases para ir más rápido.
Cuando tengas el total control en ese ochenta y cinco por ciento, podrás subir al noventa por ciento y seguir trabajando y mejorando de nuevo tu control. Si vas asimilando esto paulatinamente, al final, tu cien por cien será ahora el ciento quince, ciento veinte por ciento anterior, el de antes, por lo que al noventa por ciento de tu nuevo esquí, esquiaras más rápido y más seguro que en tu anterior cien por cien.
Parece un poco complejo pero en realidad es muy sencillo... pasa de ir a tope, esquía bien e irás más rápido... solo eso... porque si llegas al límite de velocidad de los esquís que llevas en tus pies o lo sobrepasas, pasarán cosas. No es que los esquís tengan un límite de velocidad, pero en tus pies, si que lo tienen... sobrepasar ese límite puede y seguramente, te llevará al suelo"
El silencio en la silla de seis fue sepulcral durante varios segundos.... estaban llegando a la última pilona y Pepe dijo:
- Estoy flipando tío.... Me has convencido. Lo voy a aplicar y si sale bien, os invito a todos a cenar.
-Ves pidiendo mesa en Casa Margarita, que esta noche pagas tú- le contestó Juan con una sonrisa.
Bajaron todos de la silla entre risas....