Cuando me llamó Pepe y me dijo que un amigo tenía unos esquís que me podían interesar para un test, contesté rápidamente, ¡Sip! ¡Quiero verlos!
Un par de fotos de watsap después estaba yo alucinando, pues lo que me enviaba parecía un esquí del mañana... como la tabla de sk8 de Regreso al Futuro... Me puse en contacto con David, el dueño, quien me lo puso fácil para que los pudiera usar un par de días...
¿Te atreverías con ellos?
Por un lado eran los esquís mas raros que había visto en años y por el otro, si podía calzármelos ni que fuera un día, iba a ser la sensación de la estación... no habría esquiador que no fuera a flipar con ellos, ya que sus medidas no solo son raras, sino tambien su forma, harto extraña....
Asimétricos recuerdo los TUA, Sarner, e incluso los Blizzard Thermo y algunos G3 mas actuales, pero algo como lo que me llegó, no lo había visto ni en sueños.
Hay que meterse en internet para entender el concepto, aparte de lo que David me explicó en largos voice mails de watsap. No logré encontrar nada del fabricante sobre este concreto modelo, que me aseguraron fue el primero, pues su web ya no parece que exista y su facebook no funciona desde 2019. ¿Habrá quebrado la empresa? Bueno, espero que no, pero por lo menos, tengo los esquís y me los puedo poner en las botas.
Para ahorrar texto y no meteros una chapa de aúpa, solo diré que era un esquí de telemark en el que los lados son diferentes, es decir, el lado interior tiene un radio de giro diferente al del lado exterior. La curvatura del lado exterior del esquí es más extrema y sobre todo, más corta, lo que hace que el esquí de dentro de curva gire más que el de fuera, una solución perfecta para los esquiadores de telemark pues ellos, con el esquí interior retrasado, tenían muchas veces problemas de conducción. Con esta solución, con unos Scotty Bobs en las botas, el problema quedaba reducido a la mínima expresión. Es decir, el concepto funcionaba.
La curiosa forma y sobre todo, la rarísima cola de los BobTail
No pongo en duda el concepto, pero si que me cuesta un poco creer a ciegas en ello por lo que hay que probarlos... y de todas formas, funcionen o no, esquiar con estos bichos va a ser algo muy diferente seguro.
Unas colas muy futuristas...
Lo primero de todo fue encerarlos a tope, pues llegaron secos secos y había que darles un buen masaje con la plancha, pero por lo demás, el esquí está muy entero. Los cantos aceptables para esta dura nieve de esta extraña temporada y sobre todo, con un camber exagerado, fruto de una construcción integra en madera, en la que se aprecia los laterales de madera de bambú. Pero si eran esquís de telemark, ¿por qué llevan fijaciones de alpino? David me comentó que por un problema de rodillas, sacó las fijaciones de telemark y les puso unas viejas Marker de alpino. Será bueno comprobar si funcionan en estilo alpino.
Unos esquís muy diferentes...
Puestos en las botas son hasta bonitos... pero lo más atractivo es la curiosa forma de las colas. No dejan indiferente y a mi me tiene intrigado que comportamiento van a tener.
Los primeros giros han sido de extrema cautela, sin forzar nada, con tranquilidad para comprobar reacciones. Lo primero que he notado ha sido la ligereza del par... y su tacto.. por ser de madera son súper estables en todo momento, los cantos muerden y no hacen extraño alguno. No tienen tendencia a cruzarse y van por donde los llevas. Un esquí fácil y sorprendentemente estable a pesar de ser de madera.
Lo que no me salía ni a tiros era el giro conducido, pues por su curiosa forma los he estado girando en corto varias bajadas, sin poder entender por que no podía conducirlos... el derrapaje al final de giro ha sido la tónica esas bajadas hasta que en el telesilla, comparando cotas me he dado cuenta que quería girarlos muy por debajo del radio de giro del esquí interior... si, del interior, pues es diferente al radio de giro del lado exterior... en la tercera bajada he abierto los giros y ahí he dado en el clavo. Hemos calculado que el radio de giro debe ser de unos dieciséis, diecisiete metros, muy por encima de la apariencia del esquí, del que pensaba que le podía sacar fácilmente unos trece metros de radio. Gran error... y si... cuando he alargado los giros he notado enseguida el concepto. Con los dos esquís bien apoyados en el giro, el interior gira más, entra más en el giro, dejando al exterior en una linea diferente... una sensación rara, pero a la que me he acostumbrado, he empezado a disfrutar de estos esquís tan curiosos y tan extremos, pero fáciles de llevar...
En virajes de gigante he cogido velocidades importantes bien apoyado y realmente he ido rápido, muy rápido.... suerte que hoy, día de Reyes, no había casi gente en las pistas. Ha sido una delicia esquiar con ellos, pero hay que tener mucho cuidado como los dejas, pues con esas colas tan raras, si no los apoyas bien, ¡se caen al suelo! (So sorry, David...)
El concepto funciona, es real, creo que debió ser un gran esquí para telemarkers avanzados... Un esquí del futuro, pero que no ha logrado llegar... una verdadera lástima.
Me han gustado tanto que al final he quedado con David que me los deje unos días más hasta que nieve, pues quiero darles caña en un día de Powder.
David dandolo todo en telemark hace unos años en Alpe D'huez.
